Luego de una batalla de 13 meses, mi tío Roswell Rodríguez perdió ante la muerte pero ganó el cielo. El cáncer nos los llevó y a Dios pedimos el perdón de sus pecado y la vida perdurable. Amén.
Más para los vivos fue una penuria; no solo en ese lapso entre subidas y bajadas d salud, la escasez de medicamentos, la escueta atención de algunos médicos, el alto apoyo de otros junto a las enfermeras, el desgaste físico y monetario de toda una familia ante su cuidado y el de mi abuela que a sus 93 años, obvio que resiente mucho lo que aconteció y lo que queda. La penuria fue la muerte y los trámites.
Si bien debo hacer crítica en mi familia por no asumir pese al dolor la posibilidad del trágico desenlace como algunos entendemos, noté que no estuvieron lo suficientemente preparados y acontecieron varias cosas, por el apremio y dolor en nuestra familia (pese a ser algo que psicológicamente se prepara, al enfrentarlo todo se trastoca). Esto pasó:
La funeraria fue inoperante: Pese a sus precios altos corporativos, la funeraria Seres Previsivos de la calle Mariño sur de Maracay, se da su postin a la hora de la búsqueda del cadáver. El que no esté vivo, no implica que no merezca apremio. Cientos de casos similares se leen al año. Eso es abuso, mala atención y un derivado de la crisis económica y cívica de Venezuela.
La preparación del cadáver: Cada día se ocupan menos de preparar personal para algo que es a diario necesario. Son tan pocos quienes se atreven o les dan oportunidad que retrasa el doloroso evento. 4 horas tuvimos que esperar la entrega del difunto para llevarlo a capilla, donde se le pudo ver quince minutos; la razón, la siguiente...
Inseguridad en las funerarias: Esto es ya un lío en toda Venezuela, de larga data. En este caso haré referencia a los casos recientes. Un doliente fue a llevar a su familia, un sujeto se hizo pasar por valet parking y le quitó el carro a punta de pistola; hace poco velaron a un guardia nacional y apostaron 5 carros para la vigilancia nocturna e igual hubo robo de carteras, en sus narices, por lo cual la funeraria cerró.
Falta de información veraz: El punto más fuerte y que deseo tengan bien claro, mis lectores.
Los papeles de pago funerario deben tenerlos al día y en lugar apropiado para recordar en medio de su sufrimiento, porque para las funerarias es imperativo, recuerden que es un negocio y más para estas corporaciones que adolecen de sentimiento en el trato a sus clientes.
Me referia Alfredo Monasterios, dueño de la funeraria La Protectora C.A., de Maracay, que es valioso ser bien asesorado en todo el trabajo integral en la previsión (pagos a crédito de servicios), suscripción, trámites con la alcaldía y cementerio y la coordinación para nichos/bóvedas/parcela o servicios crematorios. Quienes no son integrales en la información, hacen sufrir penurias dentro de la penuria. Y eso es ley en muchas funerarias, porque se les hace rutinario y tedioso, perdiendo así la mística con el cliente y sus demás deudos.
El Cementerio Metropolitano de Maracay (adscrito a Funcemar) da dolor, por esto
Diré lo que vi y viví, ya que muchas cosas han sido referidas
Obreros: Se auto-proclaman "el eslabón más débil entre los trabajadores"; si bien no tienen un coordinador responsable que los ampare a diario, ellos hacen muchas marañas para más que sobrevivir, vivir de lo mejor. Cobran Bs. 3.500 por colocar grama, ladrillos y limpiar mármol a cada tumba. Poniendo ellos los materiales que son los que da el municipìo en base a los cobros. Así cualquiera hace dinero fácil.
Ladrones y familiares "dañados": Dispensen lo despectivo, pero es así. Porque mujeres ebrias rompiendo botellas, tratándose con el lenguaje más bajo y amenazando a quien le pasa por un lado, son descomposición social en su mayor grado de pureza.
Tenían un carro abierto con tremendas cornetas y full salsa cabilla, lo que hace a cualquiera tener las ganas de que los parta un rayo, entre otras cosas.
Motorizados acelerando sus motos ante el ataúd como falso homenaje. Una de ellas fue acelerada y salió expedida, afortunadamente no causó ninguna desgracia, aunque rozó a unos menores de edad. Para ellos fue una diversión.
Disparos. No falta ese letal homenaje de los tiros al aire, acompañados con rocío de aguardiente al ataúd y sacar al muerto para lanzarlo al aire gritando hurra. Tan dantesco como lo imaginan.
Vendedores. El cementerio es un mercado persa. Desde cerveza (con el grito de "la cura para el ébola", refrescos, maltas, helados, tostones, chicharrones, agua, hasta cornetas como las del estadio, se ve que la descomposición moral está enmarcada en la excusa de la necesidad. Y le llamo excusa, porque han de haber mejores lugares para ello. Agua y refrescos, pasa, pero más allá, no.
La fosa común: La peor obra son las fosas comunes. Las que no te alertan los de las funerarias. Vi con profundo dolor que mi tío fue sepultado en una de ellas, donde hay ya mucho hedor.
Aquí vuelvo al tema de los papeles. Por el apuro, mis familiares olvidaron los papeles de la otra tumba familiar, con 2 puestos aún. Y para destaparla colocaban la excusa "eso requiere 24 horas de anticipación", ¿quién anticipa esa fecha o puede aguantar tanto tiempo de gastos y dolor?, esa tamaña estupidez encubría lo siguiente: "si quieren que se la destapemos express, son cinco mil bolívares de colaboración pues, para los refrescos". Otro negoción de los obreros.
Los que allí estábamos (con capacidad monetaria), evitamos llevar dinero por la inseguridad y aunque se reunió la plata, los obreros comenzaron a sepultar a mi tío. Mis primos dijeron que ya no más gastos (porque ya han sido millones) y menos para pagar corruptelas.
Los obreros quieren economizar material no encementando cada nicho con algo de dignidad, sino meter "tres con dos tobos de cemento", y así les quede para sus negocios.
Los del velatorio del antisocial a los cual referí, ordenaron que su difunto quedaba arriba "porque él se lo merecía, que lo hayan matado es otra cosa", dando a entender que para ellos él era mejor que las dos buenas personas, mi tío y otro señor allí sepultados, y que debíamos así entenderlo y respetarlo. Vuelvo a decir que son unos dañados y lo peor de Venezuela, son irrecuperables.
Y así, salimos de un cementerio enmontado, donde muchas tumbas están tapiadas y sólo son limpiadas si se les paga a los obreros, con las vías para los carros en ruina, sin ninguna demarcación de las zonas para conseguir más fácil a los seres queridos, en donde el frente está arreglado para aparentar a los que pasan por la avenida frente a ella y que rompe el alma mucho más allá del dolor de haber perdido a un ser amado; duele el que no esté su cuerpo en un sitio digno, más acrecienta el anhelo que sí esté en el mejor de los lugares, en el cielo.
Un último detalle: Es carísimo tener una parcela; pero es algo que las familias todas deben buscar tener; también está la cremación, cara pero ayuda más ante tantos fallos en los cementerios. Hasta tiene algo de poesía y despedida terrenal con hidalguía.
No le teman al tema, consúltenlo con un buen asesor, entre familiares lejanos y cercanos.
Escribir un plan de acción que se lea para ese momento, les hará menos manipulables ante los estafadores de oficio.
Y los cementerios recomiendan los sepelios entre 12 y 2 de la tarde, cuando no están los antisociales o los panas palurdos de los barrios que crean caos.
Dios les dé larga vida y salud, dispensen el desorden cronológico, el dolor afecta un poco al escribir y la indignación insta a redactar y actuar; ya estamos cuadrando una demanda ante la funeraria por lo de la fosa común que no estaba estipulada.
Más para los vivos fue una penuria; no solo en ese lapso entre subidas y bajadas d salud, la escasez de medicamentos, la escueta atención de algunos médicos, el alto apoyo de otros junto a las enfermeras, el desgaste físico y monetario de toda una familia ante su cuidado y el de mi abuela que a sus 93 años, obvio que resiente mucho lo que aconteció y lo que queda. La penuria fue la muerte y los trámites.
Si bien debo hacer crítica en mi familia por no asumir pese al dolor la posibilidad del trágico desenlace como algunos entendemos, noté que no estuvieron lo suficientemente preparados y acontecieron varias cosas, por el apremio y dolor en nuestra familia (pese a ser algo que psicológicamente se prepara, al enfrentarlo todo se trastoca). Esto pasó:
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La funeraria fue inoperante: Pese a sus precios altos corporativos, la funeraria Seres Previsivos de la calle Mariño sur de Maracay, se da su postin a la hora de la búsqueda del cadáver. El que no esté vivo, no implica que no merezca apremio. Cientos de casos similares se leen al año. Eso es abuso, mala atención y un derivado de la crisis económica y cívica de Venezuela.
La preparación del cadáver: Cada día se ocupan menos de preparar personal para algo que es a diario necesario. Son tan pocos quienes se atreven o les dan oportunidad que retrasa el doloroso evento. 4 horas tuvimos que esperar la entrega del difunto para llevarlo a capilla, donde se le pudo ver quince minutos; la razón, la siguiente...
Inseguridad en las funerarias: Esto es ya un lío en toda Venezuela, de larga data. En este caso haré referencia a los casos recientes. Un doliente fue a llevar a su familia, un sujeto se hizo pasar por valet parking y le quitó el carro a punta de pistola; hace poco velaron a un guardia nacional y apostaron 5 carros para la vigilancia nocturna e igual hubo robo de carteras, en sus narices, por lo cual la funeraria cerró.
Falta de información veraz: El punto más fuerte y que deseo tengan bien claro, mis lectores.
Los papeles de pago funerario deben tenerlos al día y en lugar apropiado para recordar en medio de su sufrimiento, porque para las funerarias es imperativo, recuerden que es un negocio y más para estas corporaciones que adolecen de sentimiento en el trato a sus clientes.
Me referia Alfredo Monasterios, dueño de la funeraria La Protectora C.A., de Maracay, que es valioso ser bien asesorado en todo el trabajo integral en la previsión (pagos a crédito de servicios), suscripción, trámites con la alcaldía y cementerio y la coordinación para nichos/bóvedas/parcela o servicios crematorios. Quienes no son integrales en la información, hacen sufrir penurias dentro de la penuria. Y eso es ley en muchas funerarias, porque se les hace rutinario y tedioso, perdiendo así la mística con el cliente y sus demás deudos.
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| ZOPO C3 5.0" MTK6589T 4-Core Android 4.2.1 3G Smart Phone |
| $402.75 |
El Cementerio Metropolitano de Maracay (adscrito a Funcemar) da dolor, por esto
Diré lo que vi y viví, ya que muchas cosas han sido referidas
Obreros: Se auto-proclaman "el eslabón más débil entre los trabajadores"; si bien no tienen un coordinador responsable que los ampare a diario, ellos hacen muchas marañas para más que sobrevivir, vivir de lo mejor. Cobran Bs. 3.500 por colocar grama, ladrillos y limpiar mármol a cada tumba. Poniendo ellos los materiales que son los que da el municipìo en base a los cobros. Así cualquiera hace dinero fácil.
Ladrones y familiares "dañados": Dispensen lo despectivo, pero es así. Porque mujeres ebrias rompiendo botellas, tratándose con el lenguaje más bajo y amenazando a quien le pasa por un lado, son descomposición social en su mayor grado de pureza.
Tenían un carro abierto con tremendas cornetas y full salsa cabilla, lo que hace a cualquiera tener las ganas de que los parta un rayo, entre otras cosas.
Motorizados acelerando sus motos ante el ataúd como falso homenaje. Una de ellas fue acelerada y salió expedida, afortunadamente no causó ninguna desgracia, aunque rozó a unos menores de edad. Para ellos fue una diversión.
Disparos. No falta ese letal homenaje de los tiros al aire, acompañados con rocío de aguardiente al ataúd y sacar al muerto para lanzarlo al aire gritando hurra. Tan dantesco como lo imaginan.
Vendedores. El cementerio es un mercado persa. Desde cerveza (con el grito de "la cura para el ébola", refrescos, maltas, helados, tostones, chicharrones, agua, hasta cornetas como las del estadio, se ve que la descomposición moral está enmarcada en la excusa de la necesidad. Y le llamo excusa, porque han de haber mejores lugares para ello. Agua y refrescos, pasa, pero más allá, no.
La fosa común: La peor obra son las fosas comunes. Las que no te alertan los de las funerarias. Vi con profundo dolor que mi tío fue sepultado en una de ellas, donde hay ya mucho hedor.
Aquí vuelvo al tema de los papeles. Por el apuro, mis familiares olvidaron los papeles de la otra tumba familiar, con 2 puestos aún. Y para destaparla colocaban la excusa "eso requiere 24 horas de anticipación", ¿quién anticipa esa fecha o puede aguantar tanto tiempo de gastos y dolor?, esa tamaña estupidez encubría lo siguiente: "si quieren que se la destapemos express, son cinco mil bolívares de colaboración pues, para los refrescos". Otro negoción de los obreros.
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| U9500 5" MTK6589 Android 4.2.2 Quad Core 8MP CAM 3G Wifi Phone |
| $129.99 |
Los que allí estábamos (con capacidad monetaria), evitamos llevar dinero por la inseguridad y aunque se reunió la plata, los obreros comenzaron a sepultar a mi tío. Mis primos dijeron que ya no más gastos (porque ya han sido millones) y menos para pagar corruptelas.
Los obreros quieren economizar material no encementando cada nicho con algo de dignidad, sino meter "tres con dos tobos de cemento", y así les quede para sus negocios.
Los del velatorio del antisocial a los cual referí, ordenaron que su difunto quedaba arriba "porque él se lo merecía, que lo hayan matado es otra cosa", dando a entender que para ellos él era mejor que las dos buenas personas, mi tío y otro señor allí sepultados, y que debíamos así entenderlo y respetarlo. Vuelvo a decir que son unos dañados y lo peor de Venezuela, son irrecuperables.
Y así, salimos de un cementerio enmontado, donde muchas tumbas están tapiadas y sólo son limpiadas si se les paga a los obreros, con las vías para los carros en ruina, sin ninguna demarcación de las zonas para conseguir más fácil a los seres queridos, en donde el frente está arreglado para aparentar a los que pasan por la avenida frente a ella y que rompe el alma mucho más allá del dolor de haber perdido a un ser amado; duele el que no esté su cuerpo en un sitio digno, más acrecienta el anhelo que sí esté en el mejor de los lugares, en el cielo.
Un último detalle: Es carísimo tener una parcela; pero es algo que las familias todas deben buscar tener; también está la cremación, cara pero ayuda más ante tantos fallos en los cementerios. Hasta tiene algo de poesía y despedida terrenal con hidalguía.
No le teman al tema, consúltenlo con un buen asesor, entre familiares lejanos y cercanos.
Escribir un plan de acción que se lea para ese momento, les hará menos manipulables ante los estafadores de oficio.
Y los cementerios recomiendan los sepelios entre 12 y 2 de la tarde, cuando no están los antisociales o los panas palurdos de los barrios que crean caos.
Dios les dé larga vida y salud, dispensen el desorden cronológico, el dolor afecta un poco al escribir y la indignación insta a redactar y actuar; ya estamos cuadrando una demanda ante la funeraria por lo de la fosa común que no estaba estipulada.
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