Al igual que hace en el Hospital Vargas el excelso médico venezolano Vicente Convitt, con sus investigaciones y desarrollo netamente nacional, el Roswell Park Cancer Institute ha anunciado el desarrollo de una vacuna, que afirman sería efectiva contra varios tipos de cáncer, teniendo el potencial de erradicar las células cancerosas y prevenir las recaídas propias de la enfermedad. La Food and Drugs Administration (FDA) ha dado el visto bueno para que el centro realice pruebas en humanos.
Se llama NY-ESO-1, y se trata de una vacuna de células dendríticas que se espera alcance grandes resultados en pacientes con cáncer de cerebro, vejiga, mama, esófago, gastrointestinal, hepatocelular, riñón, pulmón, melanoma de ovario, de próstata, sarcoma y tumores uterinos.
“NY-ESO-1 es una vacuna que estará hecha a medida para cada paciente y caso, ésta entrenara al sistema inmunológico para reconocer el cáncer y combatirlo” dijo el Dr. Chistopher Choi, director del centro.
Las células dendríticas son los guardianes del sistema inmunológico, la defensa contra invasores como bacterias, virus y cáncer, actuando como mensajeros para que el resto del sistema los detecte y puedan ser destruidos.
Para la vacuna de células dendríticas, se toma una muestra de sangre de los pacientes que se enriquece para aumentar la población de estas células, cultivándose con proteínas especificas presentes en las células tumorales, creándoles una memoria, para que cuando éstas regresen al paciente señalen al resto del sistema inmunológico que células deben destruir.
La vacuna se administra en combinación con el fármaco rapamicina, usado por muchos años para prevenir el rechazo de los trasplantes de órganos. Esto por el sorprendente descubrimiento del científico Protul Shrikant, quien encontró que este fármaco a dosis bajas tiene la capacidad de producir células inmunes con memoria, recordando siempre a las células cancerosas para ser atacadas y asesinadas, previniendo las recaídas. Cabe mencionar que este descubrimiento según cuenta el Dr. Shrikant fue accidental haciéndonos recordar al descubrimiento de la penicilina.
“Este es un gran progreso. Este es un notable progreso que hemos hecho, y aunque todavía no podamos hacer la afirmación de que se trata de la cura para el cáncer, esto es un gran paso en la dirección correcta hacia ese objetivo”, dijo el Dr. Kunle Odunsi.