40%. A punto de ser alcanzado y quizá superado por el fútbol
(soccer) en las preferencias de la fanaticada, el béisbol enfrenta un problema
generacional: los niños y jóvenes mileniales no se conectan con un juego que
consideran lento, lo cual ha hecho bajar la asistencia a los estadios y el
rating de televidentes.
No obstante, es muy temprano para declarar la decadencia del
“pasatiempo nacional” de Estados Unidos, aunque estimamos que el declive en las
preferencias continuará a menos que se introduzcan cambios que dinamicen el
juego.
Javier
Brassesco
Decir béisbol
es decir Estados Unidos. Aunque juegos con bate y pelota existen desde los
tiempos más antiguos, ese deporte tal y como lo conocemos nació y se desarrolló
en ese país y desde allí se fue al Caribe, donde tantos países lo hicieron
suyo.
El
oficial Abner Doubleday y Cooperstown, las reglas de Alexander Cartwright de
1845, los Knickerboxers de Nueva York (el primero de todos los equipos), el
primer juego en Nueva Jersey… todas las leyendas y todos los hechos comprobados
mezclan la historia de Estados Unidos con la del béisbol.
Sin
embargo los últimos tiempos no han sido benévolos con este deporte de paciencia
y reflexión, y en donde muchas veces parece que no está pasando nada. Una
de las víctimas más impensadas de internet parece haber sido el béisbol, que
cada vez llama menos la atención de los más jóvenes, incapaces de prestar
atención a nada que vaya más allá de los dos minutos: siempre
hay tareas impostergables como chequear el correo o el WhatsApp, ver cuántos
likes tiene nuestro post en Facebook o esa foto que publicamos en Instagram,
buscar algo en Google…
La
Serie Mundial de 1987 fue vista por 40 millones de estadounidenses. En 2017, cuando el
país tenía 80 millones más de habitantes y más del doble de televisores,
la Serie Mundial no fue vista ni por 20 millones de personas en territorio de
EEUU. Todos los números están a la baja, no solo los televidentes sino también
las personas que van a los estadios y las licencias televisivas:
Una
reciente encuesta de Gallup muestra un dato inquietante, algo impensado hace
solo diez años, una herejía para muchos: el
soccer está a punto de superar el béisbol, y por primera vez se colocó apenas a
dos puntos. El básquet ya lo desplazó como
el segundo deporte preferido por los estadounidenses, aunque siempre muy lejos
del football.
Lento en medio de deportes rápidos
En parte el problema es que el béisbol, en contra de lo que piden
los tiempos, es cada vez más lento, y ya en 2017 la MLB advertía que en
promedio la duración de un juego de nueve innings había subido cinco minutos
con relación a 2016, para ubicarse en tres horas y cinco minutos.
El
problema no es solo que un juego dure más de tres horas. Según un estudio que
en 2013 realizó el Wall Street Journal, el tiempo de acción efectiva en un
juego de nueve innings es de apenas 17 minutos 58 segundos.
La
MLB ha tomado cartas en el asunto, y así se han disminuido las visitas que se pueden realizar al
pitcher en la lomita. Intentaron también aplicar una regla para que no
transcurriesen más de veinte segundos entre un lanzamiento y otro, pero esto no
ha podido prosperar por la oposición del sindicato de jugadores.
A
pesar de los pesares, el béisbol sigue siendo un negocio multimillonario, y
generó 10 mil millones de dólares durante la pasada temporada. A mediano y
largo plazo, sin embargo, el panorama no resulta muy alentador.