ADOLESCENTES LICEÍSTAS. Obviamente la personalidad en el niño, niña y adolescente se ha de estimular para que en su vida adulta puedan tener una gama de opciones sin perder su libre albedrío. Los factores de la moda son parte de ello.

Por eso hacemos un urgente llamado a los padres a que supervisen las vestimentas de sus hijos (en especial los varones) que influye directamente en su conducta cuando no están bajo su supervisión. En la actualidad van a los liceos con gorras que ni les calzan en la cabeza y no se las quitan dentro de los salones. Zarcillos, tatuajes, cejas delineadas son otros puntos. Pantalones de tubito (me dicen que es para que no oculten armas en las medias, pero es más moda porque son holgados arriba.

Otrora nos exigían medias de cierto color, uso de correa, relojes, nada de gorras ni mascar chicles en los salones. El trato de “usted” al profesor y estimulaban nuestra dicción y minimizaban la pobreza del lenguaje. Eso tanto en los planteles educativos como en nuestros hogares. Y es obvio que ha dado buenos resultados, entonces ¿por qué no ahora, con sus necesarias mejoras? ¿La disciplina y cortesía hacen daño?

La LOPNA estimula mucho los derechos del niño y las restricciones de los adultos para formarle, pero se olvida mucho de plantarle deberes, méritos y normas que minimicen la anarquía. En el hogar debe existir disciplina, comunicación, reglamentos, orden y estilo, que forman una personalidad moral alta. Todo ello sin la necesidad de violencia, desde el “cocotazo” hasta algo peor.

Se nos están escapando de las manos los muchachos y se nota su hostilidad. Ayer presencié que un grupo se montó en el bus donde yo iba sólo para adelantar a dos chicos más adelante y emboscarlos para golpearles frente al liceo. Muchos de ellos con las vestimentas ya descritas y que evidentemente tratan de mantener con una altanería sin desparpajos y un machismo impropio de la decencia.