Este no es un post sobre cómo buscar empleo en Venezuela, sino más bien una reflexión de cómo se está buscando empleo en Venezuela.
¿Venezuela se está arreglando?: Definitivamente NO
Mientras
existan precios internacionales pero no salarios internacionales o al menos
acordes y que siga el separatismo pobres y ricos, disfrazado con aquello de
pueblo y oligarquía, Venezuela no se está arreglando.
El
permiso de tenencia, porte y pago con
dólares no es dolarización, ya que aunque existen “procedimientos” en los
bancos para cuentas en moneda extranjera,
siempre será todo en bolívares con sus debido bono indebido al Estado, sumado
al impuesto del 3% a los pagos en dólares que cada quien estima como le da la
gana.
Esa
ilusión de bienestar que puebla las calles de perros calientes, hamburguesas y barquillas a $1 no es precisamente
que estamos mejorando. Aunque ya quienes se ocupan de buscar empleo en esos
puestos o montar los suyos propios y eso, es muy bueno.
Pero
un pensionado no anda en esas, porque el dinero se le va en pastillas y un poco
de queso y la harina para las arepas
y si se pone a comer en la calle, le dura menos que lo menos que de por sí ya
dura el salario mínimo.
Y
esas personas, los que están enfermos, quienes les cuidan e incluso las
personas mayores de 40, poco o nada salen a buscar empleo pues les es difícil
conseguir algo y si lo hacen, no es del todo digno.
En
descargo y para nada defendiendo este modelo de ¿política?, en Venezuela,
estamos menos ahogados que del 2014 al 2018, fechas en que se impusieron las
sanciones a humanos y negocios y éstos nos las impusieron a todos los
venezolanos y dicen que son los demás.
En
fin, los que nos fregaron no fueron las sanciones, sino los culpables que
fungieron como intermediarios. Razónenlo y verán, sea cual sea su posición.
Buscar empleo
Ya
con este marco hecho, vamos con la reflexión.
Mucha
gente que se fue del país sin plan o sin mística y verticalidad en el trabajo,
está volviendo. También quienes sí se fueron preparados y se encontraron en los
peores lugares con las peores gentes. Y muchos no volvieron, por esas gentes,
como las mujeres venezolanas que por bellas, fueron asesinadas por hombres que
de hombres no tienen nada.
Ahora,
estando aquí, deben de nuevo buscar empleo. Y por igual quienes nos e fueron y
necesitan al menos $40 a la semana para comida y rasguñar otros gastos para 4
personas.
Hay
parejas que salen a buscar empleo y consiguen donde les pagan semanal entre $25
a 40 y sumando entre ambos, les va más holgado, ¡Y qué bueno, nos alegramos!
Eso
significa que se está vendiendo gracias a lo que habían negado por años, el pago en dólares y euros además del
pago con Zilli, Zelle, PayPal o Binance
Pay entre otros. Ese dinero viene de remesas y trabajos varios, no viene del Banco Central de Venezuela.
Pero…
Ya
saliendo del tema económico, entramos al moral y ético. Porque definitivamente vamos hacia atrás.
Ya
ni para entregar currículum vitae hay
humildad. He visto que jóvenes llegan a las tiendas solicitando empleo y
van o con un desgano (sin ganas de buscar empleo) o con una soberbia y exceso
de confianza que raya en el mal gusto del trato.
Y
más recientemente, la entrevista de trabajo a la que un joven asistió sin usar correa y ante la
entrevistadora se le cayeron los pantalones, defendiendo él que se vestía así.
Cuando
la entrevistadora le dijo que debía usar ropa más formal para la atención al público, simplemente se
levantó y se fue, que él iba a buscar empleo donde le dejasen mantener su
estilo porque ningún lugar le iba a arrebatar su esencia y demás perorata que
en vez de rebeldía, parecía una pataleta.
¿Puede un país mejorar cuando sus ciudadanos pierden la moral y luces que hasta Bolívar aclaró que eran sus primeras necesidades?
Si
así es la manera de buscar empleo, es obvio comprender por qué en las tiendas
te tratan de “chico – chica” cuando
evidentemente la persona tiene canas y nietos al lado.
Tratar
de tú quizá no sería problema, si ese tú no fuese una derivación de igualdad
hacia abajo, sin respeto ni consideración a una dama, una persona mayor, un
caballero e incluso a los niños.
No
esperamos que sean disciplinados casi que al caletre como podrían ser los que
atienden en Mc Donald’s, Burger King,
KFC o Papa Jhon’s que tienen un formato de atención de igualdad muy bien
diseñado en pro de una respuesta igual de afable.
Pero
salir a buscar empleo para llevar todo lo peor de sí y negarse a aprender a
mejorar, sin que esto sea un cambio tajante a su personalidad, la verdad que pinta
un daño social que la población se está haciendo a sí misma.
Buscar
empleo en Venezuela tiene limitaciones de edad para el área de ventas (de 18 a
25) y para oficiales de seguridad hasta los 40 años.
Sin
hablar de cajeras, administradoras, enfermeras (muy competitivo este último, ya
que la mayoría se va a los centros privados que sí pagan) e igual mecánicos y
soldadores.
Pero
algo hay y si uno se aleja del daño que viene de las supuestas alturas del
poder, puede hacer una vida en Venezuela, buscar empleo y ver cómo alquila o
vive con sus padres, porque salvo que traiga mucha plata de su periplo por
fuera, se gane un premio de lotería o un
bitcoin, la tiene difícil para conseguir casa.
Más,
si van a buscar empleo con aquel desgano por sí mismos y por los suyos, es
mejor que se queden en sus casas ya sea trabajando por Internet o matando
tigres, hasta que la vida les escarmiente o alguien les ayude a reconstruirse
(y ojalá, les llegue).
Los
que salen a buscar empleo con formalidad, aún con la ropa más viejita que
tengan, pero con la actitud y la sonrisa amable y las palabras llenas de
respeto para que le respeten, esos sí que van a levantar a Venezuela, pase lo
que pase.
Y
son las personas que merecemos que nos atiendan y que merecemos atender cuando
sea nuestro turno.