Por Pablo Jiménez
Guaricuco. Pablotx77@hotmail.com
La
historia empieza con una voz en OFF que dice:
“PONTE CÓMODO, PORQUE VOY A CONTARTE LA
HISTORIA DE MI VIDA. ESPECÍFICAMENTE, POR QUÉ MI VIDA TERMINÓ… Y SI ESTÁS
ESCUCHANDO ESTA CINTA SIGNIFICA QUE ERES UNA DE LAS RAZONES…” y aunque suenan como las palabras acusadoras que nos diría en la cara
Nuestra Agónica Constitución ante la amenaza de quienes por vía de la fuerza o
por la vía de su transformación quieren destruirla no se trata de eso; Hoy
me aguanto la tentación de escribir mis 13 razones porque no apoyo guarimbas,
ni apoyo una constituyente con bases comiciales fraudulentas disfrazadas de
inclusión.
Esta vez
les escribo para recomendar sobre el nuevo y exitoso producto audiovisual de
Netflix, (’Thirteen Reasons why’), una serie dramática de corte juvenil
bajo la dirección de Tom McCarthy ganador del Oscar
a Mejor Película por Spotlight (2016) mientras el guion corre
por cuenta del dramaturgo norteamericano Brian Yorkey, ganador de
un Premio Pulitzer lo cual revela altos estándares de calidad para
presentarnos la historia de la joven (Katherine Langford), una adolescente que no supo ver otra
alternativa y acabó suicidándose, tratando de escapar así de todos sus
problemas avivados por el bullying. Pero antes de suicidarse grabó
trece cintas, señalando así los trece culpables de su muerte, las trece
personas que, queriendo o no, habían aportado su grano de arena para favorecer
que ella se precipitara hacia el suicidio.
La exitosa serie ha
expuesto a nivel mundial la mala gestión que hace la sociedad educativa -desde
los órganos gubernamentales hasta los alumnos- sobre el acoso escolar dentro y fuera de las aulas. Una serie
que toma el tema del 'bullying' y sus terribles consecuencias con
delicadeza, seriedad y la sencillez profunda de los sentimientos primarios y
necesidades de los jóvenes en formación en un mundo lleno de frivolidades donde
la tecnología y el inmediatismo comunicacional que los rodea aplastan la
importancia de los valores y la ética y por lo cual nos grita a la cara de
manera silente la necesidad de nuevas normas, reglas y criterios de actuación que
ayuden a visibilizar a estas víctimas además de buscar maneras oportunas
de brindarles ayuda antes de que sea demasiado tarde.
En Venezuela
carecemos de programas de actuación e intervención o de algún protocolo
para el abordaje de esta problemática en las escuelas y liceos; tímidamente la
Fiscalía General de la República lanzo un número de teléfono para solicitar
ayuda, mientras las instituciones responsables en velar por los niños, niñas y
adolescentes ni siquiera hacen algún tipo de campaña que
ayude a darle más visibilidad al problema, por lo cual podemos decir que
en el país el acoso escolar sigue siendo un tema tabú,
un terreno fértil donde germina en silencio pero indetenible esta semilla de
violencia y destrucción. Por lo cual podemos decir que hacen falta más
herramientas legales, mayor presupuesto y más debate en la comunidad educativa,
en la sociedad toda, para luchar contra esta lacra que afecta tanto a
nuestros niños lideradas por instituciones sólidas y con solvencia moral.
y un
ejemplo contrario de esto es el presidente del gobierno venezolano
que al parecer está más preocupado por contestar el ‘'bullying'’ que
le hacen como el nuevo susurrador de Vacas y gasta un valioso tiempo
de transmisión en cadena nacional de medios radioeléctricos y streaming en
contestar con ofensas y más ‘'bullying'’ que en diseñar formas
inteligentes de promoción de medidas que vayan orientadas a la creación de
conciencia en el buen uso de las redes sociales y otras que salvaguarden la
integridad de nuestros muchachos sin entrar necesariamente en la amenaza y la
censura.
Ojala en
estos tiempos de debate y Constituyente este tema del Acoso Escolar, las
estrategias para su abordaje y la adecuación del marco legal que sustente
un accionar preventivo pero contundente para evitar la impunidad sobre este
tipo de conductas que de ninguna manera se puede seguir minimizando ya que todos
los estudios psico-sociales y una gran cantidad de historias dan fe de los
estragos físicos y sobretodos de los graves daños emocionales capaces de
causar.
Es tanto
la necesidad de actualizar nuestra legislación en esta materia de acoso y
peligros en la red que destaco el caso de los llamados "grooming"
un tipo de problema que consistente en acciones deliberadas por parte de un
adulto (simular que es un niño o adolescente entre otras usando fotos falsas)
de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el
objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o
pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual.
Claramente al ser analizados bajo
criterios morales fácilmente podemos concluir que no se tratan de nuevos
delitos, sino de antiguas formas de abuso de menores que se han readaptado a
estos vertiginosos tiempos digitales donde el anonimato de la Red se transforma
en la oscuridad que siempre alberga a la maldad y el delito. De hecho, a pesar
de que estas situaciones comienzan en la red, con frecuencia suelen trascender
al mundo físico, derivando en delitos tales como el tráfico de pornografía
infantil o el abuso físico a menores.
Es hora de
la conciencia, del debate constructor de buscar soluciones e implementarlas
haciendo hincapié en los esfuerzos que padres, maestros y profesores deben
hacer por advertir de los riesgos de las redes sociales,
señalando sin tapujo alguno que en las actualidad son el canal más común para
acosar a alguien, pues, además de las facilidades que ofrecen para hacerlo
fuera del aula, la difusión y participación de otros usuarios
es más fácil por la sensación de impunidad que ofrecen estas
herramientas y solo la denuncia puede detenerlo.
Les invito
a escribir su lista de 13 Razones Porque ayudarán desde la concientización a
prevenir este violento cáncer social que crece en nuestras escuelas y se
extiende a nuestros hogares con gran ferocidad y así intentar ahorrarnos la
posibilidad de escribir 13 razones para culpar a otros siendo nosotros mismos
el principal de esa lista
Les dejo
el número de la Fiscalía General de la República para esta materia
0800-BULLING 2855464.