Hoy comienza una nueva final del béisbol venezolano. Con un equipo que se ha hecho sentir durante años en estas instancias como lo son los Tigres de Aragua y un equipo del área de La Gran Caracas que es toda una institución, regresando a este punto luego de 25 años: Tiburones de La Guaira.
El regreso de los Tiburones era el más esperado, un trabajo que paulatinamente se fue realizando por varios managers y llegando a varas semifinales donde no podían cristalizar. Ahora es su oportunidad de oro de titularse campeón de Venezuela.
La Guaira está constituido por velocidad y fuerza en gran balance. Aragua, por pitcheo serenidad y astucia. Es una final que mostrará la verdadera cara del béisbol venezolano: El fruto de la constancia y trabajo en equipo.
¿Por qué traigo a colación ésto? Hace pocos días el humorista, empresario y polémico/psicótico/manipulador licenciado Carlos Sicilia, envió un tuit insultando al equipo de los Tigres de Aragua y a su fanaticada. Restándole importancia ya que para él y muchos de quienes le siguen o leyeron tal comentario, el único equipo que sirve son los Leones del caracas (el cual él sigue) y los demás están bajo el concepto de ser "monte y culebra", incluyendo al Magallanes, eterno rival.
Él en su infierno mental asegura que lo hecho por los demás equipos en estos años no importa, sólo los Leones. Jamás reconocerá que la falla de los Leones este año fue culpa de su directiva y la falta de coalición amistosa, unión por encima de nombres y puestos de MLB y hacer del béisbol un espectáculo para fanáticos y demás.
Dos factores que pudimos encontrar en los cinco semifinalistas, porque sí bien Zulia fue vapuleada, sus integrantes jamás dejaron de luchar y portar el uniforme con pundonor; Caribes batalló su rango de campeón 2010-2011 y atrajo a un estado que era más seguidor de otros equipos. Magallanes, libró una lucha interna contra el ser cacique y ser indio y vaya que dio pelea.
Así que sí Leones quiere regresar a las altas instancias y no asirse de viejas glorias sino ir tras nuevas páginas doradas del béisbol venezolano, debe aprender al igual que algunos fanáticos (dudo que Sicilia quiera aprender, él dice saberlo todo) a ser amigos, hermanos, figuras de verdad, ejemplo y ponerle mucho ahínco y algunas sonrisas.
Por lo pronto, mis mejores deseos a Tiburones y mi ligar a mis Tigres. Una batalla justa y digna de aprendizaje en todo momento, aparte de que estará llena de jonrones, algarabía y una que otra polémica menor.
Saludos a la gente de Cardenales y Bravos, ustedes se reescribirán y batallarán con gallardía cada año también.
P.D.: Me preguntan el porqué Carlos Sicilia habla mal y odia a todos y lo expresa pisoteando al público siendo una figura pública. La respuesta es muy simple: El yoísmo es una enfermedad que él manifiesta y encuentra eco entre quienes piensan que odiando y estimlando el desprecio, se vence a los falsos enemigos y se es superior. El ser preparado no te cura de ser un patán.
El regreso de los Tiburones era el más esperado, un trabajo que paulatinamente se fue realizando por varios managers y llegando a varas semifinales donde no podían cristalizar. Ahora es su oportunidad de oro de titularse campeón de Venezuela.
La Guaira está constituido por velocidad y fuerza en gran balance. Aragua, por pitcheo serenidad y astucia. Es una final que mostrará la verdadera cara del béisbol venezolano: El fruto de la constancia y trabajo en equipo.
¿Por qué traigo a colación ésto? Hace pocos días el humorista, empresario y polémico/psicótico/manipulador licenciado Carlos Sicilia, envió un tuit insultando al equipo de los Tigres de Aragua y a su fanaticada. Restándole importancia ya que para él y muchos de quienes le siguen o leyeron tal comentario, el único equipo que sirve son los Leones del caracas (el cual él sigue) y los demás están bajo el concepto de ser "monte y culebra", incluyendo al Magallanes, eterno rival.
Él en su infierno mental asegura que lo hecho por los demás equipos en estos años no importa, sólo los Leones. Jamás reconocerá que la falla de los Leones este año fue culpa de su directiva y la falta de coalición amistosa, unión por encima de nombres y puestos de MLB y hacer del béisbol un espectáculo para fanáticos y demás.
Dos factores que pudimos encontrar en los cinco semifinalistas, porque sí bien Zulia fue vapuleada, sus integrantes jamás dejaron de luchar y portar el uniforme con pundonor; Caribes batalló su rango de campeón 2010-2011 y atrajo a un estado que era más seguidor de otros equipos. Magallanes, libró una lucha interna contra el ser cacique y ser indio y vaya que dio pelea.
Así que sí Leones quiere regresar a las altas instancias y no asirse de viejas glorias sino ir tras nuevas páginas doradas del béisbol venezolano, debe aprender al igual que algunos fanáticos (dudo que Sicilia quiera aprender, él dice saberlo todo) a ser amigos, hermanos, figuras de verdad, ejemplo y ponerle mucho ahínco y algunas sonrisas.
Por lo pronto, mis mejores deseos a Tiburones y mi ligar a mis Tigres. Una batalla justa y digna de aprendizaje en todo momento, aparte de que estará llena de jonrones, algarabía y una que otra polémica menor.
Saludos a la gente de Cardenales y Bravos, ustedes se reescribirán y batallarán con gallardía cada año también.
P.D.: Me preguntan el porqué Carlos Sicilia habla mal y odia a todos y lo expresa pisoteando al público siendo una figura pública. La respuesta es muy simple: El yoísmo es una enfermedad que él manifiesta y encuentra eco entre quienes piensan que odiando y estimlando el desprecio, se vence a los falsos enemigos y se es superior. El ser preparado no te cura de ser un patán.