PEDIGÜEÑOS. Es triste ver a gente pidiendo, pero ya el colmo es que sean personas en perfecto estado de salud, que con lo que piden podrían comprar alguna mercancía (bolsas, helados, café, etc.) y vender para ganarse el sustento. Se acostumbraron a pedir. E insultan a las personas sí no es la cifra que ellos exigen.

Otro caso más patético y que he denunciado es el de un hombre que no alimenta a su hija y la lleva a todas partes en brazos para pedir dinero a ella, que obviamente está débil. La policía no lo detiene.

Él es de 1.90mts de altura, cabello amarillo descuidado, caucásico y de usual viste de marrón. Su área de pedir es en la calle Páez de Maracay, entre boulevard hasta el CLEBA.