Autor: Manuel Cedeño (@SoyAspie)
El síndrome de asperger y el autismo en general dificultan la práctica de deportes por varios motivos, por las afectaciones de socialización, por la dificultad de la lectura gestual y por la torpeza motora. Todo esto puede hacer que la vida se convierta en una pesadilla cuando estamos en edad escolar, nos tildan de mami, mariquito, hembra, niña y todo tipo de apelativo peyorativo dirigido directamente a golpear nuestra identidad sexual.
Si el niño objeto de las burlas, y el escarnio público no tiene un buen refuerzo terapéutico, una buena comunicación con sus padres, una buena autoestima forjada desde su casa o en la iglesia, todas estas mentiras repetidas una y mil veces confundirán al niño y por la medida pequeña pueden causarle baja autoestima, rabia o timidez.
Si el niño tiene una buena autoestima, ayuda y comunicación adecuada que lo hacen entender su condición, estará seguro de que sus dificultades en los deportes no tienen nada que ver con su identidad sexual ni personal, son sólo afectaciones de un síndrome que no lo hacen ni más ni menos, solo diferente.
Cuando crecemos ya nadie nos puede obligar a hacer deporte y las burlas por esta razón ya no son un problema. Sin embargo el hecho de no hacer ningún deporte traumados por las malas experiencias del pasado sí pueden causarnos problemas de salud asociados con el sedentarismo. Las consecuencias de este sedentarismo se agravan en el adulto con autismo igual que en cualquier persona con el paso de la edad.
Con respecto a esto quiero decirle a todas las personas con asperger o autismo algunas cosas.
A los niños:
Primero: el hecho de no saber jugar pelota no te hace menos varón. La masculinidad no está dada por la habilidad con la pelota, no dejes que esas palabras que te dicen mellen tu estima. Eres quien eres, no lo que ellos dicen.
Segundo: Tu autismo no te incapacita para hacer deportes sólo lo dificulta, se te hace más difícil que a cualquiera, más duro, pero si te empeñas, si te obsesionas puedes ser tan bueno como el mejor, en el deporte que quieras, a un costo mucho más alto, con un esfuerzo mucho mayor, pero aún así puedes llegar más lejos, aunque yo personalmente con el deporte no lo hice, a mi edad ya sé que es así.
A los adultos:
Después de los 18 años es muy difícil aprender muchas cosas de la misma forma como lo hicieras si fueras niño, pero es necesario que ejercites tu cuerpo o terminarás enfermo de en muchas áreas. Tu autismo, sea cual sea, no es impedimento para hacer deportes, si bien hay un gran número que se te dificultan como consecuencia de ello, hay muchos otros que puedes hacer tranquilo y que no necesitan mucha habilidad ni socialización, sólo disciplina, tales como las pesas, la natación, trotar, caminar, físicoculturismo, máquinas, o hacer ejercicio con el propio peso de tu cuerpo.
Yo a los 18 años empecé algunos de estos deportes porque por sugerencia de mi mamá quería prepararme para entrar en la academia militar, pero aunque no pude entrar me quedó la costumbre de entrenarme. Muchas veces paro largo rato o hasta años, pero luego comienzo otra vez. Puedes y necesitas practicar un deporte, no sólo por ti si no por todos los que amas.
Tengo un pequeño gimnasio personal en mi casa, y aunque muchas veces me desanima y me aburre luego lo retomo con fuerza. En estos días sólo estoy haciendo orbitrek y/o bicifija (spinning) que fue lo que el médico me recomendó, pero pienso retomar otras máquinas. Al principio cuesta pero luego que lo haces terminas satisfecho de haber hecho algo por ti y por todos los que te aman, porque si tú estás bien, ellos están mejor y tú puedes dar lo mejor de ti. Eso siento.
Comienza hoy.
Fuente: Muro de Manuel Cedeño en Facebook