Usted puede ser despedido del trabajo por muy eficiente que
sea el desempeño individual que posea como persona con mando de personal; nada
o quizá muy poco conseguirá si no cuenta con el decidido respaldo de sus
subordinados. Los supervisores saben
bien que los empleados no dan de manera espontánea su apoyo.
La lealtad de sus subordinados es algo que usted debe
ganarse. Quien no se gana esa lealtad puede terminar siendo despedido del
trabajo.
¿Qué provoca el abandono y por ende que un supervisor sea despedido del trabajo?
Algunas personas pueden pensar que ese jefe era perezoso o no
dedicado realmente a sus labores, pero difícilmente ese es el caso. Cuando los
empleados retiran su apoyo es porque su jefe inmediato consistentemente hace
cosas que socavan el respeto que sus empleados se tienen a sí mismos y destruye
la satisfacción que les produce su trabajo.
Los primeros signos para ser despedido del trabajo son una
declinación del entusiasmo y de la moral de los empleados. A esta caída le
siguen:
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Incremento del ausentismo.
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Descenso en la productividad.
-
Aumento de los problemas relacionados con la calidad.
Cómo se es despedido del trabajo
Los siguientes errores son los que causan malestar entre los
empleados, en particular cuando quien dirige los comete repetidamente:
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No escuchar las ideas y sugerencias de los empleados.
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Criticar o decirle que será despedido del trabajo a los empleados
en presencia de sus compañeros.
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Omitir el elogio al trabajo bien hecho.
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Mantener a los empleados ignorantes de los planes de la
compañía.
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Ser excesivamente perfeccionistas y no enseñar a acompañar
tales deseos (no poseer una metodología prístina).
Cómo examinar sus propios puntos débiles
Al auto - conocerse en el área laboral y así comprendiendo
cuáles son sus puntos débiles, se termina examinando, comprendiendo y mejorando
estrechamente la manera de relacionarse con los empleados. Este es el camino
para volver a ser contratado por los empleados a su cargo.
El primer y crucial paso para evitar ser despedido del
trabajo por haber sido recontratado por
sus empleados y no por sus empleadores, es obtener información anónima de
sus empleados.
Tal información es conocer sus expectativas, cómo ven ellos su
desempeño cuando usted no está, sus debilidades, su manera anacrónica o poco práctica
de trabajar; el exceso de perfeccionismo y el rigor de no poder aplicar un poco
de sí en el desempeño de sus funciones.
Cuando un jefe obtiene esta información y con ésta el cómo se sienten ante esa persona que ocupa
el cargo de liderazgo, bien que las cosas podrán ser diferentes. No es
cambiar su personalidad ni aplicar el “no
me importa el que dirán”, este conocimiento es corporativo y además de
ayudar al clima humano, aumenta el valor productivo del área, empresa, etc. y
usted crea un grupo que le ayude a cumplir en todo nivel para lo que usted ha
sido contratado. De no lograrlo y al ser la cabeza, no hay duda de que será despedido
del trabajo y eso quedará en su hoja de
vida.
Lo que usted puede hacer para mejorar
Entréguele a los empleados un cuestionario relacionado con su
comportamiento al que pueden responder anónimamente. Si no pueden hacerlo así,
que exista la promesa de que nada de lo que digan será objeto de retaliación.
Dicho cuestionario ha de ser preparado por alguien ajeno al
departamento y también co-cualificado para mayor objetividad.
La información aportada por el personal es mucho mejor que lo
que se aprende en un seminario o
webinario.
Con la información ya depurada, usted sabrá cuáles áreas de
su desempeño requieren ser mejoradas y evitar así ser despedido del trabajo.
Por ejemplo: Si la mayoría de sus subordinados indica que
usted no es suficientemente abierto en materia de comunicación, es probable que
usted necesite hablar más con ellos, de
manera formal e informal.
Maneras de permanecer “contratado”
Establezca metas realistas.
Evite estándares que sean demasiado exigentes u otros que por
fáciles no representen un desafío para los empleados. Muchos trabajadores
desean que les pongan a prueba y desafíen con justicia, sus capacidades.
Desarrolle a su gente.
Destine algo de su tiempo a adiestrar en nuevas ocupaciones a
sus empleados, controle sus progresos y ayúdelos.
No olvide elogiar o criticar (de manera constructiva).
Ambas cosas son evidentes indicios de que usted se preocupa no
tanto de ser despedido del trabajo, sino de que el trabajo rinda productiva y
humanamente. Esté seguro de elogiar cuando sea merecido y de criticar justa y
constructivamente cuando se considere necesario.
Para evitar ser despedido del trabajo, escuche a los empleados.
Un trabajador puede llegar con una sugerencia que ya ha sido
probada antes o es obviamente inaplicable.
Escuche respetuosamente, agradezca a esa persona y explíquele
con el mayor tacto posible porqué la idea no funcionará. Si así lo hace, el
trabajador lo respetará por su honestidad y franqueza. Insístale en que siga
procurando nuevas ideas y que las exponga; los aciertos vendrán y su estima y confianza
hacia usted, crecerán.
No incurra en favoritismo.
Distinga claramente entre asignar tareas a las personas que
puedan realizarlas y arbitrarias asignaciones que tengan claramente como base
el favoritismo.
Ayude a progresar a los empleados.
Si no hay oportunidades de promoción dentro de su
departamento, ¿Qué decir de algún otro lugar en la compañía? Explíqueles a los
trabajadores que un movimiento lateral a otro departamento puede darles la
variedad en experiencia que haga posible su posterior promoción. Insista a esa
persona que el cambiarle no es decirle que será despedido del trabajo, sino que
se espera de ella nuevas y mejores cosas, que no se le quiere encasillar y
hacer monótona su existencia. Que empujarle a crecer, es una forma de querer.