Al crecer debemos ver "más allá de lo evidente", como decía León-O y apreciar los dibujos animados desde otro punto: La creatividad y lo ilimitado. Mucho de lo que se ha soñado en este derivado de la ciencia-ficción ya la ciencia real lo materializa...y falta mucho por hacer, pero está unido a la historia de la humanidad.
Mi punto hoy es el "aprovechar, más no aprovecharse". Si lo llevo a la situación actual de Venezuela, el que la oposición no se aprovecha de la coyuntura ante la enfermedad de Chávez, es aprovechar la oportunidad para demostrar qué es la cívica, aunque a la gente le guste más evaluar el costo de no meterle al bruto con paros, referendos, juicios sin sustento, marchas sin sentido u hostilidad amparada por países extranjeros o consorcios nacionales.
No ha querido aprovecharse de manera salvaje de esta coyuntura para hacer lo que le viene en gana, sino hacer un trabajo por el pueblo sin la presión asfixiante del pueblo (en este caso, la gente en las redes sociales). Eso es loable aunque no lo quieran ver así. El aprovecharse es el echarse automáticamente a los chavistas de pueblo encima de manera más fuerte a como ya la ha tenido en estos años.
Este signo de respeto ha sembrado frutos, porque en boca de los chavistas no ha existido cabida real para repetir lo de la "ultraderecha salvaje" que espeta Nicolás Maduro, porque no hay opositor de partido político que haya hablado mal del Chávez enfermo, sólo han atacado los exabruptos que en su nombre quieren cometer contra la Constitución Nacional, aplicando una dislexia legislativa a su favor.
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Pero voy de nuevo con el dibujo animado que alude el título de este artículo. Es "One Froggy Evening" el corto animado de la Warner Bros que desde que lancé en mi página de Facebook, la gente ha quedado complacida de volverla a ver como lo hacíamos por TV.
Por ello Steven Spielberg, tal cual me acotó mi amigo y colega Alfonzo Iannucci solicitó que este corto fuese colocado entre los 50 mejores de toda la historia de la animación. Es evidente que el genio de Steven entendió la semiótica oculta en él. Y nos obligó a muchos a interpretarlo, aunque lo haya podido yo hacer a mi manera. Lo rescató en su producción infantil llamada Tiny Toon, donde el cerdo Hamptom cae también en la tentación, sin querer y con diferentes matices.
Por eso les invito a ustedes a verlo, interpretarlo, compartirlo y disfrutarlo, el episodio llamado en latinoamérica como "La Rana Cantarina". (Por cierto, es mi ringtone celular, si lo quiere, búsqueme en Twitter como @Humoristech para enviarlo vía Whatsapp)
