"Algo bueno han de estar haciendo los partidos opositores, los pocos medios de comunicación y la población sin gringolas oficialistas, que los pesuvistas que arremeten con censura".
Este comentario me ha pasado por la cabeza desde hace varios días, en especial cuando la búsqueda de censura, apresar, vejar, insultar, desprestigiar por parte de la mala gente del gobierno (los que se mandan, los que se pretan por dinero y los que perdieron el libre albedrío), a quienes no colindamos con su cosa rara de "proyecto de ensayo y error y error y error y error".
Cuando se ve algo bueno, 20 cosas malas lo tapan; se creen inmunes tanto de salud, como de inseguridad o accidentes. Van del absurdo a la ciencia - ficción. Y con eso dominan a muchos que los apoyan y terminan padeciendo por igual (inflación, vejámenes, carestía, inseguridad, desatención).
Esa gente que luego con resignación se queja tímidamente ya que tiene la lengua metida en el rabo. Igual a esos colegas que tuitean o colocan en sus facebook cualquier cosa distractora porque los tienen amarrados con el sueldo y la cárcel, la desatención jurídica en caso de presentar una verdad que a los censores oficialistas no les guste. Mejor callado, que presos.
Y están en el bando opositor los que se dejan engañar no por profetas o médicos o anónimos que ayudan, sino por esos anónimos QUE QUIEREN SANGRE, sin fijarse que son esos falsos opositores los que le hacen el campo al gobierno, YA QUE NO LE INTERESA QUE LOS GAVILLEROS MOTORIZADOS, DE COLECTIVOS, DE COMUNAS O TUS AMIGOS, TE AGREDAN O MATEN.
Ante un campuruso que manda como en un fundo sin producción, con actitud de estúpido natural, con reciclaje de estiércol que seca las plantas en su stock de materia prima y ayudantes, la Venezuela bonita se queda sin hojas.
Sólo quedan los frutos de quienes no quieren temer, saben actuar COMO CIUDADANOS, COMO PERSONAS, COMO HUMANOS; que aportan de micro a macro desde su trinchera personal que es el conocimiento, formación y educación, para salvarse de la agresión que el destino permitió: que los parásitos mandaran.
¿Cómo se sale de esto?, pues con paralelismo, olvidando por completo quienes mandan y recordar quienes existen a nuestro lado, siendo el colirio a sus ojos para que los abran ante esta debacle que un salario mínimo jamás tapará, cuando un país es mal visto y con mucha razón, porque no se respetó con una mejor elección y ahora, sigue con la lengua en el rabo.
Este blog no cambiará, porque la verdad, Dios la premia.
Este comentario me ha pasado por la cabeza desde hace varios días, en especial cuando la búsqueda de censura, apresar, vejar, insultar, desprestigiar por parte de la mala gente del gobierno (los que se mandan, los que se pretan por dinero y los que perdieron el libre albedrío), a quienes no colindamos con su cosa rara de "proyecto de ensayo y error y error y error y error".
Cuando se ve algo bueno, 20 cosas malas lo tapan; se creen inmunes tanto de salud, como de inseguridad o accidentes. Van del absurdo a la ciencia - ficción. Y con eso dominan a muchos que los apoyan y terminan padeciendo por igual (inflación, vejámenes, carestía, inseguridad, desatención).
Esa gente que luego con resignación se queja tímidamente ya que tiene la lengua metida en el rabo. Igual a esos colegas que tuitean o colocan en sus facebook cualquier cosa distractora porque los tienen amarrados con el sueldo y la cárcel, la desatención jurídica en caso de presentar una verdad que a los censores oficialistas no les guste. Mejor callado, que presos.
Y están en el bando opositor los que se dejan engañar no por profetas o médicos o anónimos que ayudan, sino por esos anónimos QUE QUIEREN SANGRE, sin fijarse que son esos falsos opositores los que le hacen el campo al gobierno, YA QUE NO LE INTERESA QUE LOS GAVILLEROS MOTORIZADOS, DE COLECTIVOS, DE COMUNAS O TUS AMIGOS, TE AGREDAN O MATEN.
Ante un campuruso que manda como en un fundo sin producción, con actitud de estúpido natural, con reciclaje de estiércol que seca las plantas en su stock de materia prima y ayudantes, la Venezuela bonita se queda sin hojas.
Sólo quedan los frutos de quienes no quieren temer, saben actuar COMO CIUDADANOS, COMO PERSONAS, COMO HUMANOS; que aportan de micro a macro desde su trinchera personal que es el conocimiento, formación y educación, para salvarse de la agresión que el destino permitió: que los parásitos mandaran.
¿Cómo se sale de esto?, pues con paralelismo, olvidando por completo quienes mandan y recordar quienes existen a nuestro lado, siendo el colirio a sus ojos para que los abran ante esta debacle que un salario mínimo jamás tapará, cuando un país es mal visto y con mucha razón, porque no se respetó con una mejor elección y ahora, sigue con la lengua en el rabo.
Este blog no cambiará, porque la verdad, Dios la premia.