Hace un tiempo un amigo salió corriendo de una importantísima reunión porque su hija le llamó para que la fuese a buscar en la universidad. La familia es primero, lo sabemos, pero sí ya estaba concertado el evento, ¿por qué no coordinar con la hija un taxi o que se fuese con amigos o transporte público?
Usted dirá que es por la inseguridad, porque ella no está habituada, etc., y es muy válido. Pero, ¿y si el papá no tuviese carro?, ¿no entra ella en esa universidad?
Tener un auto es una responsabilidad, peo no una forma de trancarse en la vida. Hay personas que tienen auto y cuando éste se les accidenta, no van a reuniones a las cuáles fueron citados o invitados, por el simple hecho de no tener cómo trasladarse.
El auto se hace su dueño; si tiene dos y uno se daña, se usa uno y a la otra persona se le trastoca la vida. Olvidaron cómo es tomar el transporte público y hasta en ocasiones, jamás se han montado en uno; sé de amigos los cuales sus niños ven los buses y camionetas como algo de otro planeta y que no conocen, porque jamás los han montado. En este siglo no se deberían ver cosas así.
A los que no tenemos auto no se nos debe ver como todo terreno, muchas veces un auto es necesario y no lo tenemos a mano, ni un taxi viejito pero funcional que nos traslade, aparece. Nos toca resolver a pie o simplemente no ir. Y esa última opción nos pesa.
¿Qué hacer?, ¡fácil!, balance, no esclavizarse. Nada de sacar el carro para ir a un kiosco a dos cuadras de la casa o para ir caminar y venirse refrescando con el aire acondicionado del mismo. Al menos un par de veces al mes, usar el transporte público. Si estresa el gentío, pues que sea un domingo, están manejando para usted y su cuerpo se hace más "a toda prueba", tiene salida.
Y si está en su casa quieto y sin planes, no se haga a la idea del carro para ir a salir y despejarse, nada más por salir. Lo espontáneo también amerita control y romper una línea de seguridad muchas veces tienta a la calamidad. A la hora de manejar, el cuerpo debe estar preparado para ello.
Si alguien sin carro amerita ser trasladado, que se en ocasiones puntuales. Bueno es tener los números de líneas de taxis confiables; planificar las salidas para tener cómo irse y regresarse; no poner al padre, madre, hermano, etc., como nuestro chofer, ellos merecen también cumplir con sus actividades laborales, hobbies y amistades, sin la presión.
Cuidarse también es no esclavizarse, sino tener chispa para solucionar ante las eventualidades, inseguridad, deberes y derechos de los demás, en especial de las personas de nuestra familia. Y no aferrarse a una sola alternativa para hacer las cosas; me consta, hay cosas que evito por no tener cómo movilizarme, más no me comprometo para no decepcionar. Y ante cada reto, me ocupo en solucionar y nivelar.
Tener un auto es una responsabilidad, peo no una forma de trancarse en la vida. Hay personas que tienen auto y cuando éste se les accidenta, no van a reuniones a las cuáles fueron citados o invitados, por el simple hecho de no tener cómo trasladarse.
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