Parece
un sueño el pensar que exista la atención médica humanista; incluso siendo
posible -porque existe-, siempre habrá una mala experiencia que quiera pesar
más y restarle el inmenso valor de conseguir a un médico especialista que te
vea más que como un número o turno, viéndote como el ser humano que eres.
Doy constancia
de que son más los médicos que te ven como una persona a respetar y seguir con
detalle -aunque entre tantos, se le pase tu nombre o tu caso, como humanos que
son-, que médicos que pareciera que trabajan en producción en masa, ganando más
por cantidad que por calidad.
Son más
los cumplidos, los que llegan a la hora y no te hacen esperar, especialmente si
tuviste el tino de agendar hora médica -salvo que estén comedidamente atendiendo
a otro paciente o estén en plena o saliendo de una operación-, que los que son
incumplidos, siendo éstos últimos vencidos por sus errores que se ven
reflejados en el acto de ser ignorados y no recomendados por sus pacientes.
Eso es
lo que en criollo llamamos “o corres o te encaramas” y mucho más ahora que la
gente deja sus comentarios a través de redes sociales y tanto los directivos de
los hospitales y clínicas como los galenos involucrados, procuran solventar y
retomar el curso que la deontología les dictaminó para que lograsen en
cualquier ámbito una atención médica humanista.
¿Cómo se podría lograr dicha atención médica humanista?
No
les vamos a pedir que sean como el doctor San José Gregorio Hernández, que además
de atender al paciente en su salud y espíritu, daba de su propio bolsillo para
que comprasen sus medicinas; pero bien que pueden canalizar algunas muestras
médicas que los visitadores médicos les lleven para incentivar a los pacientes
y “equilibrar” los tratamientos, que en ocasiones se distorsionan los días con
el número de pastillas en cada blíster.
Algo
que me han comentado muchas veces y motivó este escrito, es el cumplimiento de
los horarios de atención de pacientes. Muchos llegan en horas de la madrugada
para apartar cupos e incluso se quedan fuera porque hay quienes pernoctaron
para ser atendidos.
Esto
no ocurriría con más profesionales para la atención médica humanista y una web intuitiva
para solicitar la cita médica online, donde se puedan ubicar los centros
de salud más cercanos, con especialistas en horarios laxos que permitan que los
tiempos de atención se acorten y que no haya que enfermarse más y padecer
penurias haciendo filas a ver sí se consigue un cupo.
Esto
puede ocurrir en centros de salud pública, privada o semiprivada; es la mejor
manera de descongestionar. Sólo hay que esperar que los médicos sean más
cumplidos con sus horarios y que no aceleren tanto sus consultas tan sólo
porque hay más pacientes en la sala de espera.
Hacer
que la consulta sea metódica, comprensiva, exhaustiva, indagatoria y afable, en
la que se minimicen los miedos y se amplíen las soluciones y la responsabilidad
mutua en pro de la salud del paciente, es lo que importa.
La atención
médica humanista es, no ver a una persona como un número de historia, sino a
una persona que está buscando sumar a su historia el poder vencer una
enfermedad, luchando contra las carencias, el padecimiento, el proceso pre y
post enfermedad, las afectaciones al entorno.
Y poder
salir de ello victorioso y además, con el fuerte aprendizaje surgido de una atención
médica humanista: Cuidarse con equilibrio en la salud, para que sea aminorada rápidamente
cualquier enfermedad.