Una de las formas de
emprendimiento familiar, cooperativo, comunal o corporativo más positivos y de
creencia que he visto en el país ha sido la inversión en Posadas y Hosterías.
Las mismas se fundamentan
en la compra, recuperación y modernización de casas fabricadas desde los años
20 a 60 del siglo XXI, que por su tamaño y aquel orden de las “familias
numerosas” las hacen espaciosas para distribución de los que van en búsqueda de
sus servicios.
La modernización no sólo
pasa por el mejoramiento de sus tuberías para agua, ramales eléctricos y
tomacorrientes, telefonía e Internet, mobiliario de hotelería y la búsqueda de
armonía entre lo tradicional y lo moderno. También pasa por el uso de software
de gestión de apartamentos turísticos,
quienes ofrecen la más certera plataforma de gerencia electrónica para
interconectarlos.
Ello se basa en que la
administración, interconexión (enlace para estar al tanto de los avances en
hotelería), el conocimiento integral de los parámetros legales a los que se
ajustan tanto las asociaciones estadales, como nacionales e internacionales en
la materia y para adentrarse en una base de datos que en su debida oportunidad,
llegado el caso o necesidad, dé a conocer los servicios de dicho ente hotelero.
Las Posadas, Hospedajes u
Hoteles basados en casas recuperadas, tienen el mismo potencial que las grandes
cadenas hoteleras. Todas son la propulsión del turismo, el lugar donde quienes
realizan sus viajes se adentran al descanso, parar en su travesía a refrescarse,
hospedarse por varios días, semanas o meses según su línea de trabajo, viaje o
nueva residencia lo amerite. Por ello requieren de un sistema que les haga conocer y así los viajeros les encuentren, vean su potencial y realicen sus reservas online, con ofertas y ventajas reales y atrayentes.
Nada mejor para un Hotel que en su espacio virtual, esté cercano a cualquier persona en el mundo y garantice disponibilidad a buenos precios y variedad en formas de pago adelantado desde lejos y confort y grata atención en el lugar.
Cada pueblo, -poniendo
como ejemplo a mi Venezuela en los Estados Sucre (ciudad de Cumaná) y Guárico
(ciudad de Calabozo)-, han hecho de la recuperación de espacios para la hotelería
un ejemplo de emprendimiento y fe en el potencial de las ciudades, fuente de
empleo permanente y bien consolidado y proyección de las ciudades que se
transforman en propulsión del Estado y país.
Más un hotel no es tomar
notas en un cuaderno de quienes llegan, qué falta y qué comprar o pagar. Sea del
tamaño que sea, los avances computacionales y administrativos van de la mano en
pro del crecimiento organizacional del mismo. Como ya dimos a entender, son
eslabones con la misma importancia en el crecimiento hotelero, turístico, de
viajes de un país.
Ha sido para mí notorio
que dichas posadas utilizan los sistemas computacionales hoteleros para
administrar con igual responsabilidad que las grandes cadenas hoteleras. Todo ello
se traduce en preparación, conocimiento, constante mejoramiento con equidad
para todos los comprometidos en la inversión, desarrollo y cuidado de sus
respectivas Hosterías y Posadas.
No queda duda que la
tecnología es colaboradora en la humanización de los lugares, siempre y cuando
los mismos administradores y usuarios entiendan que el respeto, cuidado y
armonía radica en su sensibilidad, sensatez y sobriedad en la necesidad del uso
de las instalaciones.
Tecnificar espacios se hace necesario para la prosecución
de la humanidad, más ello siempre debe ir detrás del corazón y respeto humano. Es
así como se organizan las comunidades, es así como se conciben y forjan los
software de computación actuales, en este caso, los del área hotelera mundial.