Robin Hood, la historia del que tuvo que hacer lo que no debía, por los demás (el fin justificaba los medios). Quizás sea el mismo fin, pero Richard Mardo no usó ese medio de robar, sino de invertir para otros.
Él se hizo trabajando, con el tiempo estudió, invirtió en su futuro con su familia, tuvo carro y casa, casado felizmente y con su bebé que le enorgullece. Y como dicen por allí "quien tiene un hijo, tiene todos los hijos del mundo", él tiene en sus manos el don de transformar las colaboraciones en un paso al frente para las personas. Con sus gastos cubiertos, con su rectitud y un gran gusto por Aragua, sintiéndose ya un señor completo ¿para qué se va a embasurar la vida a drede o cómo no va a estar pendiente de lo legal, cuando sabe que son las leyes lo que hacen que una persona no sea anárquica?
Ahora, con un juicio montado y bastante ruin en su montaje; con una persecución mediática y de reconcomio de quienes son pagados para ello, porque en su mayoría los adeptos al gobierno que no son tarifados o asalariados adictos a ellos ni se ocupan en ofenderlo, le creen y hasta por él han votado, pues en estos instantes Richard Mardo vive una presión injusta y Aragua con él.
Porque sin ser materialistas: ¿Quién le ayudará a la nueva peluquera con implementos para arrancar su negocio personal?, la señora a la que el viento le voló las láminas de zinc y no tiene para reponerlas ¿qué ente se las daría? y de hacerlo ¿cuánto sería el trámite burocrático?
La madre de morochos, que sabe que los coches son carísimos y mucho más de doble asiento; el señor que requiere una silla de ruedas para VIVIR SU VIDA CON DIGNA COMODIDAD; la parejita nueva que pidió una cama, donde se hacen los sueños y la nueva vida; la señora que requiere medicamentos; el muchacho que quiere mostrar su música y consiguió una guitarra.
Canchas arregladas, enseres deportivos; casas pintadas; trabajo comunitario por igual (Tricolor).
Cosas que son materiales pero tienen un fin: SUEÑOS, VIDA, VOCACIÓN, NECESIDAD, DIGNIDAD, PROGRESO.
En Aragua pedir eso en una alcaldía, gobernación o consejo legislativo/municipal, es una gran pérdida de tiempo, ilusiones o una macabra lotería que requiere de adhesiones, loas y pleitesía. Me consta, pues mi padre, siendo chavista, metió 6 cartas en 4 años y en cada una la respuesta era "espera, ya vienen los recursos, pero acuérdese de ir a la concentración tal camarada".
Nunca le dieron los mantos para impermeabilizar que mi papá pedía; también alegaron de que eso era mejor en fondos macro, que por uno no se movían esas cosas, ¡pero los vecinos no tenían el problema que nosotros teníamos!
Con una carta a Richard Mardo, su equipo en menos de 72 horas nos ayudó, contando con el apoyo del ahora candidato a concejal Julio Sánchez Regalado, que tan bien nos atendió y sin preguntas o peros, sabiendo que nosotros ayudaríamos a una persona que laboraría impermeabilizando.
Eso es una cadena de bienestar ¿se fijaron?
La política social es micro y macro, eso lo sabe Richard Mardo y su gente. Y Aragua lo aprendió con ellos, por eso le apoyamos en su mal momento, del cual saldrá más fortalecido que los mentirosos pusilánimes que le atacan.
#MARDOSOMOSTODOS
Argenis Serrano
