Todavía las criptomonedas no podrán suprimir el dinero fiduciario, al contrario dependen mucho de éste para poder funcionar o captar liquidez. Todas las criptomonedas están referenciadas en dinero fiat, se compran y venden en dólares, euros, yenes. Cuando se realizan transferencias estas van referenciadas en dinero fiduciario. Lo anterior indica que estos activos digitales, hasta ahora en vez de sustituir el dinero común, han servido de vehículo para transferirlo de una persona a otra, eso sí, en cualquier parte del mundo y en tiempos mucho menores que el de los bancos tradicionales.
El intercambio de información cifrada a través de la red de cada criptomoneda, su proceso de encriptado, la verificación y confirmación de la operación, tiene la finalidad de entregar a un usuario receptor una cantidad de bits o data, que el mercado le ha asignado un valor en la moneda en que se acuerde o se comercialice para cada caso. Se trata de una de las funciones básicas de la tecnología blockchain.
Desde que se conoce la compra de dos pizzas con 10 mil bitcoines, en sus inicios, y la reciente compra de una casa en Florida, EEUU, por 455 bitcoines, se ha producido escasas operaciones denominadas en la criptomoneda, que por supuesto usa como subyacente el precio de la misma en dólares o en una divisa seleccionada. Hay una cantidad de sitios web que promueven el pago con este recurso, hay plataformas como LitePay que promueven utilizar los tokens para realizar pagos de manera directa sin tener que usar el dinero fiat, pero siempre priva la convertibilidad en el momento, como la reciente plataforma que utiliza Litecoin.
Hasta ahora las criptomonedas tienen como contraparte necesaria al dinero fiduciario, al que según algunos impulsores de la tecnología blockchain declaran su desaparición próxima. Sobre todo los especuladores que las utilizan para aprovechar los altos márgenes de volatilidad, inyectan dinero fiduciario que permite mantener el funcionamiento de estos mercados, es aún muy temprano para definir si las negociaciones de intercambio serán sólo con bitcoin, con ethereum, contra un bien determinado, también es muy temprano para establecer qué harán los gobiernos para regular la tecnología, los políticos comprenderán la blockchain y la adoptarán, puesto que la cantidad de bancos globales cada vez más interesados en acoger este invento, a pesar de que sus directivos se han pronunciado contra las criptomonedas, son más, e invierten en estas, de manera indirecta en los proyectos de las principales casas de cambio en línea que existen, en proyectos de minería en escala industrializada, en la utilización de la tecnología para proyectos propios.
Hasta ahora para entrar al mundo de las criptomonedas, ha sido necesario el dinero fiduciario, lo que se tiene presente al respecto, es que este bien digital ahora tiene un precio, aceptado en el mercado, hay demanda y oferta, los yenes y dólares siguen siendo las monedas que aportan los más altos volúmenes de liquidez que necesitan los activos digitales para ser lo que hasta ahora han llegado ser, es un asunto que se mantendrá así por un tiempo prolongado, hasta que existan nuevos desarrollos que comiencen a cambiar la visión.
Los cripto anarquistas han hecho un gran planteamiento hasta ahora, los gobiernos, el sistema, miran con recelo, porque hasta ahora el intercambio a través de la tecnología blockchain, a pesar de la muy necesaria liquidez que aporta el dinero fiduciario, se trata de una forma de salir de los controles estatales, de las políticas monetarias de cada país, para adoptar una en común, de manera global, como una forma de protesta, un acercamiento a la libertad. 14/03/2017
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