Los ritmos
circadianos constituyen el reloj biológico humano que regula las funciones
fisiológicas del organismo para que sigan un ciclo regular que se repite cada
24 horas, y que coincide con los estados de sueño y vigilia. El sueño y la
vigilia están asociados a los estímulos de luz, que el cerebro asocia con una
mayor actividad fisiológica mientras que, en la oscuridad, se inhiben estas
funciones, llegando al mínimo entre las 3.00 y las 6.00 horas.
Durante el descanso
nocturno, el organismo humano entra en letargo, la temperatura corporal baja
hasta los 35º, disminuye la presión sanguínea y se reduce la secreción de
hormonas. La capacidad de alerta y de movimiento también se encuentran
reducidas, por lo que es más difícil concentrarse o reaccionar ante un
imprevisto y, por lo tanto, disminuye el rendimiento laboral y se multiplican
las posibilidades de sufrir un accidente.
Si este periodo no se
emplea para descansar, esto afectará negativamente a la salud física y psíquica
del individuo, porque se disocian los ritmos biológicos y los elementos
naturales que sirven para sincronizarlos, especialmente la luz, y se establecen
sincronizadores artificiales. El organismo sufre por partida doble: por un lado
ha de realizar un esfuerzo para permanecer activo en la fase de letargo natural
(nocturna) y, por otro, debe esforzarse para dormir en la fase de activación
(diurna).
A consecuencia de la alteración
de este ritmo biológico, las personas que se ven obligadas a trabajar en turno
de noche duermen entre cinco y siete horas menos por semana pero,
aunque pudiesen descansar en un lugar oscuro y aislado de ruidos, la calidad
del sueño diurno es inferior a la del nocturno y se reduce el tiempo total de
sueño, aumentando los despertares, por lo que resulta difícil que lleguen al
número de horas de sueño recomendadas para un adulto (entre siete y ocho
diarias) y, en caso de conseguirlo, el descanso no es totalmente reparador.
Causas
La alteración del ritmo
circadiano se puede producir por las siguientes circunstancias:
Alteración del “reloj”
biológico interno (marcapasos cronobiológico): Produce ciclos desordenados o
ciclos mucho menores o mucho mayores de 24 horas.
Fallo de los factores que
entrenan al reloj biológico: Como la intensidad de la luz o los horarios
sociales. Esto es fundamental para que mantenga su sincronía con el ciclo
geofísico de 24 horas.
Asincronía forzada: Esto
se produce, por ejemplo, por un viaje transoceánico o la realización de un
trabajo nocturno o a turnos, entre otros.
Síntomas
Las principales
manifestaciones de los trastornos del ritmo circadiano son la somnolencia
diurna y el insomnio.
Prevención
La mejor forma de prevenir
estos trastornos es manteniendo una buena higiene del sueño y
mantener los ritmos de sueño-vigilia regulares.