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Autora: Gaby Santander
Twitter: @Gash276
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La inseguridad nos mata poco a poco y pareciera que no nos damos cuenta de tan grave situación sino cuando nos toca de cerca; ya no es sólo un tema de no salir de noche y el tener cuidado, nos está pisando los talones y no pasa nada.
El lunes (29/10/12) mataron al Dr. Mauro Villegas en su consultorio; estaba trabajando en el mismo lugar donde lo hizo desde hace 35 años en la Clínica que junto a varios colegas fundó. Era su segundo hogar.
¿Cómo no sentirte seguro en donde ha pasado gran parte de su vida?,¿Cómo siendo medico le vas a negar atención a unas personas que vienen a requerir de tu ayuda?. Creo que a ningún médico le cruza por la mente que el peligro puede estar en sus narices, que hay gente sin escrúpulos ni valores que pueden llegar asesinar después de engañarlos y jugar con su ética.
Lo más triste de esta situación es que no es un caso aislado, porque a diario en nuestro país asesinan a personas inocentes llegando al trabajo, dejando a sus niños en el colegio, saliendo de su casa, etc.
Y si llegas a correr con suerte y salir vivo de un robo te enfrentas a la realidad de la escasez de medicinas, insumos médicos y a toda la deficiencia que existe actualmente en el área de salud en Venezuela.
Se van sumando todas las carencias en las que vivimos y lo que me angustia más es que no reaccionamos. Este no es un problema que nada más afecta a un solo lado de la polarizada Venezuela, es un problema de todos los venezolanos sin distinción de color o ideología política, es algo por lo que deberíamos unirnos todos y exigir a las autoridades competentes que hagan algo al respecto.
En enero de 2013 comienzan 6 años más de este gobierno nos guste o no. La mayoría quiso eso. En vez de estar con el cuento del supuesto fraude electoral y seguir politizados 6 años más, ¿por qué no nos centramos en hacernos oír, en exigir condiciones mínimas para convivir y aspirar a que se garantice el derecho a la vida?, es nuestro derecho humano y constitucional.
En Argentina hace unos meses hubo una manifestación grandísima donde aparecieron pancartas que decían “Somos Argentina, no somos Venezuela”, esa noche los egos en la red social se ofendieron y decían que en Octubre les íbamos a demostrar lo contrario; nadie entendía que ellos lo decían sólo porque hemos aguantado mucho tiempo mientras el país se desmorona sin que reaccionemos, mientras ellos se manifestaban en contra de la inseguridad, el control de cambio y de la reelección.
Nosotros en 14 años sólo hemos protestado para que Chávez se vaya, pero nunca para exigir que se respete la democracia; creemos que el problema de todo es Chávez mientras aprueban leyes, nos ahorcan día a día, no invierten en servicios públicos, ni en seguridad, ni en vialidad pero eso no importa sólo nos enfocamos en que se vaya Chávez o en decir que los chavistas no existen, etc.
Así pasan los días y nos vamos acostumbrando a vivir en un toque de queda auto-impuesto, llenos de miedo pero apáticos, algunos protestando por Twitter, otros buscando a donde irse, otros rezando, otros con ganas de hacer cosas positivas pero dentro de esta sociedad individualista y egoísta es difícil que puedan lograr su objetivo.
El caso de Mauro Villegas me afectó directamente, crecí en la Clínica Santa Sofía, es parte de mi vida, de mis recuerdos de infancia. Conocía ese consultorio como la palma de mi mano, el “jefecillo” de Beatriz se fue de este mundo de una forma tan trágica, que no puedo dejar de pensar en su esposa e hijas.
Mientras tanto seguimos enfocados en Rosita y en buscar a quien culpar de nuestra desgracia política.
