Vamos
a saltarnos la situación política, económica y moral que se ha tenido los
últimos años en Venezuela. Este artículo sobre la salud mental del venezolano no se enfoca directamente en enfocar el
problema. Es más bien un atado de preguntas que esperan respuesta.
Me
lo tomo a título personal y lo explico:
Acostumbro
a caminar mucho desde mi casa a mi sitio de trabajo y viceversa. Y me es habitual
encontrarme a muchas personas en situación de calle, gritando, colocando las
manos en la cabeza, llorando, con ojos que además de extraviados emulan furias
y caminar errático, como en búsqueda de venganza o algo así (como cuando se
exacerban los ánimos en una pelea).
Y
esas manifestaciones son iguales tanto en hombres como mujeres, cuya salud
mental no sólo está gravemente afectada, sino que pareciera que les une ese
punto en común: la ira.
Pareciera
que en su estado de salud mental sana, no pudieron construir una vida serena y
esos fantasmas se destaparon y les acompañan en su declive mental.
Quizá
por eso hay quienes recomiendan que, además de la comunicación y apoyo, se
busquen pasatiempos interactivos para aumentar la agilidad mental. Si usted
quiere ayudarse en este aspecto, sugiero que construyas espacios y personajes
interactivos, que bien los puedes crear con esta herramienta web de avanzada.
Consultando
a profesionales de la medicina, coinciden en decir que esas acciones erráticas
y hasta peligrosas, son el típico actuar de quienes son paranoicos.
Y por ello, me pregunto...
Al
ver tanta coincidencia, me preocupé por la salud mental de ellos y en general
de todos, porque nadie es inmune a un episodio de afectación así.
Quiero
dejar estas interrogantes abiertas a los lectores, en especial a los
especialistas en psiquiatría y psicología para que aporten orientación tanto de
las causas como del qué podemos hacer.
Las
preguntas que me formulé fueron:
-
¿Por qué tantas blasfemias, gritos de reproche,
nombres o sitios recurrentes con dolor, ira, reconcomio?
-
¿Acaso un mal episodio, fue el quiebre y
lo único que se puede recordar y vivir de manera perenne?
-
Al trastocarse su salud mental, ¿Qué
puede quedar de la persona que era antes?
-
Esos episodios de paranoia, ¿Cómo afectan
al resto del organismo?
-
Cuando se defienden atacando o se nota
aumento en su fuerza, ¿Es una manera de defensa del organismo para salvaguardar
su vida?
-
¿Por qué los insultos y las pérdidas del
monólogo interno, se enfrascan en un suceso que parecen ver de muchas formas
pero siempre se dirigen al mismo lugar?
-
¿Es
posible poder preparar a nuestra mente para que, en caso de fallo, no seamos
hostiles para con los demás y nosotros mismos?
La salud mental lo es todo
Una
vez que la mente se comienza a desvanecer, parte de la vida se va con ella, si
no es que toda.
Pareciera
que no tenemos ni el entorno, ni la preparación y/o alimentación y complementos
vitamínicos ideales para mejorarla.
No,
para nada creo que nos haremos inmune o evitaremos ello. A lo que me refiero es
que aún en esas condiciones, merecemos tener mejor calidad de vida y no ser
víctimas incluso de nuestros propios familiares que, hastiados, nos permitan
perdernos en las calles de cualquier ciudad, deambulando hasta el final de
nuestra existencia.
Mucho
menos ser un riesgo para el entorno ni mostrar la precariedad de la sociedad.
Por
ello, sería bueno saber: ¿Es posible
mejorar nuestra salud mental para que esta, en caso de afectarse, no vaya en
detrimento de nuestra existencia y de nuestra coyuntura familiar y social?
Quizás
nos confiamos tanto con aquello de ¡Eso no me sucede a mí!, ¡Eso es inevitable,
sólo importa el ahora!, que no vemos la solución.
Más
gracias a videos de diversas universidades
americanas y europeas he podido observar avances en el desarrollo de
técnicas de mejoramiento de la salud mental, tanto para personas con diversas
afectaciones, como para la prevención.
De
allí que nazca esta última pregunta, ¿Cuándo tendrá buena salud mental el
venezolano, estando no sólo presionado por lo externo, sino también por su
propia esencia, personalidad y valores?
Ojalá
que alguna respuesta llegue. Hace falta para la salud mental y la empatía para
con nuestros coterráneos.