Opinión de Periodistech

La cívica ¿me dicen dónde quedó?.- Hace unos días atrás me trasladaba en el transporte público, quedé en el puesto anterior a los últimos, conocidos popularmente como “la cocina”. En ella, hacia cada lado de la ventana estaban 2 jóvenes conversando con el muy anti-popular “marico” acompañado de su similar “güevón” (tal cual se ve escrito y ajustado al género de quienes así se tratan) que se dice en vez de amigo, chamo, pana, etc., los términos de confianza en general.

Y es que toda conversación se ha transformado que en una expresión, digamos de 10 palabras, 7 son groserías. Quizás suene muy puritano y poco adecuado a quien las dice, como es mi caso, pero cada cosa en su lugar tienen también su valor moral y ético.
Lo que más me incomodó es que estando 3 señoras entre ellos, de manera altisonante espetaban su titipuchal de groserías sin rectado alguno y con mayor incoherencia y soeces en su conversación. Se sentía que era más por hablar y lucirse en las groserías que el mantener una conversación amistosa.
Es acá donde viene mi vergüenza, tanto por lo que oí, como por las veces que yo mismo he suprimido una expresión amistosa por una grosería, ¿a dónde vamos? ¿Qué respeto tenemos por los derechos ajenos? ¿Por qué justificamos el que los demás lo hagan para nosotros hacerlo, acaso no poseemos identidad, libre albedrío, valores familiares que pesan más?
La pobreza en el lenguaje, tanto en la expresión oral como escrita; el limitarnos y enfrascarnos en modismos, muletillas, clichés, nos invita a sentirnos relegados por quienes mejor se expresan y eso crea barreras mentales y actitudinales que incitan hasta el rencor, en fin, explotan la humanidad de manera mal llevada.
Eso que llaman “Poder Moral”, que se encuentra enmarcado en la Constitución Nacional y que poco se sabe del mismo, debería fusionarse con los ministerios de educación a todo nivel, misiones, medios comunicacionales, planes familiares y rescatar lo bonito de las buenas relaciones.
El stress, la falta de crecimiento espiritual, el mantener fórmulas de convivencia decrecen sin ese tanto de disciplina tan necesaria para mantener el respeto por quienes son nuestros mayores, nuestros contemporáneos y quienes son menores de edad (para los cuales somos el ejemplo a seguir).
No hay que burlarse de quien busca crecer y mucho menos de quien no lo hace; la base acá es ayudarnos mutuamente.
Las groserías tienen su momento para lo coloquial, jamás para forma de trato, corporativo y menos para alentar su siguiente y despreciable nivel: La obscenidad.

Elección de Candidatos.- He sido y seguiré siendo necio en este punto. No basta ser político, no basta ser gritón y empuja masas, hace falta currículum, formación cívica y ciudadana y alma de pueblo, sin caer en la cursilería falsa y humillante de las camisas arremangadas o besar niños y abrazar ancianos para las cámaras y las campañas.
Y es que el Currículum Vitae nos es exigido en cada empleo que solicitamos o para ampliar nuestro crecimiento y beneficios profesionales, entonces bien cabe alentar que exista el “Currículum Político” ¿por qué esto? Para evitar que a la Asamblea Nacional, Concejos Municipales y Juntas Parroquiales sigan llegando personas disfrazadas de pueblo o personajes que por lambones han surcado la pendiente electoral.
La modificación de la normativa Electoral deja una brecha a que se acabe aquello del “quedaste por defecto ante la sumatoria de votos”. ¿Cuántos payasos no han llegado a altos cargos por ello, apoyados por una maquinaria electoral y el no saber por quién se vota, sea por poca promoción o la flojera de leer el tarjetón por parte de los electores?
Yo soy muy directo con mi ejemplo: El diputado psuvista Pedro Lander, que sólo sube al estrado a decir groserías, leer periódicos, lanzar consignas repetidas y jamás un mensaje o proyecto moderador, en fin, jamás ha alentado la paz ni en sus propios co-partidarios. Eso es ejemplo de unos dineros que se le cancelan ¡bien perdidos!.
Estoy seguro que ninguno de los dos bandos tipificados, gobierno y oposición, desean más estúpidos en sus filas; el detalle es que el gobierno amerita esos gritones incendiarios para mantener a la opinión pública en contra de cualquier forma de cohesión y reconciliación política, transformando la adversidad en la mejor barrera de la verdad.
Sugiero que en los diarios se publiquen micro-fichas con el currículum de los candidatos (pre-candidatos diríamos); así sabremos si saben que es un FODA, cómo se lee/diseña/aplica un proyecto factible, saben llevar la contabilidad de lo que se lleva a presupuesto, parámetros de lectura y comprensión de leyes; su oratoria.
En lo que respecta al peligro de su bipolaridad, debería de probarse su no venta a una sola idea, nacida de su eje-partido (ideologías), ello puede aumentar su criterio y aceptar lo bueno con miras a mejorarlo y saber en qué se está fallando.
Que sepan contrarrestar más con proyectos, soluciones, consensos metódicos que con meras palabras en los medios que a la larga son un cero a la izquierda y dan el tiempo a que se acometan barbaridades con rasgos de legalidad.
Si está preparado(a), tal cual a uno le exigen en un empleo, pues es así como les emplearemos para laborar en tan alto puesto, recordemos que ellos son empleados de la nación que nosotros elegimos, que debemos analizar y jamás jugar en el predio electoral, a la gallinita ciega.

La Buena Atención.- Cuando a usted le atienden bien en alguna parte, se siente muy complacido. Sea un hotel, tienda, centro de conexiones o un puesto en la calle. El que nos vean a los ojos cuando hablamos, el Buenos Días, Tardes, Noche es tan complaciente y motivador. Entonces si usted se siente bien al oírlo ¿por qué no decirlo?
So excusa de que ¡yo soy así! ¡Me caen mal! ¡Esos no le paran a eso!, vamos bajando la calidad en la atención. También cuestionando o segregando por el físico, género, etc., vemos hacia otro lado cuando nos hablan, interponemos el teléfono, respondemos como si nos están atacando cuando sólo nos consultan algo que es nuestro campo.
Cierto es que jamás podremos estar 100% contentos, amables, directos o dispuestos por centenares de factores, pero el interés de ser comedidos ante lo que se nos solicita, está en nuestros deberes o que de favor se nos solicita jamás perderá su gran valor.
El desgano, las muecas, la falta de participación en la ayuda, promoción o solución de situaciones diversas, nos lleva a una muerte lenta del respeto ciudadano, falta de confianza, sombras y elucubraciones mentales que nos alejan del mundo.
La diplomacia es una alternativa, ya que como dije, jamás podremos estar al 100% para las personas y no todas serán de nuestro gusto, empatía o química (eso existe, créanlo), pero el cumplimiento cabal y el no juzgar y ser verdugos, nos permite estar al nivel ciudadano que tanto la patria de Bolívar requiere de todos, sin excepción.
Vamos a darle un alto al desdén, así podremos compartir entre todos y bajarán las mal llamadas “diferencias” y aumentará la igualdad, la equidad y la justicia social, promovida por nuestras propias acciones.
Siempre hemos de estar dispuestos a dar las 2 mejillas y a ser consecuentes, diplomáticos y mantenernos por encima de cualquier influencia del zoísmo, lo que popularmente se le conoce como “estar sobrados”.

Presento mis excusas y dispensen lo malo…