En un país como Venezuela, donde
primero pasa el ente fiscal nacional (SENIAT) a cobrarle a los negocios y al
ser pagados, pasan los cobradores de la gobernación, para luego pasar los de
las alcaldías, entre otros impuestos que desangran lentamente al emprendedor
y/o consolidado, las palabras del economista
argentino Javier Milei, candidato por el partido La Libertad Avanza a la presidencia de Argentina en 2023,
terminarían siendo aleccionadoras, guías y reconfortantes.
Javier Milei |
Ya muchos lo catalogan como un
outsider populista, del cual es la opción porque no hay de otra, que la gente
debería confiar en los políticos tradicionales o de carrera, etc.; olvidando
que dichos políticos también son parte del problema, porque no quieren hacer a
un Estado que desarrolle oportunidades y delegue, sino que quiere ser un Estado
proteccionista, porque sí le quita los bonos a la gente, los tumban.
Ese temor y actitud nos han llevado
a transformarnos en bandos que van más allá de lo que manipula la izquierda y
la derecha en sus medios. Son los bandos de los que se dicen tener conciencia,
porque se ganan todo trabajando y los que dicen que su conciencia está limpia,
pero prefieren que les den para vivir con humildad de pueblo.
Para ambos, el buen vivir debería
ser lo mismo: Acceso a todos sus derechos y cumplimiento de todos sus deberes. Pero
los deberes no existen.
Aunque no comparto lo excesivo que
resulta la reducción de impuestos que Javier Milei pretende, ya que también a
la gente le toca aprender que lo que les cuesta no se debe hacer fiesta y que
apoyar con tributos ecuánimes, justos y no coercitivos ayudan a tener real
sentido de propiedad, también estoy claro que la realidad de su país no es la
misma que la de Venezuela.
En lo que sí estoy de acuerdo, es
que cada quien ha de producir para ser útil para sí mismo y a la país. Y pagar
lo justo por servicios, bienes, construcción, además de la libertad de
expresarse y no tener tantas trabas para emprender, engranando todos para mover
al país.
Lo que se debe tener es conciencia
en el desarrollo social + trabajo social, evitando así a la anarquía de ciertos
sectores que por omisión involuntaria o voluntaria, quieren estar pisando a los
demás para conseguir prebendas. Ese cáncer no se extirpa fácilmente y debe ser
tratado con conciencia y pensando en las necesidades del individuo, de personal
a grupal (enfatizo, trabajo social real, en Venezuela llegó a ser excelente y
salieron soluciones cívicas y científicas de primera).
Javier Milei sí puede ser una buena influencia para que los latinoamericanos abran (abramos) los ojos
Así no te gusten sus métodos y el boom que lo elevó, sabes que lo siguiente, es nuestra cruda verdad:
El votante latinoamericano o hispanoamericano -en especial el venezolano-, desconoce lo que
hacen con sus impuestos. De allí salen los bonos, cajas clap, operativos y
sobre todos, las fiestas populares que
pagamos con la nuestra.
En eso se enfrasca Javier Milei, en
que el Estado está para crear condiciones socioeconómicas favorables y que las
personas se desarrollen. Aunque a los latinos nos falta dicha madurez (a
montones), no es imposible cuando se toma el gusto por el trabajo, creatividad,
libre comercio, acceso a todos los derechos. Ya, por resultante, el ciudadano
(no pueblo), acatará sin chistar con sus deberes y se habrá consolidado la
unión.
Otros que no han abierto los ojos
son los políticos, también atados de manos por aquello de que sí a la gente no
se les da dinero o facilidades a más no poder (papá Estado), resultan enemigos
y no se puede votar por ellos, además de los epítetos de burguesía, extrema
derecha y qué sé yo.
Pero, dichos políticos también son
unos lelos pueriles decepcionantes en sus alegatos, que no brindan esperanza ni
firmeza, ni una posibilidad real de cambio, en el que la gente, sin anarquía,
pueda hacer lo que guste y obtener un porvenir, recuperando a un país como
Venezuela, lleno de recursos, pero lleno de gente mal que manipula sentimental,
anímica, armamentista y físicamente a los demás.
¿Qué podría cambiar @JMilei en los votantes y/o políticos latinoamericanos?
Sí perdemos lo motolitos que somos
y refundamos a nuestros países, dejando atrás falsas batallas, alejando a los
corruptos, no creyendo en los individuos
que exactamente sabemos responderán con trampas y agresiones, pero sí con
los que buscan puntos de encuentro en sus paralelismos, bien que podríamos
dejar a un lado a la izquierda y derecha y por fin la gente se desarrolle
mejor, alejándose de la pobreza económica y moral que tanto nos afecta.
Javier Milei, aunque sea radical,
es único y sí trae una revolución consigo. Hacer las cosas debidas, aunque a
los demás les duela, porque erradica lo que conocen y brinda la temeridad de lo
desconocido. Y sí los políticos se portaran como él, bastante que podríamos
cambiar.
Y no se lo digo a la oposición
venezolana, sino también a los trémulos partidarios del partido en Miraflores,
que podrían quitarse la bota que no les deja desarrollarse del todo, miedosos a
un expediente que siempre está a la mano para atacarlos sí se atreven a pensar
o a unir voluntades sin distingo.
Lo que podría entonces hacer la victoria y ejemplo de Javier Milei con los latinoamericanos, sería:
Perder el miedo a la manipulación
A la gente se le manipula por el
estómago y con las armas. Sí todos buscan una depuración se van con el que
menos les dará una vida de regalos y sí una vida dónde desenvolverse sin estar
dando gracias a un funcionario electo o
designado para servir.
Despertar al pueblo, para que se entienda ciudadano / nación
Un pueblo despierto, entiende por
fin que su mejor evolución es ser ciudadano, al cual se le cumplen los derechos
y se le exige constitucionalmente a cumplir sus deberes. Dar y recibir en un
ciclo perfecto.
Javier Milei muestra posturas radicales ciertas
Radicalizarse contra el odio, la
desinversión, el despilfarro, la manipulación de género y la mala educación,
debería ser la real molestia social, que desencadene por cualquier medio legal,
que se acabe. ¿Lo entenderá el votante
hispanoamericano alguna vez?
Su intencionalidad y la manera cómo
lo desea hacer, para que la Argentina resulte el país digno que merece ser, es
una verdadera revolución, porque construye evolucionando para el siguiente
paso, no una revolución para quitar a algunos y poner a otros a hacer lo mismo
con falsas caretas.
Javier Milei y la Dolarización
Eso del amor a los bolívares como moneda
patria, incluso lo cuestionaba Renny
Ottolina en la década de los setentas. Y un billete tan golpeado, debería
ser reemplazado. La libre
convertibilidad de la moneda es más atractiva con dolarización, pero quedan
alternativas como el euro o el Bitcoin y
las Altcoins. Y sí quieren usar yuanes o rublos, ¿Po qué no?, lo que
importa es que el dinero valga y la hiperinflación venezolana hace tiempo
defenestró al bolívar.
¿Moneda
común?, Ottolina habló del Peso. Sería la moneda latinoamericana.
Pero, los países no se atreven y allí dudo que Javier Milei sea un ejemplo.
Pero vean, ¡La idea está, lo que falta es voluntad política!
Exceso de impuestos
Ya lo dijimos antes, pagamos muchos
impuestos, aranceles y demás. El candidato a la presidencia de Venezuela Benjamín Rausseo propuso bajar el IVA
en un 10% y que se anexaran más rubros, siendo una buena base impositiva con la
cual todos en igualdad cumplan y reciban. Pero, como le tienen odio por ser un
loco o vendido o humorista, defenestraron su idea.
O quizá, aún otro gobierno querrá
un IVA alto para poder recuperar las arcas, dando continuidad a una afectación
recurrente. Y quién sabe qué otros impuestos.
Por ello, quien no haga como Javier
Milei que va en contra de los impuestos, explica cuáles dejar y qué se ha de
hacer, hay que tener a ese candidato/a al margen, porque no nos va a ayudar
como merecemos.
Cantarle las verdades a los ladrones de cuello blanco
No podemos usar el lenguaje de
Javier Milei para cantarles las verdades a los políticos dirigentes, porque nos
apresan, golpean y cosas peores. Pero sí decir lo que no nos funciona, lo que
percibimos como mentira real y documentar todo ello. Reconocer que dejarnos
meter el dedo por ellos, porque no hay de otra, nos humilla y hace de nuestras
vidas una vergüenza sin fin.
Quitar privilegios a los políticos y sus familiares o socios
El Estado es demasiado grande. Que
sí el viceministro de no sé qué cosa, la mesa técnica de aquello, la misión
tal, que el grupo social aquel; además de 165 diputados que jamás pisan el área
por la que supuestamente son electos ganan un dineral que podría servir para
reparar hospitales y carreteras o reactivar a PDVSA.
Un Estado compacto y funcional, con
descentralización e información veraz, es lo que se requiere, para que los
políticos sepan lo que es ganarse las cosas trabajando y el sector privado (tú
y yo), ganen a un personal o dirigentes con su mano de obra calificada (también
tú y yo).
Javier Milei insta a aminorar el temor y el adoctrinamiento
No podemos seguir siendo cómplices
y genuflexos ante los políticos y ellos deben cumplir para lo que se juraron.
Que se ganen los votos por acciones por y para todos y no porque el partido lo
exige o perderás beneficios. Ya basta de humillación de parte y parte.
Demostrar que la anarquía ha destruido familias
Pensar de manera individualista, no
queriendo pensar en los demás, pensando que el conformismo y regalos es lo que
debe darnos y permitirnos un político, nos ha dañado de maneras inimaginables.
Nadie puede hacer lo que le venga
en gana. Debe aprender que el que la
hace, la paga; muchos se envalentonan porque creen que es la manera de
subsistir en este país, olvidando que el respeto ajeno y el aprendizaje de las
normas más básicas de convivencia y comunicación, ayudan más.
Quizás así se acabe el éxodo,
sumado a una bonanza económica real y condiciones de seguridad financiera y de
protección al ciudadano. Sí acabamos a la anarquía en nuestras acciones,
seremos depuradores de esta sociedad tan golpeada.
Trabajar para ser y hacer
¿Quieres dinero?, trabaja. Eso te
hará solvente y te dará el mañana que quieres. Es mejor que los regalos o vivir
ganando esporádicamente. Eso te ayuda a ser: Ser dueño de un hogar, de un
transporte, un padre o una madre que puede ayudar a sus hijos; a ser un
turista; a ser una persona que sale a entretenerse sin remordimiento y a ser
solvente para pagar los bienes y servicios que necesita o desea tener.
Javier MIlei y la disciplina con enfoque
El economista es extremadamente
disciplinado y enfocado en lo que quiere para su país, el cómo hacerlo y las
ganas de hacerlo, lo que le permite decirlo. No es un “vamos a hacer”, es una
explicación metódica y factible.
Para eso se requiere estudio,
análisis, ser organizado y realista. Cuando las personas le oyen, tratan de
averiguar qué tan real es lo que propone. Eso crea a personas disciplinadas en
saber que deben comprobar todo lo que se dice y acompañar a lo que realmente se
debe y se puede hacer.
Eso acabaría con la manera sinvergüenza
de ser del hispanoamericano, que no se compromete de manera metódica a ser
parte de la política nacional, que no es lo mismo que ser partidista (política
no es estrictamente derivado de un partido o gobierno, estudien eso).
Delegar con liderazgo
Un líder delega a quien se ha
preparado en un área y eso crea confianza y aleja la imagen del súper hombre o súper
mujer en la Presidencia. Así todos pasamos
ser tan importantes como somos. L que no sabe uno, lo sabe el otro y
así, engranan a los mejores y se hacen responsables ante la ciudadanía de las
acciones que deben acometer por mandato
constitucional.
Enfocarse en el crecimiento ciudadano
En Sociología, la meta es hacer que
cada persona entienda que el concepto de pueblo es unión nacional, pero no
sumisión ni humildad y sólo recibir, mucho menos recibir a cambio de adhesión
enfermiza.
Se requiere que seamos ciudadanos
que cumplamos nuestros deberes y hagamos valer nuestros derechos. Que nadie nos
tome por tontos y que sepan que nuestro techo intelectual y moral puede y debe
ser mayor.
Javier Milei puede ayudar a desmitificar qué es el sector privado
Siempre se ve a los empresarios
como una raza superior y a la que hay que atacar y desangrar, porque son los
amos del sector privado.
Mucho de error hay en eso, en
especial de que el sector privado somos
tú y yo, cuando ofrecemos bienes, productos, servicios, somos una marca.
¿Quieres que te ataquen a ti?,
seguro que no. Pues bueno, al empresario y comerciante no se le debe atacar,
salvo que no cumplan lo que prometen
y el mejor ataque es dejar de procurarle, lo que le hará cerrar, por su culpa.
Pero sí la gente cumple y se adapta al mercado y nos es asequible, porque
ganamos acorde, ¿Por qué atacarlo?
Una empresa cerrada por capricho, es
más gente en situación precaria.
Por ende…
El economista
Javier Milei, no se parece a Nayib
Bukele de El Salvador, ni a Donald Trump de USA o Bolsonaro de Brasil en
metodología, pero sí en objetivos.
Con fallas o no,
procuran que la gente trabaje y se gane el pan con el sudor de su frente, sin
que el Estado les desangre dizque para resolver problemas, cuando el Estado es
el principal problema.
Hay que aprender
a quitarle facilidades a los políticos que mandan y a los corruptos del sector
privado. Que dejen de vivir de nuestros impuestos y nuestra fuerza vital y
actitudinal.
Es así como al
fin los países hispanoamericanos – latinoamericanos volverán a florecer,
ocupándose de lo suyo, legando al país su tasa de esfuerzo sin chistar y
viviendo en la armonía y actividades que su esfuerzo les permite costear.
No dejarnos
robar más el futuro y sabiendo elegir a quienes pueden hacer lo debido y no lo
que les dé la gana, es el norte de Javier Milei y algo de él, podemos asumir,
amoldar y mejorar, para salir de este obscurantismo al que nos han llevado
aquellos dedicados en inventar enemigos, siendo ellos los enemigos reales, que
atacan a nuestras vidas, corazones y espíritus de manera silente, pero
indolente.
Gane
o pierda las elecciones en Argentina 2023, Javier Milei tiene razón y a eso nos
debemos aferrar: Los funcionarios están para servir, no para robar y/o
amedrentar; además, los falsos sentimentalismos patrios, no ayudan a crear
naciones pujantes, sino sumisas.