¿Qué
es un discurso?
Un discurso es una
reflexión, es la facultad de usar el razonamiento para reflexionar o analizar
antecedentes, principios o señales de cualquier asunto con el fin de poder
entenderlos.
Un discurso es un
razonamiento que te ayuda a comprender o descifrar un asunto, así como para
poder explicarlo a otros. Cuando se hace frente a otros se llama discurso
público, para lo cual se le añade un principio que despierte el interés del
tema que se dirá, y una conclusión que inspire a los escuchas.
Cuando se pretende ganar
poder político, religioso o comercial, muchas personas aprovechan la influencia
de los discursos ya que por lo general, los públicos parecen dejarse
impresionar fácilmente por quienes tienen habilidad para entender las
necesidades, ya sea mediante promesas, aunque no sean factibles para cumplirse,
o aparentando ser un ejemplo social.
Un discurso no debe ser
una herramienta asociada únicamente con el poder. El discurso también es usado
por maestros para impartir su cátedra, por capacitadores de las empresas. Si
los padres de familia se familiarizaran con el arte de preparar y presentar un
discurso y con los principios de motivación y relaciones humanas, lograrían
mejores resultados al comunicarse con sus hijos.
Los vendedores,
secretarias, médicos, abogados, ingenieros, científicos, periodistas,
locutores y demás profesionales que sirven a una comunidad en toda clase
de puestos y responsabilidades y que no necesariamente van sobre un poder
político, comercial o religioso también recurren a los discursos. El discurso
bien empleado es una herramienta eficaz de comunicación, y el hecho de que
algunos lo hayan usado con el fin de manipular, acumular poder o dominar,
denota lo peligroso que puede resultar un buen discurso en manos de personas
inmorales, inescrupulosas y con falta de humildad.
Partes
del Discurso
Introducción
El inicio de un discurso
es fundamental para atraer la atención del público, es lo que dará a conocer
brevemente en que consiste el tema a tratar y los objetivos que se esperan
alcanzar.
Existen cinco formas
diferentes de introducción, según el público y la ocasión
Fraseológico:
comienza con una frase célebre, un poema, letra de alguna canción, pasaje
bíblico, etc. Según el tema y el público.
Anecdótico:
se cautiva la atención de los oyentes con una anécdota personal o de alguna
persona conocida. Ya que el público muestra curiosidad por conocer algo sobre
el expositor con relación al tema que está presentando.
Humorístico:
los discursos no siempre deben de ser serios o aburridos, es válido comenzar
con un chiste o una ocurrencia graciosa que tenga relación con el tema. La
jocosidad le pone chispa a la exposición y evita que el público se canse o
aburra.
Interrogativo: o
de Mayeútica;
comienza con una pregunta al público sobre el tema a abordarse, sin embargo, no
se espera una respuesta, ya que las preguntas solo son de tipo referencial.
Cuando se hace una pregunta se muestra al público que el expositor sabe algún
tema que el escucha no sabe pero que está ahí para instruirlos.
Teatralizado:
se hace uso de la mímica, expresividad corporal, gesticulaciones, etc. Estos
movimientos son usados para llamar la atención del público y comunicarle el
tema que se va a desarrollar.
Desarrollo
Es la parte medular de un
discurso es donde el orador desarrolla la idea central del tema, de una forma
clara y a detalle. Dentro del desarrollo se explican los argumentos y teorías
en las que se basa la hipótesis del tema.
Al desarrollar un discurso
se debe de tomar en cuenta los siguientes puntos.
- Estar
bien documentado sobre el tema
- Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponer
- Elaborar
un esquema de los puntos e ideas a desarrollar
- Citar
ejemplos, anécdotas, cifras y casos reales relacionados con el tema
- Hacer
un discurso ameno y no muy extenso
- Un
discurso no debe de durar más de 45 minutos
- Debe
de ser atractivo al escucha
- Para
mantener al auditorio atento es recomendable durante la charla hacer preguntas,
dinámicas grupales y dejar participar al auditorio.
Conclusión
La conclusión es la parte
final del discurso, en esta el orador hace un breve resumen de lo tratado,
retomando los puntos importantes de la exposición. La conclusión es un elemento
estratégico ya que lo que se dice en esta tiene mayor probabilidad de
quedar en la memoria de los escuchas.
Existen diferentes tipos
de conclusiones según el tema:
Fraseológico:
termina con una frase célebre o palabras impactantes o motivadoras
Con
vivas y hurras: esta conclusión tiene por objeto dejar
motivados a los escuchas a través de su participación activa.
Por
respuesta del público: en esta conclusión el orador hace
preguntas al auditorio para que estos le contesten con “Si” o “No” y estas
preguntas deben de ser con un corte positivo.
Por
agradecimiento: el orador termina la exposición
agradeciendo a los organizadores, público presente y a oradores que los antecedieron
(si los hay).
Mixto:
combina cualquiera de las anteriores indistintamente.