Vayamos
en primer orden, con algunas definiciones básicas, sin con ello querer
subestimar sus conocimientos, pero aunque suene engorroso, es necesario poder
reconocer para sí mismo el decidirse sí comprar una casa, sí compra chalet,
piso (apartamento), etc.
Casa: Construcción cubierta, destinada a
ser habitada.
Piso, Apartamento: Vivienda
unifamiliar en un edificio de varios pisos, generalmente constituida por una o
dos habitaciones, cocina y baño.
Chalet: Se refiere a la edificación
de, al menos, una planta dotada con jardín y que se reserva para el alojamiento
unifamiliar.
Desde que el ser humano emigró de
cuevas, según la teoría evolucionista, o salió del Jardín del Edén a
campamentos, construcciones labradas y similares, según el Antiguo y Nuevo
testamento, su ocupación ha sido precisamente ocupar un lugar propio, noble, en
el que se forje a una familia, una historia y ésta se transforme en un hogar.
Sea cual fuere su elección, el verdadero valor es el cariño y cuidado que usted le dé y siempre sentirse orgulloso y humilde por el esfuerzo que tuvo para lograrlo.
Estar en la realidad
Todo el mundo merece, quiere,
necesita un hogar. Y la emoción de la libertad de elegirlo y vivirlo,
compromete y acrecienta el desarrollo psicoemocional de quienes labran un
futuro para el mismo.
La compra de una casa, piso o
chalet son basados un estudio personal basado en sus necesidades,
requerimientos, posibilidades económicas – de mejora – de traslado. Tal decisión
es guiada por un patrón que el mercado entiende o al menos debería comprender. Tranquilos,
en su mayoría lo hacen y de allí se despliega un menú de posibilidades que
trasciende la típica compra – venta en la vía presencial, llegando a la vía virtual
con la misma efectividad y confiabilidad.
Su trabajo, solidez profesional o
de oficio, sus oficios en créditos bancarios y respaldo de fiadores, se
convierten en la casa de sus sueños y protectora de sus necesidades. El patrimonio
de sus hijos y su seguridad, un triunfo compartido en familia. Tener una casa
es comprometerse a laborar para su obtención, mantenimiento, crecimiento y
trascendencia.
Cuando se quiere o se debe evolucionar
Existe un compendio de ocasiones
en que a una casa, apartamento, chalet o similar se les ha de dar un adiós, sea
planificado o no. En su mayoría, por motivos de ir a mejor o al menos eso
queremos desear a todos ustedes, lectores.
Pues bien, la venta de un hogar
nunca equivaldrá a vender los recuerdos, sólo a colaborar a que quienes vengan,
tengan una historia como la que usted tuvo y soñó. Ese debe ser el principio,
que la venta traiga la satisfacción al ser, así como le será base para su nuevo
hogar y sus nuevas vivencias.
La venta – compra de su hogar,
también está por encima de los métodos tradicionales. Las vías virtuales están
dando alta competencia en el mercado por su grandísima efectividad y manejo de
papeleo hecho por profesionales en el área, que le guían con los ítems
adecuados vía web.
Quede como conclusión, que más que
una obligación para la supervivencia, una casa es el espacio seguro y sólido
para que exista el amor y el crecimiento social, ambos son el fuego perenne que
consolida a un buen y bien querido hogar.