Hoy se cumplen 43 años de una verdadera hazaña: el día en que el hombre finalmente llegó a la Luna. Después de casi una década de trabajar en el problema, de errores trágicos (en donde los astronautas de la Apolo I murieron en un incendio en tierra, dentro de una de las pruebas de la cápsula espacial), finalmente se cumplió la promesa que hiciese John F. Kennedy a sus ciudadanos: de llegar al único satélite natural con el que contamos.
El 20 de Julio de 1969, los astronautas estadounidenses Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin y Michael Collins tripularon el histórico vuelo en el que Armstrong y Aldrin pisaron la Luna. Fue Armstrong el primero en pisarla.
Minutos después, Edwin Aldrin pisaría la superficie lunar y como desplegó la bandera norteamericana en el sitio del alunizaje. Los astronautas instalaron equipo científico y colocaron una placa: “Venimos en paz en nombre de la humanidad”. Richard Nixon tuvo una conversación telefónica (un hito en ese entonces), con los nuevos héroes, recibiendo las felicitaciones del presidente estadounidense.
Los astronautas estuvieron unas dos horas, recabando rocas y tomando fotos en la Luna. Aldrin y Armstrong regresaron al módulo lunar y cerraron la escotilla. Pasaron 12 horas y media en nuestro satélite natural antes de volver al módulo principal, controlado por Michael Collins para regresar entonces a la Tierra. Cuatro días después, los tres astronautas amarizaron en el Océano Pacífico, frente a las costas de Hawai y quedaron en cuarentena por control. Fueron aclamados como héroes nacionales y no por poca cosa: se jugaron la vida por la investigación espacial.
Para llegar a la Luna hubo que ver el trabajo de unas 3000 personas y una inversión de casi 20 mil millones de dólares (¡de la década de los sesentas!). Fue un esfuerzo en donde muchísimas industrias trabajaron en conjunto para poder lograr la hazaña. Con ello, los norteamericanos se pusieron a la vanguardia en la exploración espacial.
Hubo mucha gente que trabajó en el proyecto, pero que estuvo detrás de bastidores, por lo que sus nombres seguirán en el anonimato. No obstante, el éxito se debió a personajes como Werner Von Braun, John Houboult (quien ideó el concepto básico de la misión), Maximé Faget, (quien diseñó la cápsula lunar) y Charles Stark Draper (responsable del sistema de dirección y guía).
