Comentario de Periodistech: El escenario más apocalíptico de los últimos tiempos es que nicolás maduro pueda despejar en algo la inflación acelerada y que de alguna manera lleguen productos al país, sorteando el bloqueo a funcionarios/empresas del Estado. El colofón es que sería su base para la reelección, misma que, sí nos basamos en el caso de los perniles, podría ser un engaño de alto nivel en el que muchos de asus acólitos volverían a caer. Cobra fuerza la necesidad de Unidad y coherencia, fe y esperanza del lado opositor y evitar que vendan la idea de que ésto de la criptomoneda es "sólo en revolución". Pues no, como entendemos del colega Vallenilla en su Twitter, "es algo propio de las personas, por el uso del blockchain y trasciende al Estado, no se supedita.
Más que asustarnos, debemos prepararnos y creer más en nosotros, para acabar esta pandemia roja en 2018.
Nota: nicolás maduro, porque los nombres de la gente mala, va en minúsculas como su moral y mentalidad.
He aquí su columna de su blog "En Efectivo" (muy recomendado):
Autor: Alex Vallenilla - Periodista Venezolano, especialista en Economía.
Si bien el país está a las puertas de un estallido social, de una reacción popular por falta de comida, medicinas, por hiperinflación, por colapso de los servicios, por falta de gasolina, gas doméstico y los efectos de las sanciones y “default” financiero, el régimen trabaja a toda marcha para evitarlo, pues lo único que podría hacer Padrino López, es sacar los tanques y aplastar a la población, con las consecuencias de una masacre, en medio de un proceso de negociaciones, lo que sería inconveniente al régimen a estas alturas.
Sin embargo, la dirigencia política opositora, aun perdida en un debate estéril de quien es el líder que será Presidente sucesor, discusión y enfrentamiento interno entre Leopoldo López, Henrique Capriles, Henry Ramos, María Corina, Manuel Rosales, Henry Falcón, Julio Borges, Antonio Ledezma y otros, que ha causado una debacle política en los sectores de la Unidad, luego del estruendoso triunfo del 2015 en la Asamblea Nacional, no termina de comprender, que el chavomadurismo, se repuso de aquella fenomenal paliza y ha resistido para revertir aquella derrota, en la suspensión del referendo revocatorio, la derrota en las elecciones regionales y municipales y la imposición de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente. Dividida y desperdigada, la oposición, incluyendo a los que “critican” a la Unidad, en medio de la “borrachera política”, no ven la próxima jugada de Nicolás, la cual dejará perplejos a todos, incluyendo a los que chavistas que se fueron del régimen, apostando que ya todo se ha perdido.
Ahogado por las finanzas, el régimen busca rápidamente salidas para intentar captar recursos por alguna vía. Lo último en lo que anda Nicolás, es con el tema de las criptomonedas. En una reciente alocución, dijo que la emisión de “petros”, una criptomoneda impulsada por el Estado, tendría respaldo de un bloque de petróleo de la Faja del Orinoco, según certificados internacionales, el mismo posee al menos 5 mil millones de barriles. En el planteamiento de la emisión, el régimen ha señalado que cada “petro” que se emita, usando la tecnología de la cadena de bloques y procesos de minería, ya legalizados vía Gaceta Oficial. En principio hay que decir, que se habla de un mercado que tendría un tamaño, al precio actual del barril de petróleo, de unos 260 mil millones de dólares. Una cifra para tener cuidado.
El régimen ha decretado que se legaliza la minería, el uso y desarrollo de criptomonedas, además de su comercio libremente, en intercambios nacionales e internacionales, usando cualquier divisa. Lo anterior es prácticamente una dolarización, bien disfrazada. El custodio de la criptomoneda será el propio usuario, en sus carteras digitales, la tecnología será la “cadena de bloques” y los procesos, según el decreto, serán descentralizados. Si se cumplen esos requisitos y técnicamente el mercado lo comprueba, Nicolás estaría dando un duro golpe al tema económico.
Luego anuncia que para el próximo 31 de diciembre, le dará una “sorpresa” a todo el país. En medio del desastre que hay y observando el artilugio en ciernes, no sería extraño o en el caso de quienes comprenden lo que está ocurriendo, no habría sorpresa, que Nicolás anunciara que una parte de los salarios del sector público, se comenzará a pagar en “petros”, luego del proceso de emisión. Sería prácticamente pagar en divisas, en las que el ciudadano quisiera cambiarlas en los mercados nacionales o internacionales.
Con este mecanismo, el régimen estaría produciendo un giro drástico a la situación actual. Por ejemplo, nadie tendría que ir a comprar comida en las fronteras, en occidente, querrán llegar los colombianos con rubros “lleve 3 y pague 2”, hasta la puerta de su casa, de quienes tengan criptomonedas. El “petro”, si funciona bajo las mismas características del Bitcoin, sería una moneda digital alternativa, con la diferencia que un Estado, por primera vez en el mundo, se compromete a respaldar, en este caso con petróleo. En la sociedad habría un proceso de transición, los precios se verían con los devaluados bolívares y con los “petro”, hasta que el primero desaparezca totalmente. Si el régimen lleva adelante el proceso, de manera que la moneda por la manera en emitirse y comercializarse, tenga aceptación, con ello, podría frenar la acelerada de la inflación, el resto de la sociedad querrá cobrar sus bienes y servicios en criptomonedas, sumándose al mercado. Es por eso que los factores opositores, ni nadie, deben subestimar al régimen con esta audaz jugada, porque luego de tamaño desastre, increíblemente la situación inflacionaria podría verse bastante controlada en un lapso de unos seis meses. En el proceso, muchos dejarán de ver la cotización de Dolar Today, para estar pendientes del precio del petróleo, marcador referencial del “petro”, a partir de allí los mercados especularán, porque la emisión es muy similar a los derivados de los mercados de futuros.
Con una jugada de estas, el asunto político podría cambiar, Nicolás estaría echando las bases de recomponer su imagen y de poder incluso, ganar unas elecciones presidenciales en medio año aproximadamente.