Uno de los
medios de comunicación más importantes es el escrito, fundamental para el
ámbito laboral y académico.
Con la
llegada de internet y de aplicaciones como Messenger o, posteriormente, con
aplicaciones móviles como Whatsapp o Twitter, las personas se han ido adaptando
a un modo de vida rápido que, la mayoría de las veces, afecta la manera en la
que se comunican, le restan importancia a la ortografía y redacción,
prefiriendo en su lugar la rapidez con la que se escribe el mensaje.
Escribir rápido y comunicarse de manera instantánea no está mal, pero escribir de manera inapropiada sí. Es verdad que cada quien tiene la libertad de expresarse como quiera y más aún si se encuentra fuera de un ámbito laboral, sin embargo, los errores que se cometen hablando con los amigos, son los mismos que se pueden cometer en el trabajo si estos no se corrigen.
Adicional a esto, ¿qué tanto tiempo se puede ahorrar escribiendo mal? ¿Qué tanta diferencia de tiempo hay entre usar o no un signo de puntuación? Es cuestión de segundos, algo imperceptible. Con la práctica, si se escribe bien tanto en las redes sociales como en los correos del trabajo o ensayos académicos, la ortografía y redacción irán mejorando cada vez más. Escribir “k” en lugar de “que” no disminuirá de manera significativa el tiempo de envío del mensaje, sino que perjudicará la imagen personal de quien lo escriba de esa manera.
La imagen personal es la manera en la que cada quien se da a conocer, es la presentación de cada uno, lo bueno y lo malo, que intenta transmitir la mayor cantidad de aspectos positivos, sobre todo si se está buscando un buen empleo, ingresar a estudios superiores, realizar determinado curso, promocionar el trabajo personal, entre otros. En este sentido, la redacción y ortografía juegan un papel fundamental, dado que comunicarse bien permite un mejor entendimiento entre emisor y receptor, evita confusiones, demuestra calidad y representa la riqueza del lenguaje.
Comunicarse correctamente inspira seriedad y pulcritud, lo cual es indispensable en un ambiente de trabajo. Si en una compañía se busca, por ejemplo, establecer alianzas con otras empresas, lo correcto es que la persona encargada de hacer tal contacto disponga de un vocabulario enriquecido, redacción clara y ortografía impecable; estos aspectos siempre generarán una mejor impresión, ya que representan el nivel de educación de la persona.
La forma en la que nos comunicamos también simboliza nuestro orden mental; los términos empleados, la sintaxis y la ortografía demuestran nuestras capacidades para sintetizar y estructurar la información, de esta forma, presentamos cómo es nuestra personalidad.
Además del profesionalismo que pueda otorgar una buena ortografía o una correcta redacción, también es importante destacar que los seres humanos somos generadores de contenido, en especial los comunicadores sociales; en consecuencia, esto nos hace responsables, hasta cierto punto, de la educación de quienes lean lo que escribimos. Este es otro de los motivos por los cuales se debería procurar escribir de manera correcta: enseñamos a los demás a través de lo que escribimos, si no corregimos los errores no solo los estaremos cometiendo de nuevo nosotros, sino que los demás lo harán también, cada persona es un ejemplo a seguir.
Para escribir bien es necesario leer, recurrir al diccionario ante cualquier duda, revisar internet o la Real Academia Española (RAE); actualmente, hay infinidad de recursos para mejorar la ortografía y redacción, no hay excusa para escribir mal; lo más importante de todo es practicar.
A propósito, un link de un artículo que explica los 5 errores gramaticales más frecuentes y cómo evitarlos http://goo.gl/mluFFn
Autora: Ana Isabel Ramírez Fernández