Hace días una amiga me comentaba que tenía muchos días alterada a la hora de dormir, que la situación del país, como en lo moral, económico, social y el exceso de burradas maliciosas ya la hacían sentir como una paranoica.
A decir verdad esa es parte del problema, yo lo padezco también.
Más vamos a dejar un poco al lado la condena de lo político gubernamental y vamosmás a lo cotidiano, que aunque sea lo oficialista el génesis, el mal es nuestro y nuestra es la solución.
Antes nos mandaban a dormir cuando venía la novela de las 9 o ya se había cenado y conversado. Al día siguiente era día de escuela y trabajo. Para muchos no había (ni hay) tren que nos lleve, sino busetas. Entonces hay que despertarse temprano para atacar un puesto en las mismas, sea sentados, de pie o por fuera.
Los que tienen carro, entre calentarlo, sacarlo, las colas, las desviaciones, que el carro no falle, no te choquen o atraquen.
Eso nos pone a la defensiva desde antes de que suceda, porque es viable, más no de a diario. En medio del estar acostados ya visualizamos ello o el subconsciente lo guarda y nos altera. Nos da tedio, flojera, pesar, rabia. Se mete en los sueños y ya nos resta descanso.
Con respecto al tema de la televisión, ocurría que antes era buena y nos daba pesar no poder ver luego de cierto horario. Ahora es distinto, con el TV Cable las personas tienen tantas opciones que se quedan hasta tarde haciendo zapping y se les va el horario, muy a sabiendas que deben y quieren dormir.
Peor son aquellos que ven programas de gente que incita al odio y que sea eso lo último que observen antes de poder dormirse. Entre sueños, ha de influir en su capacidad de discernimiento y hacerlo presa de errores ideológicos y técnicamente “dormirse con rabia”.
Por otro lado, los que te dicen el otro lado de las cosas, cuando no son noticias buenas o no buenas para todos, te hacen “dormir decepcionados”.
Luego llegó la manía de las redes sociales, iniciadas realmente por Facebook y ahora por Twitter. La gente comienza a verlo ya sea desde su PC, laptop, tablet o teléfono en cualquier parte de su casa. Y se acuestan con el teléfono en la mano repitiendo la ya muy famosa frase “yo debería estar durmiendo y estoy aún revisado Twitter”.
La sensación de que “algo van a decir importante o van a decirme algo (hacer mención) y me lo voy a perder, es la que hace retener el sueño”. La nomofobia se apodera de tu ser y son el Twitter, PIN, BBmsn, Whatsapp, Facebook y los portales de noticias, los encargados de tu “insomnio”.
Otro caso es “la falta de”. Porque los humanos en nuestro inconformidad, vamos a los que nos falta y no a lo que ya tenemos. Quizás sea un reto de superación o la mezquina pregunta ¿por qué los demás sí y yo no?, a lo que toca la respuesta ¡no estás exento de que te falten cosas!
Hay gente pudiente que siempre le falta algo y gente pobre que siente que le sobra mundo. Todo está según a cómo se mire.
Existen a quienes les falta un ser querido, a otros quienes les falta una idea, otros a quienes les falta amor, otros a quienes les falta pasión, otros a quienes les falta dinero para un algo; están los que se preocupan por alguien, tienen un compromiso, se le entremezclan los sueños, se transforman en pesadillas o sensaciones de vacío y pare usted de contar.
Los niños, las mascotas o animales callejeros, llega el agua tarde, la electricidad, los zancudos, el calor, el frío, la lluvia, la inseguridad, los dolores, el toser; algo incómodo en el colchón, la almohada, los vecinos escandalosos, las alarmas, etc.; todo esto también conspira con nuestro sueño
Tantas razones propias y ajenas que nos están carcomiendo el sueño, pero hay algo en lo que no reparamos: el balance necesario. Muchos por no saber y otros porque dicen “es que de toda mi vida he dormido poco” “siempre duermo mucho”. Mucho o poco dormir, nos alteran por igual, por la pesadez, flojera o lo que llamamos “la cama nos está oxidando”.
Es una cuenta sencilla: 168 horas posee la semana y desde niños nos han inculcado que debemos dormir al menos 8 horas al día, que serían en la semana, 56 horas.
Pues nos toca sacar la cuenta de cuánto dormimos realmente y comprometernos a descansar. Si por el día a día te debes acostar tarde y levantar temprano, pues aún en tu trabajo, en tu hora de comer, cierra los ojos 20 minutos, desconéctate, no te dé pena ni miedo.
Sólo los sátrapas, jodedores o tontos despiertan a alguien por fastidiar u obligar cuán esclavos. Así que busca dónde relajarte. El cuerpo tomará otro aire.
Equilibra con los días libres, cuánto dormir, porque exagerar pasa facturas.
Todo esto lo digo con propiedad porque me ha sucedido y me decidí a cambiar, pero el cambiar sólo a veces no ayuda, debe ser en conjunto y ustedes quienes me leen, aunque no nos conozcamos, es posible que estén pasando por algo similar a lo de mi amiga y lo mío. Pues vamos todos a regalarnos un mejor dormir, nos hace falta.
Una mente despejada puede hacer el bien, defenderse del mal, unirse a la empatía y sentimiento y saber reaccionar ante las eventualidades. Menos stress y menos violencia.
Que duerman bien. Recuerden sacar su cuenta de 56 horas mínimo y llegar a 60 como máximo. La siesta es también un oasis para nuestro refrescamiento.
A decir verdad esa es parte del problema, yo lo padezco también.
Más vamos a dejar un poco al lado la condena de lo político gubernamental y vamosmás a lo cotidiano, que aunque sea lo oficialista el génesis, el mal es nuestro y nuestra es la solución.
Antes nos mandaban a dormir cuando venía la novela de las 9 o ya se había cenado y conversado. Al día siguiente era día de escuela y trabajo. Para muchos no había (ni hay) tren que nos lleve, sino busetas. Entonces hay que despertarse temprano para atacar un puesto en las mismas, sea sentados, de pie o por fuera.
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| Maple Leaf Style Camouflage Sleeping Bag |
| $42.22 |
Los que tienen carro, entre calentarlo, sacarlo, las colas, las desviaciones, que el carro no falle, no te choquen o atraquen.
Eso nos pone a la defensiva desde antes de que suceda, porque es viable, más no de a diario. En medio del estar acostados ya visualizamos ello o el subconsciente lo guarda y nos altera. Nos da tedio, flojera, pesar, rabia. Se mete en los sueños y ya nos resta descanso.
Con respecto al tema de la televisión, ocurría que antes era buena y nos daba pesar no poder ver luego de cierto horario. Ahora es distinto, con el TV Cable las personas tienen tantas opciones que se quedan hasta tarde haciendo zapping y se les va el horario, muy a sabiendas que deben y quieren dormir.
Peor son aquellos que ven programas de gente que incita al odio y que sea eso lo último que observen antes de poder dormirse. Entre sueños, ha de influir en su capacidad de discernimiento y hacerlo presa de errores ideológicos y técnicamente “dormirse con rabia”.
Por otro lado, los que te dicen el otro lado de las cosas, cuando no son noticias buenas o no buenas para todos, te hacen “dormir decepcionados”.
Luego llegó la manía de las redes sociales, iniciadas realmente por Facebook y ahora por Twitter. La gente comienza a verlo ya sea desde su PC, laptop, tablet o teléfono en cualquier parte de su casa. Y se acuestan con el teléfono en la mano repitiendo la ya muy famosa frase “yo debería estar durmiendo y estoy aún revisado Twitter”.
La sensación de que “algo van a decir importante o van a decirme algo (hacer mención) y me lo voy a perder, es la que hace retener el sueño”. La nomofobia se apodera de tu ser y son el Twitter, PIN, BBmsn, Whatsapp, Facebook y los portales de noticias, los encargados de tu “insomnio”.
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| Cylinder Style Pillow Soft Cushion + Quilt- Color Assortd |
| $28.56 |
Otro caso es “la falta de”. Porque los humanos en nuestro inconformidad, vamos a los que nos falta y no a lo que ya tenemos. Quizás sea un reto de superación o la mezquina pregunta ¿por qué los demás sí y yo no?, a lo que toca la respuesta ¡no estás exento de que te falten cosas!
Hay gente pudiente que siempre le falta algo y gente pobre que siente que le sobra mundo. Todo está según a cómo se mire.
Existen a quienes les falta un ser querido, a otros quienes les falta una idea, otros a quienes les falta amor, otros a quienes les falta pasión, otros a quienes les falta dinero para un algo; están los que se preocupan por alguien, tienen un compromiso, se le entremezclan los sueños, se transforman en pesadillas o sensaciones de vacío y pare usted de contar.
Los niños, las mascotas o animales callejeros, llega el agua tarde, la electricidad, los zancudos, el calor, el frío, la lluvia, la inseguridad, los dolores, el toser; algo incómodo en el colchón, la almohada, los vecinos escandalosos, las alarmas, etc.; todo esto también conspira con nuestro sueño
Tantas razones propias y ajenas que nos están carcomiendo el sueño, pero hay algo en lo que no reparamos: el balance necesario. Muchos por no saber y otros porque dicen “es que de toda mi vida he dormido poco” “siempre duermo mucho”. Mucho o poco dormir, nos alteran por igual, por la pesadez, flojera o lo que llamamos “la cama nos está oxidando”.
Es una cuenta sencilla: 168 horas posee la semana y desde niños nos han inculcado que debemos dormir al menos 8 horas al día, que serían en la semana, 56 horas.
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| One Person Single Anti-Insect Tents with Dormer-Color Assorted |
| $54.02 |
Pues nos toca sacar la cuenta de cuánto dormimos realmente y comprometernos a descansar. Si por el día a día te debes acostar tarde y levantar temprano, pues aún en tu trabajo, en tu hora de comer, cierra los ojos 20 minutos, desconéctate, no te dé pena ni miedo.
Sólo los sátrapas, jodedores o tontos despiertan a alguien por fastidiar u obligar cuán esclavos. Así que busca dónde relajarte. El cuerpo tomará otro aire.
Equilibra con los días libres, cuánto dormir, porque exagerar pasa facturas.
Todo esto lo digo con propiedad porque me ha sucedido y me decidí a cambiar, pero el cambiar sólo a veces no ayuda, debe ser en conjunto y ustedes quienes me leen, aunque no nos conozcamos, es posible que estén pasando por algo similar a lo de mi amiga y lo mío. Pues vamos todos a regalarnos un mejor dormir, nos hace falta.
Una mente despejada puede hacer el bien, defenderse del mal, unirse a la empatía y sentimiento y saber reaccionar ante las eventualidades. Menos stress y menos violencia.
Que duerman bien. Recuerden sacar su cuenta de 56 horas mínimo y llegar a 60 como máximo. La siesta es también un oasis para nuestro refrescamiento.
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| Two Persons Double Breathability Anti-Insect Camping Tents |
| $64.13 |
