EMBRIOLOGÍA Y DESARROLLO DE LA MAMA EN INFANTES Y ADOLESCENTES

EMBRIOLOGÍA Y DESARROLLO DE LA MAMA EN INFANTES

Las glándulas mamarias se desarrollan a partir de las crestas mamarias o línea de leche, las cuales son engrosamientos de la epidermis que aparecen por primera vez sobre la superficie ventral del feto a las 5 semanas, extendiéndose desde la axila hasta la región superior media del muslo. En el humano, la mayor parte de la cresta no se desarrolla más y desaparece durante el desarrollo fetal. La persistencia de segmentos de la línea de leche es la causa embriológica de tejido glandular mamario ectópico lo cual ocurre más a menudo en los extremos de la cresta mamaria, en la axila o en la vulva.

En la pared torácica, ocurre una condensación mesenquimática alrededor del tallo epitelial, el priordio de la mama, en el sitio de desarrollo mamario, en la quinceava semana de gestación. El crecimiento de los cordones de epitelio dentro del mesénquima, produce un grupo de columnas epiteliales sólidas, cada una de las cuales da origen a un lóbulo de la glándula mamaria.

La capa papilar de la dermis fetal continúa hasta encerrar éstos cordones epiteliales en crecimiento y por último da origen al tejido fibroso vascularizado que rodea los conductos individuales y sus ramificaciones dentro de los lóbulos.

En la mama fetal, las células epiteliales que forman el primordio mamario expresan el factor α de alteración de crecimiento, un factor mitógeno y de diferenciación, que puede mediar el efecto promotor del crecimiento de los estrógenos, sobre la mama en desarrollo.

El tejido de estroma que rodea el primordio mamario es rico en factor β-1 de alteración del crecimiento, una proteína que se encuentra involucrada en la modulación de la interacción células – matriz. La proteína de la membrana basal, colágeno tipo IV, se distribuye alrededor de la capa basal de células en el primordio mamario. Al inicio del desarrollo fetal, la actividad proliferante medida por medio de inmunorreactividad Ki67, es máxima en la región del cuello del primordio mamario, implicando a las células epiteliales y del estroma.

Un estroma menos celular, más colagenizado, que se origina en la dermis reticular, se extiende al interior de la mama para circundar los lóbulos y las subdivisiones de los lóbulos, formando los ligamentos suspensorios de Cooper, los cuales adhieren el parénquima de la mama a la piel.

Coincidencialmente, la diferenciación del mesénquima en grasa, dentro del estroma de colágeno ocurre entre las semanas 20 y 32. En los últimos 2 meses de gestación, ocurre la canalización de los cordones epiteliales, seguido por el desarrollo ramificado de las estructuras glandulares lóbulo – alveolares. La fóvea mamaria es una depresión en la epidermis donde convergen los conductos lactíferos. Cerca del nacimiento, se forma el pezón mediante la evaginación de la fóvea mamaria. El resultado de una falla en este proceso normal, es un pezón congénitamente invertido.

Las etapas iniciales de formación de la glándula mamaria en el feto no parecen depender de las hormonas esteroides, mientras que el desarrollo de la estructura mamaria después de la quinceava semana es influenciado considerablemente por la testosterona. Se ha detectado, por medio de la inmunohistoquímica, un estrógeno alfa receptor en los núcleos de las células epiteliales en la mama fetal, durante y después de la treintava semana de gestación.

El estrógeno alfa receptor es regulado en su límite superior poco después del nacimiento y se acompaña de un receptor de progesterona, hallazgo que indica que el receptor de estrógeno es funcional. En las últimas semanas de gestación, la mama fetal responde a las hormonas esteroides maternas y placentarias y a la prolactina, lo cual induce a actividad secretora. Esto se manifiesta después del nacimiento por secreción del calostro y de agrandamiento palpable del primordio mamario. 

La actividad secretora decrece y cesa típicamente durante el primer o segundo mes después del nacimiento, debido a la desaparición de las hormonas maternas del torrente sanguíneo del infante. La glándula se retrae y retorna a un estado inactivo en el cual está compuesta de conductos lactíferos que se ramifican un poco sin diferenciación alveolar progresiva, aunque pueden persistir las estructuras lobulares.

La proteína producto del gen bcl-2, la cual actúa para inhibir la apoptosis, está expresada de forma máxima en la mama fetal. La localización inmunohistoquímica del gen bcl-2 se ha detectado en el epitelio basal del primordio mamario en desarrollo y en el estroma que lo rodea. En el tejido mamario masculino y femenino se han reportado patrones de tinción similares. La reactividad bcl-2 se pierde muy pronto después del nacimiento y no está presente en el epitelio de la mama normal del adulto. Estas observaciones sugieren que la regulación del nivel superior del bcl-2 contribuye a la morfogénesis de la mama feta, por su efecto inhibitorio sobre la apoptosis.

El desarrollo posterior normal de la mama no comienza sino hasta que se alcanza la pubertad. La telarquia prematura es la aparición unilateral o bilateral de un engrosamiento subareolar discoide antes de la pubertad. La incidencia de telarquia prematura en infantes hembras blancas y niños hasta los 7 años de edad, en los Estados Unidos en 1980 fue de 20,8 x 100.000. Esta condición es probablemente una respuesta a niveles aberrantes de hormonas endógenas. El nivel basal promedio de hormona folículo – estimulante en niñas con telarquia prematura es mayor que en los controles normales y esas niñas tienen una respuesta mayor a la hormona liberadora de gonadotropina.

Los pacientes con pubertad precoz tienden a tener niveles normales de hormona folículo – estimulante y una respuesta normal a la hormona liberadora de hormona luteinizante. Klein y Col, reportaron que las niñas con telarquia prematuras tienen niveles significativamente mayores de estradiol que las niñas propuberales normales.

El tejido mamario nodular que mide 1.0 a 6.5cm tiende a retroceder lentamente en los siguientes 6 meses a 6 años, pero en algunos casos, persiste el primordio mamario hiperplásico hasta la pubertad. Volta y Col, reportaron que el 60% de las niñas con telarquia prematura que comenzó antes de los 2 años, tuvo una regresión completa antes del comienzo de la pubertad. La extirpación de este tejido da como resultado amastia. 

Van Winter y colaboradores reportaron que el seguimiento de mujeres que tuvieron telarquia prematura reveló que no tenían predisposición a carcinoma de mama y que tenían una edad normal de menarquía. En otra serie, 14% de niñas con telarquia prematura desarrolló pubertad precoz, lo cual es una circunstancia que es más probable que ocurra si el comienzo de la telarquia prematura es después de los 2 años de edad.

Histológicamente, el tejido mamario de la telarquia prematura se asemeja al de la ginecomastia, porque se caracteriza por una hiperplasia epitelial en el sistema del conducto con una configuración sólida y micropapilar. El crecimiento y ramificación de los conductos proliferantes dan como resultado un número mayor de cortes transversos del conducto, rodeados por estroma moderadamente celular. 

La citología por aspiración con aguja fina (PAAF),  revela un fondo de estroma misoide, células bipolares de estroma y láminas esparcidas de células ductales benignas. La telarquia prematura se debe distinguir del agrandamiento de mama en la prepubertad, lo cual típicamente ocurre como resultado de la acumulación de exceso de grasa mamaria y de tejido conectivo.

EMBRIOLOGÍA DESARROLLO MAMA INFANTES ADOLESCENTES

DESARROLLO DE LA MAMA ADOLESCENTE

Con el comienzo de la secreción cíclica de estrógenos y progesterona en la pubertad, comienza el desarrollo de la mama adolescente. El crecimiento de los conductos que se alargan y adquieren un epitelio engrosado, es dependiente de los estrógenos. En este período también ocurre la diferenciación del estroma periductal que responde a las hormonas, el cual es dependiente de los estrógenos. 

La hormona de crecimiento y los glucocorticoides contribuyen al crecimiento ductal. La diferenciación y crecimiento lóbulo – alveolar durante este período son realzados primordialmente por la insulina, progesterona y la hormona de crecimiento. Los lóbulos se derivan de masas sólidas de células que se forman en los extremos de los conductos terminales. La mayor cantidad de diferenciación glandular de la mama ocurre durante la pubertad, pero el proceso continúa por lo menos una década y aumenta durante el embarazo. La mama masculina adolescente consta de tejido fibrograso y conductos delimitados por una capa fina de células cuboidales pequeñas.

ANATOMÍA MACROSCÓPICA DE LA MAMA ADULTA

La mama madura tiene una configuración excéntrica, con el eje longitudinal colocado diagonalmente sobre la pared del pecho, en gran parte sobre el músculo pectoral mayor y extendiéndose dentro de la axila como la prolongación de Spence. Los límites anatómicos periféricos de la mama no están definidos con precisión, excepto en la superficie profunda, donde la glándula descansa sobre la aponeurosis pectoral. Superficialmente, la mama se extiende lateralmente sobre porciones del músculo serrato anterior, inferiormente sobre el músculo oblicuo externo y la vaina del recto superior y medialmente sobre el esternón.

Anatómicamente, la mama descansa en un espacio dentro de la aponeurosis superficial, aunque los extendidos microscópicos del parénquima glandular algunas veces traspasan éstos límites, superiormente, esta capa se continúa con la aponeurosis cervical e inferiormente con la aponeurosis abdominal superficial de Cooper. Bandas fibrosas se extienden desde la dermis hacia el interior de la mama, formando los ligamentos suspensorios de Cooper, los cuales sujetan la piel y pezón a la mama.

Los ligamentos de Cooper son más extensos en la parte superior de la mama. La distorsión o contracción de los ligamentos suspensorios por lesiones del parénquima, se pueden manifestar por formación de hoyuelos en la piel o retracción del pezón.

La capa membranosa profunda de la aponeurosis superficial está separada de la aponeurosis del músculo pectoral mayor y de los músculos serratos anteriores por el espacio retromamario o submamario, el cual contiene tejido areolar laxo. Las extensiones de la aponeurosis membranosa superficial que atraviesa el espacio retromamario actúa como ligamentos suspensorios posteriores. Se pueden encontrar extensiones microscópicas de tejido mamario glandular en conjunto con los ligamentos suspensorios posteriores en el espacio retromamario y raramente en la aponeurosis pectoral que se encuentra por debajo. La infiltración neoplásica o inflamatoria del espacio retromamario, se asocia clínicamente con la fijación de la mama a la pared torácica.

La aponeurosis axilar en la cúpula del espacio axilar piramidal está formada por una extensión del músculo pectoral mayor. Una capa aponeurótica que se origina del borde más bajo del pectoral menor se une a una extensión de la aponeurosis del pectoral mayor para formar el ligamento suspensorio de la axila, en continuidad con la aponeurosis del músculo dorsal ancho. Una banda inconstante de músculo en este plano aponeurótico es conocida como el músculo suspensorio de la axila. Los límites aponeuróticos de la axila proporcionan linderos importantes para la disección en bloque de los contenidos de la axila.

Autor: Paul Peter Rosen
Fuente: Patología Mamaria de Rosen

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