En su artículo de opinión publicado este vienes en El Nacional, el politólogo y vocero de MDI, Nicmer Evans, propuso una hoja de ruta para el denominado Frente Amplio, que tiene entre sus objetivos convocar a definir conjuntamente la acción de la oposición democrática.
Evans precisó que “el Frente Amplio arrancó con buen pie. Sin embargo, la convocatoria de alguno de sus sectores a la abstención sin una hoja de ruta clara ha afectado su desplazamiento político hacia la reactivación de la acción política. Es profundamente contradictorio pedirle a la gente que se organice para no hacer nada”, precisó.
El vocero del Movimiento por la Democracia y la Inclusión (MDI) propuso “una pequeña ruta” que, a su juicio, “nos puede permitir dar respuesta rápida a las dudas e incertidumbres de la gente que tiene como factor común querer salir de esta crisis y este Gobierno de manera democrática, dejando de un lado al extremismo (frente “amplio” pero viable):
1. Interpelemos públicamente a los candidatos participantes sobre las condiciones firmadas por ellos con el CNE y el gobierno y desmontemos la tesis de que existen mejores condiciones hoy que en 2015 con argumento y no con deseos y consignas. No asumamos que los que participan son colaboracionistas del madurismo y utilicemos la razón más que las vísceras. Sabemos que algunos se preguntan o preocupan por una “fotografía” que “favorecería” a los candidatos, postura que demuestra desconfianza sobre el verdadero objetivo que es abrir un debate real sobre las condiciones electorales y exigir el cumplimiento de la palabra de algunos candidatos que públicamente se han comprometido con condiciones que hoy ya no se cumplen, como por ejemplo la eliminación de más partidos políticos, ahora locales (unos 50), más presos políticos, y hacer pública la respuesta de la ONU sobre su acompañamiento en las elecciones que hasta ahora el gobierno oculta.
2. Convocar a definir conjuntamente la acción de la oposición democrática, conduciendo a la unión de fuerzas y criterios (si estamos divididos, gana el madurismo, no la gente). Para este fin la propuesta es que los candidatos se retiren de la contienda exigiendo el reinicio de todo el proceso electoral para ejecutarlo en noviembre o diciembre, con nuevas condiciones que garanticen que la gran oposición en toda su extensión tenga condiciones para participar a pesar de la adversidad de confrontar a un gobierno autoritario.
3. Iniciar ya la escogencia del equipo de Gobierno y candidato presidencial de la transición para una contienda con mejores condiciones, que permita establecer una conducción política más clara, en el marco de la “unión mayor”.
4. Continuar con la organización del Frente en los niveles estadales, municipales y parroquiales, así como la articulación de todas estas instancias con la movilización y protesta social que la cruda realidad motiva y que surgen diariamente a lo largo y ancho del país.
5. Si no se logran las condiciones, y se consuma la elección para el 20-M proclamando a Maduro dictador, sumar a todos los factores para exigir la renuncia con base en todas las causas sociales que lo requieren: renuncia porque no hay medicinas, renuncia por los niños que mueren por desnutrición, renuncia porque los salarios de hoy nos hacen esclavos y no trabajadores dignos…
Que sea leída esta propuesta como un papel de trabajo público para que los distintos niveles, organizaciones y sectores del Frente a nivel nacional, estadal, municipal y parroquial aporten o modifiquen libremente los elementos que aquí se contienen, pero que nadie asuma que ya hay una sola línea, el Frente es un espacio de debate abierto que debe actuar rápida y eficientemente para definir la hoja de ruta urgente, y estamos en esa fase.
Con información de Noticiero Digital