¿Alguna
vez has sentido una paz increíble mientras caminabas a lo largo del mar, o
quizá de repente has notado que tienes más energía y que tu estado de ánimo ha
mejorado? Lo cierto es que la mayoría de las personas experimenta una agradable
sensación de calma, relajación y bienestar cuando está cerca del agua. ¿Por
qué? Los neurocientíficos piensan que la explicación radica en nuestro
cerebro.
El mar ejerce un efecto maravilloso
sobre nuestra mente
Básicamente,
el efecto relajante del mar se debe a que le da una especie de vacaciones a
nuestro cerebro de la sobreestimulación a la que nos exponemos continuamente.
De hecho, vivimos en un entorno sobrecargado de estímulos, estos nos bombardean
provocando una sobrestimulación que termina pasándonos factura ya que genera un
estado de tensión constante que nos impide relajarnos.
Sin
embargo, ver el mar y escuchar el sonido de las olas nos permite desconectarnos
de ese entorno caótico, es como si creara una burbuja a nuestro alrededor. De
hecho, el movimiento del mar y su inmensidad tienen un efecto casi hipnótico,
el cual genera esa sensación de tranquilidad y bienestar que nos permite
recargar energía.
-
Induce un estado meditativo
El
sonido de las olas del mar estimula un estado meditativo y potencia una actitud mindulness. De
hecho, no es casualidad que este sonido se utilice a menudo en las sesiones de
relajación pues se ha demostrado que genera cambios en las ondas cerebrales.
Específicamente, promueve las ondas alfa, las cuales se han vinculado con un
estado de atención sin esfuerzo. Estas ondas aparecen cuando estamos tranquilos
y relajados pero también tan concentrados que todo a nuestro alrededor
desaparece, incluso el tiempo. Curiosamente, estas ondas también promueven un
estado de claridad mental y estimulan el pensamiento creativo.
-
Estimula la creatividad
Cuando
estamos cerca del mar, nuestro cerebro cambia su modo de funcionamiento, pasa
del modo “ocupado” al modo “relajado”. Lo interesante es que en este modo se
activa la red neural por defecto,
que es precisamente la que se ha vinculado con el insight y la aparición de las
ideas más originales y creativas. Lo que sucede es que el mar nos permite dejar
de lado nuestras preocupaciones y hace que la zona prefontral de nuestro
cerebro ceda el control, dejando que fluya libremente la creatividad. En este
estado nos mostramos más abiertos a las experiencias y somos menos
críticos.
-
Genera un poderoso estado de asombro y admiración
No hay
nada como contemplar la inmensidad del mar para experimentar esa sensación
mezcla de asombro y admiración ante la inmensidad. En este sentido, psicólogos
de las universidades de Stanford y Minnesota han descubierto que esta
experiencia puede potenciar una profunda sensación de bienestar. Este tipo de
experiencias "expansivas" nos obligan a cambiar nuestro esquema
mental para poder procesar lo que estamos viviendo, de manera que se produce un
cambio drástico en nuestra manera de pensar e incluso influye en la toma de
decisiones, haciendo que pensemos más en los demás y seamos más generosos.
También se ha demostrado que esas experiencias alteran nuestra percepción del
tiempo, como si estuviéramos inmersos, literalmente, en una gran burbuja.
-
Mejora el desempeño cognitivo
El
entorno en el que nos desenvolvemos está cargado de iones, tanto negativos como
positivos. Se ha descubierto que los iones positivos, como los que emiten la
mayoría de los equipos electrónicos, drenan nuestra energía. Al contrario, los
iones negativos, que son comunes en el mar, generan un estado de activación. De
hecho, un estudio realizado en el Mount Carmel College de
Bangalore desveló que los iones negativos tienen un efecto positivo en nuestro
desempeño cognitivo. Estos psicólogos sometieron a los participantes a diferentes
test de memoria, atención y toma de decisiones y apreciaron que su desempeño
disminuía cuando la atmósfera estaba cargada de iones positivos y aumentaba
cuando habían más iones negativos. Otro estudio realizado en la Universidad de
California desveló que los iones negativos también estimulan la producción de
serotonina en el cerebro, lo cual contribuye a que nos sintamos más relajados y
a la vez llenos de energía.
Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2016/08/como-el-mar-puede-cambiar-tu-cerebro.html