Tanto por la hiperinflación, la deficiencia en
los manejos de los bienes del Estado, la corrupción y las diversiones sodomitas,
la improvisación y la indolencia; la falta de visión productiva, unitaria y sin
alabanzas ni idolatría además de la falta de prioridades claras y equilibradas,
han hecho de los venezolanos la nueva mano
de obra barata del mundo.
Y eso estaría bien si el ofrecimiento fuere
acorde al mercado sin alterarlo, más bien alternativo y en áreas específicas. Pero
ahora, migrando o conectándose –a como podemos- con el mundo para el teletrabajo,
nos hemos hecho baratos para sobrevivir y eso, está siendo mal visto por los
demás países.
¿Xenofobia?, no sé, aunque los comentarios nos atañen
negativamente todavía no la haya en el mercado online, no así entre los
migrantes personales donde de cada 10, uno la sufre y ya en países bien claros:
Perú, Ecuador, Panamá y en grado menor pero incidente, España y Chile.
Acá no les narraré con la organización del
problema, porque aún el mismo está en tiempo real. Más bien es una catarsis de
lo que siento y entiendo de lo que cada día veo desde hace unos meses en foros,
chats, artículos, etc.
Sobre el mercado de trabajo online para la redacción
Programadores, diseñadores, influencer,
youtuber, productores de webinarios, propietarios de páginas web o blogs en una
amplia diversidad de áreas, industrias, marcas y particulares, requieren
asistencia en el armado de sus páginas para exponer, informar, vender,
promover, etc.
Lo que más se buscan son redactores seo y también community
manager. Sobre los primeros, los venezolanos estamos bien ocupados en darle
vida a las páginas web.
Los clientes que aparecían en varios foros de
negocio como FOROBETA, antes del
boom del permiso de porte y uso de dólares en Venezuela desde 2018 (que para
nada es dolarización, entiéndase de una vez), cancelaban a los redactores $1
por cada 100 palabras en el artículo que incluía la imagen libre de derechos de
uso como las de Pixabay y su montaje
en las webs o blogs con tecnología WordPress,
buscando dejar el Yoast SEO en verde
y en mayor o menor grado, la legibilidad.
(De ser necesario, luego hablaré sobre ello en
otro artículo).
Pues bien, de hace 2 años para acá según me dan
referencias, el boom de venezolanos redactando y ofertando llevó ese precio de
$1 x 100 a $0,50 – 0,30, 0,25, 0,20 por cada 100 palabras.
Eso trajo desventajas para los venezolanos y
personas de todas las nacionalidades que tuvieron que bajar sus precios para
poder competir o simplemente retirarse de algunos foros, molestos con los
venezolanos que bajaron precios.
¿Comprensible?,
sí, porque tienen su razón y lógica y vamos a exponerla así:
Un artículo de 1.000 palabras es entre 2 y 5
dólares actualmente, según el cliente. Antes eran mínimo 10 dólares.
Claro que el pago es mayoritariamente por
PayPal, Zelle, Western Union, Skrill, Payoneer o bitcoin que al cambio a
bolívares está por debajo del alta tasa referente del Banco Central de
Venezuela y de la que este ente desplazó, Dólar Today.
Entonces con 5 dólares aproximadamente para
finales de junio de 2020, cobrarían unos Bs. 900.000 por ese artículo.
¡Ningún diario, revista, boletín, gerencia de
medios de una industria venezolana te va a pagar eso por ese artículo!
Con ese dinero, al día de hoy compras medio
kilo de queso, una Harina P.A.N., una margarina y un refresco de un litro.
Comen de dos a tres días, dependiendo de cuántos sean en casa.
Y eso se hace a diario, echándole ganas,
cumpliendo con un cliente fijo o varios esporádicos, con variación de precios,
ofreciéndote, pescando.
Más, ese dinero es insuficiente quizá hasta banal en otros países. ¡Obvio que
sale el disgusto, porque el dinero tiene ese poder!
Yo, estoy con un señor español -amable y bien documentado- que me paga $0,20 por cada 1.000; es mi segundo cliente SEO, pero sí paga a tiempo (el anterior me quedó debiendo casi $90, pero con su blog aprendí el manejo del Yoast SEO); y hasta paga los costos de manejo de PayPal, algo que casi nadie hace, así que por cada pack (paquete), de 10 artículos que es su mínimo, cobro $20.
Él me comenta tener 100 nichos (webs) con
diversas temáticas. Eso significa meses de trabajo seguro para cubrirlos todos
y podemos volver. Y no soy solo yo, tiene otros 6 redactores para cada uno.
¿Acaso es malo eso?
Grano a grano, la gallina se llena el buche.
Entendiéndose por gallina quienes sí pueden
darse la libertad de ir a ese ritmo de dinero. Otros, simplemente no pueden…o
no quieren.
La ansiedad y/o las ínfulas, son malas
consejeras.
¿Suficiente?, pues somos tres en casa propia.
Personas que aprendimos a administrarnos en las duras. Con aspiraciones pero no
desbocados en ellas, paso a paso, humildad
con comodidad es la meta.
Por eso me tengo que poner a investigar, armar,
hilvanar, redactar como para mí, pero mejor, para amarrar al cliente. Y Dios me
permita hacerlo por años.
Ello ha motivado el relativo abandono de mis
blogs y me duele, pero quien diga que redactar no agota, es que no lo ha hecho
o no sabe. La mente se cansa y ésta, cansa al cuerpo.
Y entonces la explosión es la siguiente…
Con un mercado que se está saturando de
venezolanos, los redactores y contratantes de otros países se ven amenazados
tanto por precios unos, como por la baja calidad de otros.
He leído infinidad de veces de artículos realizados
por venezolanos que no cumplen con las pautas SEO para que los buscadores web
los perciban y asciendan posiciones en Google o Bing o Presearch.
Y esos que los hacen se jactan de hacerlos así,
lo que nos mal ponen. Pero les contratan porque son ya los venezolanos la nueva mano de obra barata del mundo.
Y las críticas van desde el mal uso del H1, H2,
H3 H4, negritas, keywords, enlaces, longitud del título, no dejar el Yoast SEO y la Legibilidad
en verde, el copia y pegue, la falta de sintaxis, los malos atributos
<<alt>> en las fotos, etc.
Aunque los periodistas sabemos –al menos
deberíamos- las 5W y la H, acá en la redacción SEO todo cambia. Y los demás
profesionales que se meten a ello, también deben saberlo.
Hay quienes no contratan porque el precio les
parece sinónimo de mala calidad y niegan chance a quienes sí podemos demostrar
lo contrario, pero se entiende.
Otros, porque al no saber manejar bien el Yoast
SEO o depender de él, se duda de su capacidad de redacción personal.
(Te aclaro sobre el Yoast SEO ya, porque quizá no sabes, ese un complemento de WordPress que te explica qué hiciste bien, regular, mal, con sugerencias prácticas, algo que no tiene Blogger).
Al punto entonces…
Se me hace difícil la objetividad o
subjetividad para ser más realista sobre éste tema, porque acá todo el mundo
tiene razón y falla.
Razón: Hay quienes
redactan –redactamos- muy económico
y eso perjudica a otros en conseguir clientes.
Falla: El mercado es
demasiado amplio, decir que somos los venezolanos
la nueva mano de obra barata del mundo y por ende quitamos clientes y que
somos incumplidos, es parte de ese pecado de por uno, pagan todos, que no debería jamás aplicar en el mercado
laboral.
Razón: Hay quienes se
venden con bombos y platillos en redacción SEO, programación, diseño, etc., y
son incumplidos.
Falla: Sobresaturarse
de trabajo y de ego, daña cualquier trabajo, incluso el trabajar desde casa u
oficina. Y ello repercute en las bolsas de trabajo.
Razón: $2 por
artículo perjudica a un peruano, un ecuatoriano, una mexicana, una española. Y
hasta perjudica a un costarricense o argentino que contrate y pensando que por barato
le va a ir bien o regular (acomodar detallitos) y no es así. Para sus economías
es netamente poco rentable ni a la sumatoria del mes.
Falla: Hacer un
salario mínimo venezolano (finales de junio 2020: $2), con un solo artículo, es
motivo de seguir “echándole pierna” a
ese precio sin pensar en perjudicar a otros, sólo pensamos en la suma mensual y
que podemos hacer hasta 3 artículos diarios, según el grado de dificultad y
nuestra buena pro en hacerlo de calidad, jamás por salir del paso.
Razón y Falla
mutua: No hay estándares válidos porque cada país se maneja en
inflación distinta, costos nacionales e internacionales distintos; la ley de la
oferta y la demanda funciona así. Cada quien valora y prioriza sus necesidades,
pero nadie debe hacerlo en detrimento de otros y quien lo haga, debe ser
denunciado, corregido o execrado.
Los clientes deben disponer y los ofertantes
proponer; no al revés. Y de hacerlo, hay que buscar el punto mutuo. Aunque los
venezolanos ganemos en un artículo el salario mínimo mensual, debemos ganarlo
con sinceridad, con el sí puedo con esto, intentaré y si fallo lo reconoceré a
tiempo para n perjudicarle, ser honestos y humildes sin confundirlo con
sumisión.
Etiquetarnos diciendo que somos ahora los venezolanos la nueva mano de obra barata del mundo es algo ofensivo y además, hasta loable. Porque no nos hemos salido de nuestro rango.
Gasolina, comida, ropa, con cobros en dólares a
éste nivel, sí se pueden lograr con ahorro y bueno, dependiendo de la carga
familiar, salud, conexión y hogar.
Pero ¿cuántos somos?, pocos, no llegamos ni a
1000 redactores seo web en el país, así que no somos tan incidentes para los
clientes y menos, para ayudar a un país.
A mí me duele que haya gente comiendo de la
basura, delgada, ojerosa, “pariendo”
por medicinas. De hecho me ha ocurrido. Y hay quienes me han ayudado y con esto
así lo haré (este es mi primer mes y me atrevo a hacer el artículo por ver
resultados, rogando se mantenga en el tiempo).
¿Incidimos en la economía?, del entorno
inmediato sí, pero no para mover al país, esto es más grande que nosotros y nos
empujó a esto y por eso hay quienes nos consideran parias, pepenadores, vagabundos,
agarra barato, muertos de hambre.
Somos entonces los venezolanos la nueva mano de obra barata del mundo porque de ser de
otra forma, ni queso, ni harina, ni un par de guayabas quizá podríamos comer y
habría que emigrar, cosa que también es un problema por costos, países,
situación mundial y porque hay muchos que dicen que los venezolanos por bien
preparados, salimos fue a quitar empleos a otros países.
Reitero mi felicidad (no conformista) porque estoy laborando así. En este rato de libertad esto escribí y espero guste, trataré de seguir escribiendo para mí así como trataré de seguir escribiendo para los demás. Porque ahora el trabajo desde casa, es el presente y futuro. El precio a pagar sólo debe ser dinero, jamás la desunión latinoamericana, porque “para todos, hay”.
Lcdo. Argenis
Serrano - @Periodistech
CONSEJOS ADICIONALES
Por si vas a iniciar, ya lo hiciste, te
interesa, etc. 10 consejos breves:
1) Valora tu tiempo, tus necesidades reales, en
especial necesidades básicas, medias y muy luego, las impuestas (gustos y
enseres).
2) Ve los precios de los demás y observa si
estás en capacidad de ofrecer lo mismo o más. De no ser así, mejórate, pero
sigue buscando.
3) Pide la información total al cliente de lo
que quiere y espera; habla como adulto firme pero muy respetuoso.
4) Si te vas a dedicar, calcula bien qué puedes
hacer y sobre qué. No te satures y siempre considera los factores externos
negativos, eso te hará trabajar en positivo.
5) Cumple los tiempos, comunícate, sé sincero.
Trabaja lo ajeno, como para ti, pero sin perder el sentido de la propiedad, o
eres dueño, eres proveedor.
6) Escribe con el corazón, revisa como cliente,
adorna como artista, salte de lo cuadrado.
7) Busca como hilvanar las keywords, uso de
negritas, subtítulos e imágenes con gracia bañada de responsabilidad.
8) No hagas que tu precio bajo, le salga caro a
otros.
9) Cada mala experiencia es para aprender, así
como las buenas.
10) No dejes de leer y escribir, de ver y
describir, de preguntar y responder. Eso te hará mejor redactor y mejor persona
en la vida social real y virtual.
Ñapa: No te conformes. Y no olvides dónde estuviste, a quién viste, quién te ayudó e inspiró, para que al ver hacia adelante, seas tú parte de quienes inspiran, ayudan, alientan.
Así se debería de empezar a acabar la tragedia
nacional, desde la moral y luego, al dinero.
"Un amigo de mi hermana que es proveedor en Chile le comentó hace años que Venezuela sería la próxima China, en relación a la mano de obra barata y subpagada". Marina Lozada