Cuando hablamos de tu vida
sexual, hay una atracción principal (el clítoris) y otras atracciones
adicionales, como los senos, los labios, el cuello, etc. ¿Cuándo fue la última
vez que tú y tu chico se enfocaron en otras partes del cuerpo (además
de las obvias) al hacer el amor?
Pues resulta que ponerle
atención a esas zonas erógenas escondidas puede contribuir a un buen
orgasmo ¡y tú ni sabías!
Pubis: No
tiene el nombre más sexy, pero el área sobre el hueso púbico está acolchonado
con tejido graso que puede ser electrificante cuando se estimula
apropiadamente. Y es que éste está conectado a los genitales y la respuesta
sexual, así que puede aprovecharse durante el sexo sin mayor problema.
Axilas: Espera,
sigue leyendo. Sé que suena intimidante estimular las axilas, pero los expertos
indican que puede ser una excelente opción. Si puedes dejar pasar el sudor, el
vello y el tabú, pues aprovechar la zona, y es que no sólo es sensible al
tacto, sino que nunca ha sido estimulada de esta forma, así que las
sensaciones serán aún más intensas.
Orejas: Aunque
las orejas son consideradas como zonas erógenas escondidas, siempre se
subestiman. Dado que son muy sensibles al tacto por sus receptores sensoriales,
pueden besarse, chuparse y tocarse para impulsar el clímax, pero el chiste
también es hacerlo en combinación de otras zonas erógenas.
Estómago: Sí,
en serio. El área del estómago, entre el ombligo y la pelvis es otra de las
zonas erógenas escondidas. Y es que puede ser increíble para estimular el punto
G, pues está justo del otro lado. Si nunca lo has encontrado, es hora que lo
vayas buscando.
Manos: ¿Cómo
es posible? Tus manos son una zona erógena que nadie ha tomado en cuenta.
Y es que no sólo se utilizan para mejorar el sexo, sino que las palmas de las
manos tienen tantas terminaciones nerviosas, que pueden utilizarse para el
juego previo. Incluso el mero toque puede provocar diferentes sensaciones
eróticas.
Planta
de los pies: Los pies contienen muchos puntos de
presión que pueden hacer crecer la excitación. También tienen terminaciones
nerviosas, lo cual es obvio, pues reaccionan de manera drástica frente a las
cosquillas. Claro que si eres muy cosquilluda, tendrás que ser súper cuidadosa
con estas zonas erógenas escondidas.
Autora: Andrea Bouchot