A la oposición:
Definitivamente vivimos en un país donde lo que pudiera ser sorprendente en otra nación, es (aquí) sencillamente cotidiano.
Se pinchan teléfonos de los opositores al gobierno ( ¿Es ilegal? Já que nos importa), se transmiten esas conversaciones en un programa oficial de corte grotesco, donde el respeto por las personas no existe y su conductor, Mario Silva, hace, literalmente, lo que le viene en gana. El sujeto tiene, por el momento, una denuncia en tribunales por parte del editor de El Nacional que fue admitida por un tribunal (vaya a saber con qué intención) porque el desenlace es fácil de adivinar a no ser que se hayan olvidado del caso de la jueza Afuini.
A la vuelta de la esquina está el 2012 cuando los venezolanos elegiremos un presidente para los próximos seis años, siendo uno de los contendores el que actualmente nos gobierna desde hace 12 años. ¿Quién representará a la oposición? Aún no se sabe y el CNE debe ofrecer, de una vez por todas, el calendario electoral oficial.
¡Pero quien obliga al CNE a darlo! Tampoco nadie lo sabe, y si es por Ley que debe hacer esto o aquello, ya sabemos que los del oficialismo le dan vueltas a las normas como les viene en gana. Para muestra: la oposición ganó por número de votos en las elecciones parlamentarias pero milagrosamente resultó siendo minoría y hoy los rojos pueden aprobar hasta la cosa más amorfa que se les ocurra.
Por otra parte, está el tema de la salud del comandante-presidente. Día a día, nos encadenan por y o por z y él habla una y otra vez del tema. Está bien que se cuide, como cualquiera lo haría, pero de allí a anunciar a cada rato retazos de su condición, sin ir al meollo del asunto…eso cansa hasta al chavista de a pié. ¿Uno de sus médicos tratantes que de un análisis científico de su real condición? Ni lo sueñen, porque si no se le acaba la novela por capítulos.
Entonces ¿Qué hacer? Mi humilde opinión es que la oposición de una buena vez se ponga de acuerdo. La idea de una tarjeta unitaria es lo más conveniente en un escenario como el actual. Una tarjeta dónde se vote por un único contrincante de Chávez (sea cual sea el que quede) por aquello de las inhabilitaciones actuales y las que el oficialismo invente cuando les venga en gana y el día que les dé la gana (por cierto, aún no se ha convocado a la elección de un nuevo inhabilitador, digo, Contralor).
De allí hacia adelante, lo que venga. Lo que es cierto es que la mayoría de los venezolanos van a votar en contra de Chávez, pongan lo que le pongan (entendiéndose que viene del ala inconfundiblemente opositora).
Creo que es por eso que ciertos factores de la oposición están como están. Saben que ese candidato será presidente. Lo que se pide es que no sean blancos fáciles para que el oficialismo les saque provecho a las normales inconsistencias que puedan haber en el trayecto hacia las primarias.
Autor: Sel Mieres
Definitivamente vivimos en un país donde lo que pudiera ser sorprendente en otra nación, es (aquí) sencillamente cotidiano.
Se pinchan teléfonos de los opositores al gobierno ( ¿Es ilegal? Já que nos importa), se transmiten esas conversaciones en un programa oficial de corte grotesco, donde el respeto por las personas no existe y su conductor, Mario Silva, hace, literalmente, lo que le viene en gana. El sujeto tiene, por el momento, una denuncia en tribunales por parte del editor de El Nacional que fue admitida por un tribunal (vaya a saber con qué intención) porque el desenlace es fácil de adivinar a no ser que se hayan olvidado del caso de la jueza Afuini.
A la vuelta de la esquina está el 2012 cuando los venezolanos elegiremos un presidente para los próximos seis años, siendo uno de los contendores el que actualmente nos gobierna desde hace 12 años. ¿Quién representará a la oposición? Aún no se sabe y el CNE debe ofrecer, de una vez por todas, el calendario electoral oficial.
¡Pero quien obliga al CNE a darlo! Tampoco nadie lo sabe, y si es por Ley que debe hacer esto o aquello, ya sabemos que los del oficialismo le dan vueltas a las normas como les viene en gana. Para muestra: la oposición ganó por número de votos en las elecciones parlamentarias pero milagrosamente resultó siendo minoría y hoy los rojos pueden aprobar hasta la cosa más amorfa que se les ocurra.
Por otra parte, está el tema de la salud del comandante-presidente. Día a día, nos encadenan por y o por z y él habla una y otra vez del tema. Está bien que se cuide, como cualquiera lo haría, pero de allí a anunciar a cada rato retazos de su condición, sin ir al meollo del asunto…eso cansa hasta al chavista de a pié. ¿Uno de sus médicos tratantes que de un análisis científico de su real condición? Ni lo sueñen, porque si no se le acaba la novela por capítulos.
Entonces ¿Qué hacer? Mi humilde opinión es que la oposición de una buena vez se ponga de acuerdo. La idea de una tarjeta unitaria es lo más conveniente en un escenario como el actual. Una tarjeta dónde se vote por un único contrincante de Chávez (sea cual sea el que quede) por aquello de las inhabilitaciones actuales y las que el oficialismo invente cuando les venga en gana y el día que les dé la gana (por cierto, aún no se ha convocado a la elección de un nuevo inhabilitador, digo, Contralor).
De allí hacia adelante, lo que venga. Lo que es cierto es que la mayoría de los venezolanos van a votar en contra de Chávez, pongan lo que le pongan (entendiéndose que viene del ala inconfundiblemente opositora).
Creo que es por eso que ciertos factores de la oposición están como están. Saben que ese candidato será presidente. Lo que se pide es que no sean blancos fáciles para que el oficialismo les saque provecho a las normales inconsistencias que puedan haber en el trayecto hacia las primarias.
Autor: Sel Mieres
