Eliminar la afición al cigarrillo no es fácil, sin
embargo, el enorme esfuerzo que implica se ve recompensado por los innumerables
beneficios que se obtienen con una vida libre de humo. La buena noticia es que el
daño causado por los químicos de los cigarros se revierte en poco tiempo.
¡Anímese, vale la pena dejar de fumar!
Importancia de dejar de fumar
Para dejar de fumar, antes que nada hay que tener la
voluntad de querer hacerlo. Al prestar atención a este artículo significa que
ha contemplado esta opción. Por ende le daremos el empujón que necesita para
decidirse. Y no, no se asuste, se puede dejar el tabaco sin dolor ni traumas o
reconcomios ya que es menos difícil de lo que parece. Existen métodos altamente
efectivos para apoyarle en esta ardua pero loable lucha.
Lo primero que necesita comprender es que el fumar es
un hábito que se adquiere por dependencia psicológica y sobre todo física a la
nicotina. Así que mostraremos el cómo atacar a las dos necesidades.
Respecto a lo mental se piensa que fumar relaja; desde
el aspecto físico, se requieren niveles mínimos de nicotina en la sangre y
cuando disminuyen, surge la necesidad de fumar para “nivelar” la cantidad de
esa sustancia en el organismo. Así los fumadores se introducen sustancias que
provocan sensaciones placenteras inmediatas pero con consecuencias a mediano y
largo plazo, perjudiciales.
Estas sustancias se requieren para seguir “disfrutando”
y evitar el síndrome de la falta de nicotina en los transmisores químicos del
cerebro.
Cómo empezar a dejar de fumar
Lo más importante es que usted conozca sus razones para
dejar de fumar. Entre otras, pueden éstas ser:
-
Mejorar su salud en todos los aspectos
(como no tener dolor de garganta, tos o fatiga al ejercitarse).
-
Evitar enfermedades cardiovasculares,
varios tipos de cáncer o empeorar la obesidad.
-
Darle un mejor ejemplo a sus hijos y demás
niños y adolescentes en su entorno.
-
Dejar de tener mal aliento, dientes
amarillos y arrugas, todo lo cual le avejenta.
El punto de partida
Si ya se decidió a dejar de fumar, tome en cuenta lo siguiente:
1)
Ningún método es 100% efectivo sin esfuerzo,
así que dedique unos diez días a registrar en qué situaciones y bajo que pensamientos
o circunstancias le da por fumar. Al tomar conciencia de lo que detona el
hábito, aumenta su autocontrol y en consecuencia podrá disminuir el número de
cigarrillos.
2)
Empiece por no fumar automáticamente; es
decir, antes de encender un cigarrillo, piense si realmente lo quiere,
necesita, es el momento oportuno y la incomodidad que pueda causar a los no
fumadores u otras personas que están tratando de dejarlo. Luego plantéese si no
quieres fumar nada o si prefiere disminuir de manera gradual la cantidad de
cigarrillos y marque el límite diario.
3)
Acto seguido, elija una fecha. Procure que
sea un día que pueda asociar al cambio de vida, como un antes y un después. Busque
que sea un día sin tensiones; quizá lo mejor sea un fin de semana o en
vacaciones. Tire todos los cigarrillos que le queden, guarde o bote los
ceniceros y encendedores y ventile o vuelva a pintar su casa para reducir o
quitar el hedor a tabaco.
Ayúdese usted a dejar de fumar
La peor parte estará en los primeros tres días; ya a partir del quinto, el ansia es menos intensa y es más probable que la supere. Para llevar adelante esta etapa su dieta será de gran ayuda. Debe ser ligera, dando prioridad a las frutas y vegetales que además de facilitar la abstinencia, aportan Vitaminas C y B.
Durante esos primeros días consuma alimentos alcalinos
como: los higos, pasas, zanahorias, el apio y las almendras. Reduzca los ácidos
como; azúcares, trigo, pan, repostería, huevos, leche y queso. Léase bien, reducir, no eliminar.
Elimine por 5 días continuos las carnes, pescados,
fritos o guisados con condimentos fuertes (mostaza, pimienta, ají) porque todos
ellos aumentan el ansia de fumar. Luego, vaya reduciéndolos hasta que le sea
algo natural.
Huya por 10 días del consumo de postres azucarados que
impiden la absorción de ciertas vitaminas que mejoran la función nerviosa. Ya luego,
consúmalos con moderación, esporádicamente. Es mentira que las chupetas suplen las ansias de fumar.
Beba entre tres y cuatro litros diarios de líquido. Esta
cantidad se obtiene de la fruta, la verdura, las ensaladas, jugos, leche, sopas
y obviamente del agua.
Evite el café y el té por unos diez días. Al menos baje
la dosis a una taza muy pequeña y sólo antes de desayunar. Recuerde que ambos
son estimulantes del sistema nervioso y generan más ansiedad. Evidentemente es
para nada aconsejable tomar alcohol al principio de la abstinencia, al menos
unos 21 días seguidos sin él.
Busque apoyo sí ya decidió dejar de fumar
Allen Carr escribió el mejor libro de autoayuda sobre
la problemática del tabaquismo. Puede bajarlo gratis en esta dirección web http://dejedefumargratis.blogspot.com
Carr era un fumador compulsivo y logró abandonar el cigarrillo inventando
su propio método que decidió compartir con el mundo. El libro se llama “Es fácil dejar de fumar si sabes cómo”
y ha sido traducido al castellano. En ese blog conseguirá dos archivos PDF para descargar con todas
las indicaciones pertinentes.
Calme el síndrome de la abstinencia
El consumo de semillas de girasol, zanahorias y apios
crudos o galletas integrales son calmantes efectivos de la ansiedad por fumar.
Ante el deseo de fumar, respire de manera profunda, relájese,
beba agua, mastique chicle de baja azúcar y en caso de presentar insomnio,
evite el café como ya se le dijo y haga algo de ejercicio. La calistenia más
simple le podrá ayudar a relajar el cuerpo.
Si padece estreñimiento, como alimentos ricos en fibra
como cereales y verduras.
Al orinar se liberan del cuerpo diversas sustancias,
entre ellas la nicotina; beber líquidos, como ya se ha recomendado, estimula
las micciones con mayor frecuencia.
El cuerpo también expulsa la nicotina al transpirar,
por lo tanto, entre más ejercicios haga, menos use el vehículo, no se haga
fanático del aire acondicionado, más rápido sudará y más pronto expulsará las
sustancias tóxicas.
Además, ejercitarse calma la ansiedad, así que procure
hacer paseos cortos luego de cada comida.
De recordar
Toma años la expulsión por parte del organismo de cierta cantidad o la totalidad de toxinas acumuladas por el hábito de fumar, así que mientras más siga estas indicaciones, tal firmeza le hará expulsarla progresivamente en un lapso de tiempo de medio a largo, pero en el que verá otros muchos buenos resultados, incluso en su economía.
Ahorre por dos meses lo que gastaba en su dotación de
cigarrillos diarias y cómprese algo lindo. Verá en forma física externa otro de
los buenos beneficios de no fumar.