Tuve hoy el dato de una "trabajadora sexual" del Estado Aragua, que me reveló no realizarse los exámenes médicos pertinentes en la sede de Corposalud Aragua (Ambulatorio Efraín Abad Armas, antiguo Hospital Civil).
Ella se dice estar sana, sólo realizarse exámenes ginecológicos, lo que escapa de un serio control de los médicos al no requerirles el realizarse los exámenes de laboratorio pertinentes. Pero el punto más álgido, es el declarar: "una amiga mía, que está explotada (bellísima), es portadora de VIH ya que ella me lo confesó, pero sigue trabajando porque hace sus servicios todos con condón, ya que ella no es mala y no quiere contagiar a la gente, sólo lo hace por necesidad económica".
La fuente me confesó que la joven portadora tiene 12 años en esa labor y actualmente está en una agencia de damas acompañantes, donde llevó unos documentos de salud a los que dijo "los hace ella en su computadora, sellados con un sello que ella consiguió no sé dónde".
La misma entrevistada confiesa que "eso es fácil de comprar porque hay mucha corrupción, sean para salud o pruebas de gravidez, lo que es un claro aviso de que hay problemas en el personal médico y administrativo de ese centro de salud, primeramente por corrupción y segundo por antivalores".
En descargo, quien esto suscribe, da fe del trabajo de mucha buena gente en ese mismo centro asistencial para crear conciencia en contra de la propagación de las enfermedades de transmisión sexual y lo rigurosos que son al aplicar las pruebas correspondientes. Esto indica que el factor corrupto -de existir-, es un foco, no un gran conjunto.
Hace pocos minutos me comuniqué con autoridades sanitarias encargadas de combatir el flagelo de las transmisiones sexuales y harán un llamado a la asociación de agencias de damas de compañía del estado Aragua e independientes para hacer los exámenes pertinentes y averiguar quién o quienes son las portadoras.
Recomendamos también hacer llamado de responsabilidad a médicos y laboratorios privados, sobre la salud de sus pacientes, identificación ideal (muchas veces no dicen o dan su cédula, lo que hace más difícil hallarles) y reportar sustracción o extravío de sellos o papelería que pueda ser utilizad para falsificar.
A los hombres y mujeres que utilizan dichos servicios, sólo les queda solicitarle los documentos a quienes contraten, observar una vigencia de 3 meses en los mismos y acatar el uso del condón y maneras de aplicar el sexo.
Ella se dice estar sana, sólo realizarse exámenes ginecológicos, lo que escapa de un serio control de los médicos al no requerirles el realizarse los exámenes de laboratorio pertinentes. Pero el punto más álgido, es el declarar: "una amiga mía, que está explotada (bellísima), es portadora de VIH ya que ella me lo confesó, pero sigue trabajando porque hace sus servicios todos con condón, ya que ella no es mala y no quiere contagiar a la gente, sólo lo hace por necesidad económica".
La fuente me confesó que la joven portadora tiene 12 años en esa labor y actualmente está en una agencia de damas acompañantes, donde llevó unos documentos de salud a los que dijo "los hace ella en su computadora, sellados con un sello que ella consiguió no sé dónde".
La misma entrevistada confiesa que "eso es fácil de comprar porque hay mucha corrupción, sean para salud o pruebas de gravidez, lo que es un claro aviso de que hay problemas en el personal médico y administrativo de ese centro de salud, primeramente por corrupción y segundo por antivalores".
En descargo, quien esto suscribe, da fe del trabajo de mucha buena gente en ese mismo centro asistencial para crear conciencia en contra de la propagación de las enfermedades de transmisión sexual y lo rigurosos que son al aplicar las pruebas correspondientes. Esto indica que el factor corrupto -de existir-, es un foco, no un gran conjunto.
Hace pocos minutos me comuniqué con autoridades sanitarias encargadas de combatir el flagelo de las transmisiones sexuales y harán un llamado a la asociación de agencias de damas de compañía del estado Aragua e independientes para hacer los exámenes pertinentes y averiguar quién o quienes son las portadoras.
Recomendamos también hacer llamado de responsabilidad a médicos y laboratorios privados, sobre la salud de sus pacientes, identificación ideal (muchas veces no dicen o dan su cédula, lo que hace más difícil hallarles) y reportar sustracción o extravío de sellos o papelería que pueda ser utilizad para falsificar.
A los hombres y mujeres que utilizan dichos servicios, sólo les queda solicitarle los documentos a quienes contraten, observar una vigencia de 3 meses en los mismos y acatar el uso del condón y maneras de aplicar el sexo.
