Tanto por seguridad, como por estética, es indispensable mantener impolutos el parabrisas, retrovisores y las ventanas del carro
¿Cuántas veces has manejado con lluvia y, de repente, comienzas a ver vetas en todos los cristales empañados? ¿O al salir de la bomba de gasolina no te detuviste a limpiar los vidrios? Aunque creas que todo lo relacionado a motores y carros es de hombre, la verdad, es que también podemos hacerlas. Hoy compartimos una técnica simple para limpiar los vidrios de tu carro sin tener que ir -o gastar- en el autolavado:
1. Quita el polvo. Con un paño de algodón, cepillo de cerdas suaves e incluso un plumero, remueve toda la capa de polvo acumulada en los vidrios. De no hacerlo, corres el riesgo de que se forme un líquido bastante desagradable y difícil de eliminar.
2. Agua y detergente. Si bien existen diversos limpiadores industriales, también puedes hacer una solución casera. Para esta deberás mezclar un litro de agua con una medida de algún jabón en gel o con cuatro cucharadas de vinagre blanco. Trata de evitar los limpiadores en polvo porque, al no disolverse correctamente, pueden rayar los espejos.
3. Instrumentos. Puedes usarlos o no, dependiendo de tu tiempo. Si tienes el clásico limpiador con esponja y filo de caucho, solo necesitas rociar la solución en el parabrisas, ventanas y retrovisores y pasarlo después.
Igualmente, si te toca hacerlo manualmente, vierte el líquido en los vidrios y con un trapo frota con energía todas las superficies, siempre en un mismo sentido para evitar que se empañen, los rastros de suciedad o los veteados.
4. Deja secar. No es necesario que utilices papeles para secar los vidrios de tu carro, el aire es suficiente. Tampoco te olvides de repasar los limpiaparabrisas, así todo tu esfuerzo durará más tiempo.
Autora: María Gabriela Cartaya
