Hasta en lo malo dejó enseñanza: "lo que se hace con amor, enseña". Y es que muchos podemos aprender que hay papeles que son un riesgo para nuestras vidas, pero nos toca asumirlos aunque sean un fracaso, para que las demás personas sepan lo que no deben hacer.
Actualmente, la gran actriz venezolana Gledys Ibarra, está fuera del país, viviendo económicamente con las uñas, pero atada a lo que le sobra en demasía, talento, responsabilidad y un corazón tan grande que no le cabe en el pecho.
Una dama que en la televisión venezolana mostró signos de entrega a cada personaje, buscando darles mensaje, sentido, vida más allá de lo que un autor podría escribirle. Pasó por encima de cualquier discriminación y es ejemplo de mujer venezolana en el mundo.
Para mí, ella está pasando ahora por uno de sus peores papeles de su carrera e igualmente lo hace con aquel brillo que hasta depura a la trama, en la serie "Grachi". Un papel pequeño, una actriz demasiado grande. Desde acá le pido al mercado extranjero que pose sus ojos a ella y contratarán a una actriz que dejará una huella indeleble en todo papel.
Prepararse para demostrar potencial
Hace poco pregunté en Twitter ¿Qué estudiaste y cuál era tu vocación?. Muchas de las respuestas daban a conocer que muchos estudiaron lo que la OPSU-CNU y su propio potencial les asignaban en los cupos universitarios, algunos distando mucho de lo que querían. Pero era un primer paso que no detenía el sueño real, sólo lo postergaba.
Algunos otro sí estudiaron lo que querían y lo ejercen. Otros lo estudiaron y no lo pueden ejercer. Pero a ninguno les dolió la preparación ni la ven como tiempo perdido, sólo les falta el complemento a sus proyectos y más a la materialización de sus sueños. Eso les dará paz en el alma, en vida.
Acá e Venezuela hay que prepararse para todos los papeles que nos toque representar, manteniendo la humildad y jamás ofendiendo a quienes veamos en subida, porque los conseguiremos al bajar. Eso hicieron Raúl y Gledys, por eso sus papeles aunque malos para la crítica y la posteridad, no le quitarán jamas lo que bien se labraron: calidad humana y dedicación.
En estos momentos Venezuela es ¿dirigida? por un Presidente que da mucho que desear y, como leí en una BIO "da pena ante el mundo decir que él nos gobierna". Ha puesto en entredicho lo que es ser obrero, con ser un ser bien instruido y educado.
Instruirse es estar al día y saber oír para hablar y aplicar, a su vez de lo que los estudios nos aportan, sea con el conductismo como con el constructivismo; educarse es saber interrelacionarse y mostrar esos valores que se forman desde el entorno y luego son transmitidos.
Yo invito a todo venezolano a que aunque sea un curso de corte y costura o de carpintería, estudie. El sabor de lo aprendido, más lo que se gana con ello, es el alimento más satisfactorio para la vida. Es así como podemos asumir papeles mayores, ganándolos en buena lid y estando preparados lo mejor posible para todo ítem que se nos presente.
La improvisación es para momentos álgidos, resolver momentáneamente o para entretener. Para todo lo demás, se requiere la entereza de la preparación.
Como dije ante, así no habrá papel que disminuya quienes somos, porque estamos a su altura.
Dios te tenga en su gloria, Raúl Juliá, Dios te cuide y te dé mejores cosas, Gledys Ibarra.
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