Para algunos, Menorca es solamente lo que reflejan los libros de geografía
o los sitios web, la isla más oriental y septentrional de las Islas Baleares, la
segunda en extensión y tercera en población del archipiélago mediterráneo.
Para muchos más, es el paraíso de España.
A la misma se puede llegar en barco o en
avión. Y su infraestructura pensada en el turismo, la recreación, el convivir
con la naturaleza, le hace un sueño para los viajeros que son bien guiados
(como buscamos en este artículo), para que maximicen su convivencia y disfrute.
Iniciar con lo básico, económico e
indispensable, que es el alquiler de un coche en Menorca, una solución integral para la movilidad y regocijo a
todas horas del día, con seguro que le ofrece protección integral. En el coche, puedes recorrer con tranquilidad los 45km de
punta a punta de la isla.
El hospedaje en hoteles, apartamentos,
villas o casas rurales hace del alojamiento una delicia que no te aleja del
desenvolvimiento en tu hogar. También están diseñados para albergar familias
enteras, lo que ayuda a la reducción de costos.
Las playas ofrecen gran variedad de
disfrute, desde olas para surf, práctica de submarinismo y ecoaventuras, aguas
serenas, piragüismo, snorkel, catamarán, veladas románticas en barco o vela en
los atardeceres, idóneos para las parejas.
El senderismo, camping, montar a caballo
o ver las famosas carreras de trotones, la espeleología, enoturismo, son el
aporte a la convivencia natural y la aventura, sellos indubitables de Menorca y
que son orgullo para los españoles que les visitan en sus vacaciones de julio y
agosto, aunque el turismo en Menorca es ideal todo el año, millares de viajeros
en éstas últimas décadas así lo han demostrado y comunicado al mundo. Se hace
mucho uso de la bicicleta, posibilidad ésta muy cómoda ante lo adecuada y bien
estructurada de su vialidad.
La vida cultural de
Menorca es rica en historia, tradiciones, arquitectura, museos, parques y
jardines, sitios de turismo y aprendizaje acuático. Los paseos familiares, que
se recorren en coche con suma tranquilidad y bajo la buena guía de los
habitantes, son una experiencia enriquecedora que muchos han repetido, por lo nutritiva
que es, como también es amplia y apetitosa su gastronomía, reconocida como las mejores de
Europa y que se disfruta en pareja o entre amigos en los muchos lugares
recreativos diurnos, como en las discotecas y bares de clase que engalanan la
vida nocturna de esta paradisiaca isla.
Viajar a Menorca es darse
más que una vacación, es renovarse e inspirarse para dar más de sí, para los
suyos, para usted y muchas veces más, para regresar a este sitio de deleite que
le invita a recorrerle en coche, moto, bicicleta, caballo, bote o a pie, para
que vea una de las maravillas turísticas que honran a la madre patria.