Creo que, distinto a lo que la OMS
califica como “Síndrome del Videojugador”, donde le tipifican como desorden
mental desde 2018, algo que está viviendo mucha gente es la rabia del
videojugador.
Explico esto que llamo "la rabia del videojugador"
Para dar contexto, diré que esta idea la
tenía desde hace mucho tiempo y jugaba con ella (ironía real). Pero no sabía
cómo plantearla hasta que vi a una niña de tres años jugando en el teléfono de
su mamá y estaba molesta porque perdía.
Sí, molesta y por mucho. Me impactó y
recordé porqué tenía yo esta idea. En mi juventud se jugaba con Nintendo, Super
Nintendo, SEGA, Play Station, Dreamcast, Nintendo 64 y recuerdo a un vecino que
frecuentaba los sitios de videojuegos a los que yo iba.
Él con cualquier juego, llegaba al final
y descubría los trucos. Pero válgame el cielo que algún ítem del juego lo
tocara, le incomodara o peor aún le ganara, su molestia era de gritos y
reproches a la pantalla y a él mismo por no tener la habilidad de resolver a
sabiendas de lo que venía.
Allí sin saberlo yo, estaba en presencia
de alguien con la rabia del videojugador. Influenciado por una máquina, con
algo que es para entretenerse, terminaba estresado y pagándola con los demás.
Y volví a ver esto de la rabia del
videojugador pero ya en la ludopatía de las máquinas de Jackpot, donde se
apostaba dinero. Cuando no se colocaban tres figuras en línea o la pantalla de
un mismo color o con todas las frutas, los improperios de los jugadores era
tremendo, ¡Jamás lo tomaban como un juego!, obviamente por el dinero.
Pero lo que hay detrás
A nadie le gusta perder, pero tampoco
todos saben asimilarlo. Algunos muestran esto que he catalogado como la rabia
del videojugador, otros aguantan un poco más y se tragan la rabia, otros se
adentran en el delirio de “doble o nada”, esperando que un golpe de suerte o
algoritmo les haga recuperar lo perdido.
Y hay quienes llevan esa actitud a todo
en la vida; ante cualquier fallita, arman tremendo lío y desquitan su malestar
con los demás, sin entrar en conciencia de:
-
Somos humanos y
fallamos.
-
Las cosas
pequeñas se resuelven.
-
Los demás no
deben pagar por tu falta de autocontrol.
Yo mismo me he molestado con juegos para
teléfonos celulares como Candy Crush,
llegué al nivel 512, pasé un mes sin poder salir del mismo y antes de que la
rabia del videojugador, entremezclada con la frustración de no saber dónde
estaba mi falla, opté por desinstalar el juego y seguir con mi vida.
Caso similar con Angry Birds, donde me dije, ¿por qué los demás avanzan y yo no?,
terminé molesto conmigo y luego buscando cómo calmarme al pensar que es un
videojuego y que este tampoco tiene el deber de ser fácil, sino retarme
mentalmente.
Y perdí al caer en manos de la rabia del
videojugador, porque ofuscó a mí mente y me llenó de desánimo, cosas que una
persona no debería perder en su propio feudo (su mente, corazón y alma).
Pero luego de ver a la niña molesta y
–por lo que me dio a entender su madre- le es común, veo que hay muchas cosas
pequeñas que nos dominan, porque creemos que por estar diseñadas para
entretenernos, no aceptamos el reto, lo queremos todo fácil.
Así es la vida del venezolano, que sin
estar pegado a una Tablet o teléfono o tener una consola de videojuegos, anda
con la rabia del videojugador, al tener que enfrentar cosas menudas y
cotidianas y siempre sale un ítem que molesta, sea cosa o persona y terminamos
formando lío en vez de verlo como algo común.
El mundo nos estresa y nosotros hacemos
nuestra parte para acrecentarlo, andamos con una o varias rabias pisadas, dispuestos
a liberarla en el momento y ante las personas que no deberían de ser.
De allí que más de un vividor de oficio
se apodera de nosotros, que hemos perdido el control de la mente y cuerpo sobre
la materia. Y no me digan que al tenerla calmada con yoga, meditación o disciplina
somos felices, ya que ese dragón latente no tiene ni un ápice de sano.
Juegues o no videojuegos, la rabia del videojugador
convive en nosotros, con las ganas de siempre ganar y no saber enfrentar los
reveses para ser mejores, incluso abandonando y desinstalando el juego,
perdiendo todos los avances.
Cuando el reto es enfrentar al jefe
final y vencerlo, para ver la historia post-créditos y luego aventurarnos en
otro juego que quizá tenga como este que es nuestra sociedad, el modo difícil
activado.
Y miren que está afectando a personas de
todas las edades, vamos a trabajar en remediar ello.