Juan Luis Guerra y su grupo 4:40 se presentarán el 9 de septiembre en la ciudad de Valencia y el 10 en Caracas.
El cantautor dominicano vendrá al país en el marco de su gira “A son de guerra”, la cual iniciará con dos presentaciones en agosto próximo en Puerto Rico y también lo llevará también por Colombia, Costa Rica, Panamá, Curazao Perú y Uruguay, según informó hoy la oficina del artista.
Con más de 30 millones de discos vendidos, el dominicano es hoy uno de los principales íconos de la música latina. Su calidad como intérprete, músico y compositor le han hecho merecedor de los principales reconocimientos en la industria de la música en su país y en el exterior.
En “A son de Guerra” el artista dominicano transita por el son, la bachata, el merengue, el bolero, el mambo, funk, rock, jazz y reggae. El álbum incluye una colaboración con el cantante colombiano Juanes en el tema “La calle” y con el músico estadounidense Chris Botti en la composición “Lolas Mambo”.
En ese disco, en el que Guerra retoma las composiciones sociales sin dejar a un lado el aporte romántico, se encuentran los éxitos “Bachata en Fukuoka”, “La Guagua” y “Apaga y vámonos”.
Comentario de Periodistech: Una vez el ex-gobernador de Aragua, Didalco Bolívar, dijo que le molestaba que los artistas venían a máximo 04 ciudades. Las otras o se trasladaban o les tocaba ver Sábado Sensacional (ex-programa de entretenimiento de calidad).
Quiso crear un complejo de entretenimiento grande en Aragua y se le opusieron. Abandonó la idea. Ahora en Maracay tenemos al Teatro de la Ópera en una reconstrucción que parece no tendrá fin y sentido. Y los locales que quedan, muy pequeños, muy caros.
Portuguesa, Cojedes, Trujillo, Bolívar, Sucre, son otras de las ciudades vejadas de estos espectáculos. Al parecer no tenemos el mismo derecho.
Y con el anuncio de la llegada de Juan Luis Guerra, de quien sabemos su gran calidad humana a la vez de artística, que hasta podría hacer un concierto sin cobrar, los empresarios ya han de estar sacando la cuenta de cuán caras estarán las entradas, desde la preventa hasta la reventa.
No parece haber la mentalidad de Renny Ottolina en la TV y empresarios. El negocio arroja, las lisonjas que dan los patrocinantes para captar adeptos son la trampa nuestra de cada día y pareciera que nos marginamos más.
Ni hablar de los grupos regionales, marginados a la hora de ser el peso local. Por ello están muriendo los sueños de las grandes bandas y sólo salen pseudocantantes producto de sintetizadores con lentes, músculos, franelillas y letras donde las mujeres son manoseadas de forma "legal".
¿Quién podrá defender a la Cultura y el entreteimiento en Venezuela, sí los ministros en ese cargo han sido malos y los artistas por quejarse, exiliados?
