Circular: Si
te encanta la estimulación del clítoris, pero la presión prolongada es muy intensa,
trata de hacer movimientos circulares para estimular todos las terminaciones
nerviosas. Para esta técnica, acuéstate, siéntate o, de pie, abre las piernas
para tener libre acceso a tu vagina y haz movimientos circulares alrededor del
clítoris. Empieza lento y, dependiendo de la velocidad y la reacción, acelera
el ritmo y la presión.
Contra el sillón: Sólo
porque estés sola no quiere decir que no puedas estar arriba de ‘algo’.
Encímate sobre el brazo de un sillón con una sábana gruesa o una toalla y
empieza a hacer movimientos de cadera para estimular el clítoris. Con el rimo
adecuado y la presión correcta, el orgasmo será sólido y placentero.
Punto G: El
punto G es todo un tema; algunos lo desconocen, otros creen que no exista, y
hay chicas que juran que es lo mejor del mundo. Sin embargo, tú no deberías
desechar la idea hasta probarla. Acuéstate en la cama, sube las rodillas hacia
tu pecho y mete 2 dedos a la vagina y presiona la pared frontal de tu zona
íntima.
Boca abajo: Esta
simple técnica te hará llegar a un verdadero orgasmo. Sólo tienes que acostarte
boca a abajo con tu mano firmemente colocada entre tus piernas para estimular
tu clítoris y pubis. Así no sólo puedes moverte para estimular con ritmo, sino
que también podrías poner abrir las piernas, poner una almohada sobre el
vientre ¡y disfrutar!
Tap dance: Si
estimular el clítoris es lo que te gusta, cámbiale el ritmo. En lugar de hacer
movimientos circulares, haz movimientos de arriba a abajo. Las sensaciones
rápidas e intensas brindarán un cambio interesante. Para hacer esto, puedes
acostarte de lado (una pierna extendida y una doblada) y estimular tu zona
íntima.
Autora: Adriana Uribe
