Con el propósito de contribuir con el medio ambiente, reutilizando el material con el que están hechas las baterías, se inició en la Universidad Simón Bolívar, ubicada a las afueras de la ciudad de Caracas, un proyecto para crear una planta piloto que realice ese trabajo.
Cuando se descomponen, las pilas no sólo son dañinas para el ambiente sino para las personas.
Por ello el profesor Delvasto, presento el proyecto ante el Programa de Proyectos Estratégicos del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación (Fonacit) en 2011, el cual aprobó el financiamiento de 1.400.000 Bs durante dos años para el desarrollo de la planta.
En enero de este año el profesor junto con los estudiantes de la maestría de Ingeniería de Materiales: Mariángel Berroterán, Mariana Escalante, Raúl Orta, Manuel Dos Ramos, Juan Balza y Julio Casal, comenzó la primera fase del proyecto que concluirá en dos años con el diseño de la planta de tecnología abierta, la cual será capaz de procesar materiales tóxicos y compuestos químicos de las baterías para su posterior uso en procesos industriales.
En un principio se están desarmando la mayor variedad de pilas y baterías que están en el mercado nacional para conocer las características de sus componentes, así posteriormente se podrá establecer la mejor estrategia que les permita separar los materiales.
Al descomponerse las pilas son un gran contaminante del agua.
Estos datos les permitirán diseñar el proceso de separación y la fase hidrometalúrgica para extraer los materiales de forma acuosa, que hará la planta, además del peso de cada componente de las baterías.
Para que las personas tengan una idea de la contaminación que generan las pilas, el profesor Delvasto explicó que seis pilas recargables luego que son desechadas, pueden contaminar 2,5 millones de litros de agua.
El problema en Venezuela señaló, es que no existen estudios que analicen el impacto ambiental del uso, manejo y disposición final de las pilas, ya que estas al ser desechadas van a rellenos sanitarios e interactúan con los otros desechos que allí se encuentran liberando los metales que contienen en su interior. Así mismo, añadió que la descomposición de las pilas, luego que son descartadas comienza entre 6 meses y 2 años, pero que este proceso se acelera con el agua de la lluvia.