HIPERINFLACIÓN
+ RECESIÓN MUNDIAL 2019
Sí habláramos como los
coaching que buscan llevar a la usanza japonesa el término “crisis” a un
sinónimo tergiversado llamado “oportunidad”, podríamos decir que esta época de
hiperinflación y demás años con nicolás maduro defenestrando literalmente a
Venezuela, nos podrían ser positivos.
Y es que debido a los
malos manejos de la economía mundial, que ha pegado en países grandes y
obligado a auxilios financieros que han sido peor solución, además de
decisiones políticas arriesgadas y erróneas, el mundo enfrentará una nueva
recesión que esperemos no obligue a las personas a defenestrarse motu proprio de
verdad en todo el orbe.
La crisis del Brexit en
Inglaterra, la inestabilidad en España, la quiebra de bancos en Alemania,
Grecia e Italia en su segunda caída en la historia de la humanidad como
sociedades otrora prósperas. Rusia que sueña con revivir a la Unión Soviética y
ya demuestra que ni el socialismo les sirve, sino un capitalismo donde les
rindan pleitesía; Francia recordando los tiempos de su revolución; África y
Latinoamérica con países inestables en lo sociopolítico y que deriva en lo
económico.
Con los países árabes pensando en ellos así como China que busca
consolidar al mundo como su feudo, es obvio que los países más estables se
sentirán golpeados y con el temor de una migración hacia ellos que les obligue
a cerrar fronteras. Japón y China, se estabilizan entre ellos, pero más el
primero al igual que Australia. Y Estados Unidos, fingiendo estar de lo mejor,
pero con una tardía decisión a la recuperación que le hará pasar malos ratos,
adosados por un Trump que no muestra sus cartas hasta que cobra la mano.
Venezuela,
¿aprendió?
No es resignación lo que
nos ha de venir, sino tener criterio de escasez y nada de escasez de criterio. Desde
lo más sencillo como:
Ahorrar
agua, bañándose midiendo el uso de la misma, tener un recipiente a los pies y
usarlo en el sanitario. Lavar platos y ropa con efectividad y cargas completas.
Apagar
las luces que no se estén utilizando.
El
reciclaje. Buen uso del papel para escribir, imprimir, envolver alimentos.
Aprender
a hacer cosas que de usual compraba, pero no para suplir del todo, sino para
cubrir momentos álgidos, como por ejemplo la panificación.
Horarios
establecidos para comer platos elaborados. Y saber merendar sano.
Valorar
cada billete y sí se puede, colocarlo en una cajita; jamás desestimar a
cantidad alguna.
Saber
que las criptomonedas pueden ser buena inversión, usando faucet, dice, mirar
páginas web.
Planificar
sus salidas, tanto por el transporte como maximizar las mismas para no hacer tantos
viajes que gasten recursos.
Saber
cuándo darse un gusto, pero jamás negárselo, no se debe ensimismar y negarse lo
que le atrae.
Valorar
la recreación y unión familiar, maximizando los recursos pero con un toque
minimalista.
Analizar
las compras a realizar para saber combinarlas, sacarles buen provecho.
Aprender
a suplir comidas en su precio, no en su valor proteínico. Crear calendarios
para poder comparar presupuesto con posibilidades de compras y así balancear
sus platos y poder frenar el adelgazar insano que estamos teniendo en el
país.
Cuidar
las cosas pequeñas. El desestimarla nos hace aumentar los gastos. No es pobreza,
es sentido común.
Muchos consejos para poder
defendernos como individuos, familias, conglomerados, país seguirán surgiendo y
hay que difundirlos, porque esa es la forma de ser grandes y ser útiles a
Venezuela y a cualquier país, ya que vamos a entrar por igual al hoyo negro del
mal manejo de la economía, de la falsa bonanza, del orgullo, de la maligna
búsqueda de la dominación del hombre por el hombre y la debacle nacida de la
ambición de esa parte de la población mundial que no es mayoría, pero vaya que
se ocupó de amasar poder y hacerse sentir perjudicando.
Este tiempo no se lo
podemos agradecer a maduro, en nada. Pero ya que lo vivimos, debemos aprender y
mejorar en defensa del mayor de los bienes: la vida.
Hay que dejar al orgullo
atrás, el esnobismo en que caímos, la comodidad. Ser más adecuados a la vida
con tecnología y no vivir sólo para ella. Saber conjugar lo tradicional con lo
moderno, buscar equilibrio, porque sí algo tienen las recesiones, es atacar al
mismo por todos los flancos de la trinchera humana.
El 2019 amerita cambiar la
economía. Para saber cómo debería ser, para inspirar, para que al fin
mejoremos, vamos a hacerlo desde nosotros, así a lo mejor los políticos
aprendan algo.
Lcdo.
Argenis Serrano - @Periodistech