La buena fe y la necesidad del venezolano cada vez es más explotada por quienes se dicen desposeídos. La igualdad parece estar en la del dinero y no en la igualdad de condiciones, la consideración mutua y el apoyo.
Nosotros nos preguntamos ¿acaso en las alcaldías hay una oficina que otorga concesión de calles-cuadras a los cuida carros, para que éstos hagan dinero a montón sin cancelar impuestos y llegar en cierto determinado tiempo a pasar de una necesidad a ser empresarios fantasmas?
Esto está ocurriendo en Maracay y en toda Venezuela. Cuidan –o dicen, intentan hacer- los carros y a veces éstos son robados o golpeados y ellos sólo atinan a decir ¡fue uno que pasó, yo lo vi! Y por ello cobran.
Sí no les das o no aceptas educadamente sus servicios, te expones a: Insultos, que ensucien o rayen el vehículo o pasen el dato, roto de limpiaparabrisas o lo más reciente, orinarse en las cerraduras y manillas.
Lo he visto en el Boulevard Pérez Almarza de Maracay, a los lados de los antiguos bomberos, zona comercial y bancaria de mucho movimiento.
Y en otras zonas, a la usanza caraqueña, colocan tarifas para vigilar el vehículo o peor aún, permitirte estacionar en zonas que no son de ellos. Bs. 10 para vehículos pequeños y medianos y Bs. 20 para los grandes.
Y esto no lo tocan en las alcaldías o defensorías del pueblo, porque saben que el voto de la economía informal se compra de esta manera, permitiéndoles actuar libremente y desestimando denuncias de su conducta.
Solución: No aceptar sus servicios y conminarles a no acercarse, so pena de ser acusados de lo que pase al vehículo, en lo que respecta a rayones o atrocidades éticas al vehículo al menos. Unos cuantos sustos con la policía los pondrán en cintura.
Sí es alguien de su real confianza, coordinar un precio justo a sus servicios semanales, ya que el vehículo es una inversión a cuidar.