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¡Y listo, ya estás participando!, (vamos a verificar que seguiste los pasos, éste concurso no está respaldado por Instagram, sólo para personas que vivan en Venezuela, el premio será transferido en bolívares a una cuenta bancaria).
Presento mis disculpas por el título y comienzo del post, no hay concurso aquí, por lo menos no al momento, pero sí está interesado, siga leyendo la reflexión que se une a lo que estamos viviendo.
Y sí, señoras y señores, de la forma como comienza este artículo es que se ha llenado Instagram en los últimos meses en Venezuela. ¿Ilegal?, ¡para nada!, ¿molesto o malo?, ¿por supuesto que no!, ¿algo esperanzador y desesperanzador!, pues ¡como cualquier juego de envite y azar!
Aunque lo de los concursos tiene un par de años y hay cuentas explícitamente abiertas para participar en todas (son llamados "cazadores de concursos", cuyo interés no es compartir, sino obtener todo sin sentir o interesarse por la marca, le juegan a todo), en los últimos meses la modalidad ha cambiado y ¿saben gracias a qué?, pues seguramente
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
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¡Y listo, ya estás participando!, (vamos a verificar que seguiste los pasos, éste concurso no está respaldado por Instagram, sólo para personas que vivan en Venezuela, el premio será transferido en bolívares a una cuenta bancaria).
Presento mis disculpas por el título y comienzo del post, no hay concurso aquí, por lo menos no al momento, pero sí está interesado, siga leyendo la reflexión que se une a lo que estamos viviendo.
Y sí, señoras y señores, de la forma como comienza este artículo es que se ha llenado Instagram en los últimos meses en Venezuela. ¿Ilegal?, ¡para nada!, ¿molesto o malo?, ¿por supuesto que no!, ¿algo esperanzador y desesperanzador!, pues ¡como cualquier juego de envite y azar!
Aunque lo de los concursos tiene un par de años y hay cuentas explícitamente abiertas para participar en todas (son llamados "cazadores de concursos", cuyo interés no es compartir, sino obtener todo sin sentir o interesarse por la marca, le juegan a todo), en los últimos meses la modalidad ha cambiado y ¿saben gracias a qué?, pues seguramente
¡A la cotización del dólar paralelo!
Muchos de los que financian los concursos se encuentran fuera de Venezuela y, sin importar el país, buscan en el mercado de Venezuela influir con las marcas propias del país donde se encuentran, además de vender su propia imagen aunque sea un poco vanidoso.
Es así como vemos a viajeros errantes, atletas o entrenadores, artistas o "influencer" de redes sociales impulsando concursos que ya están pagando premios de cien millones de bolívares, que al día de hoy, 06 de junio de 2018 se cotiza a dos millones de bolívares. Entonces su inversión es de 50 dólares que recaban pronto hasta lavando platos, pero se les retorna haciendo promoción a un negocio o marca, siendo su impulso.
Antes los concursos de viajes, teléfonos, mercados, estadía en hoteles, casas, dinero, carros, muebles, tablets, televsores y demás, eran parte de toda campaña de marketing bien estudiada y con los elementos publicitarios idóneos y las personas imagen ideales para que la gente participara. Era como un adicional.
Ahora no, un premio de cien millones de bolívares se transforman para cualquiera en "voy a comprar un kilo de queso, dos pollos, arroz, pasta, azúcar, pagar el arreglo de los zapatos o pantalones, comprar una medicina o etc., y ya se fueron", la ilusión es poder paliar la situación que ellos no se buscaron, sino la que propició nicolás maduro y que busca empeorar, cosa que parece que hace más por gusto que por ignorancia o por plan de la patria.
Para nada es malo
Aquí debo hacer énfasis de que no es malo que existan los concursos en Instagram. Yo participo a gusto. Y sí, veo a marcas y negocios que aún lo hacen como comenté antes, bajo líneas de mercadeo, rifando helados, productos, servicios, en fin, según su línea de trabajo. Lo que siempre deseo es que lo gane quien lo necesita y no quien sólo participa para obtener y revender, sin sentir el producto y menos a la marca.
Lo incómodo es que hay quienes lo hacen para que los demás vean su felicidad fuera del país, lo que da un toque nostálgico que va en detrimento del sentir de Instagram, que es compartir con equidad. Así que -por ejemplo- los que tienen páginas de viaje, más mesura y sobriedad al mostrar su placer, para no herir susceptibilidades en un país que está frágil, quebrado y desvencijado.
Ojalá cambie la situación y los concursos sean para más personas, premios que se adapten a un presupuesto real de quien lo impulsa, que el dólar baje (aunque me digan iluso, debo soñarlo y exigirlo) y que quien participe sea buen ganador y buen perdedor. Y que el promotor les responda.
"Deudas de juego son deudas de honor".
Y mis Instagram son @HUMORISTECH y @PUBLICISTECH, allí puedo impulsar su concurso, negocio o ayuda social. Porque sí usted sintió que ésto era una crítica a los concursos, se equivocó, lo es a que el tipo de cambio nos perjudica y a los que corrompen las oportunidades justas de participar con gusto ante una marca o persona conocida o no, pero con la que nos identificamos.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
