Por: Capitán de
Navío Saúl Chacín Sánchez (+)
Vía: Fundación
Diez de Diciembre
*La
Idea Precisa y la Oportunidad*
Transcurría el año 1978. Con el grado de Capitán de
Fragata me desempeñaba entonces, en el cargo de Director de Hidrografía y
Navegación, sede del Observatorio Naval “Coronel de Ingenieros Juan Manuel
Cagigal”, adscrito a la Comandancia General de la Marina.
En la mañana del jueves 9 de marzo, del año indicado,
cuando en la antigua sede del Ministerio de la Defensa, en La Planicie,
Caracas, después de realizar la rendición de cuenta de los recursos financieros
asignados al Proyecto para el Restablecimiento de las Condiciones Dinámicas de
Laguna de Cocinetas, en Castilletes, Península de La Guajira; importante
función que tenía asignada, cruzaba el patio principal de una edificación de
estilo colonial, cuna de importantes decisiones en los asuntos inherentes a la
Seguridad y Defensa Nacional, para la fecha asiento administrativo del
Ministerio de la Defensa en la actualidad sede del Museo Histórico Militar.
*Fue un momento desde el punto de vista personal
inolvidable, y una fecha de gran trascendencia para la Marina de Guerra de la
República de Venezuela. Era el 9 de marzo de 1978.*
¡De pronto!, un llamado que activó toda mi atención:
-¡Marino!
-¡Marino!
-¡Marino!
No identificaba el sitio de dónde provenía, pero fijé
la mirada en la escalera de caracol del lado norte, donde en ese instante una
figura corpulenta agitaba su mano derecha para que me acercara.
Un policía militar, de aquellos que en nuestra época de
muchachos llamábamos medias blancas, se aproxima a paso de trote y
exteriorizando su saludo militar me dice:
-Mi Capitán, lo está llamando mi General el Ministro de
la Defensa.
Se trataba del General de División (Av) Fernando
Paredes Bello, en persona, que demandaba mi presencia.
Adopté una actitud de paso rápido que fui acelerando
hasta correr, me dirigí a la escalera de caracol y al pie de ella escuché la
voz del General de División Ministro de la Defensa que me ordenaba subir,
expresando:
-Suba, Capitán…
Lo cual realicé con prontitud hasta ubicarme al frente
y ejecutando los signos exteriores de respeto expresé:
-Buenos días, mi General de División. Capitán de
Fragata Saúl Chacín Sánchez, a sus órdenes.
Me invitó a pasar a su despacho y una vez ubicado en
una silla frente a su escritorio me dijo:
-¡Escuche marino!.
Meditó un instante y repitió:
-¡Escuche bien!.
A todas estas permanecía en máxima atención y actitud
erguida, no teniendo la menor idea del objetivo de esta improvisada entrevista,
nada más y nada menos que con el Ministro de la Defensa.
Me ofreció café o refresco, a lo cual atiné a decir
solamente:
-Gracias, mi General.
-Gracias, mi General.
Supongo que me daba tiempo para que me tranquilizara,
transcurrieron algunos segundos que me parecieron horas y al fin mirándome
fijamente me dijo: ¡Mire marino! No sé cuánto permaneceré como Ministro de la
Defensa…
*Pero a usted como profesional de buenas ideas, le voy
a hacer una pregunta, la cual me deberá responder con toda sinceridad:*
*-Si usted fuera Ministro de la Defensa y deseara que
la Marina recordara su gestión, ¿de qué dotaría usted a su Fuerza?.*
Confieso que ni lo pensé, con voz fuerte y emocionada le respondí:
*-¡La dotaría de un buque escuela, mi General!, ¡pero
de un buque escuela a vela!*
Creí que no me había escuchado y repetí:
-¡De un buque escuela a vela!
-¡De un buque escuela a vela, mi General!.
-¡De un buque escuela a vela!
-¡De un buque escuela a vela, mi General!.
Me puse de pie, creo que la expresión de mi rostro
cambió y me ruboricé.
Me observó y dijo:
-¡Me gusta la idea. Yo doté a la Fuerza Aérea de la vela (planeadores). ¿Por qué no hacer lo mismo con la Marina?…
Me observó y dijo:
-¡Me gusta la idea. Yo doté a la Fuerza Aérea de la vela (planeadores). ¿Por qué no hacer lo mismo con la Marina?…
Pero siéntese…
Ordenó que le explicara las razones por las cuales yo
pensaba que a la Marina le sería de gran utilidad un buque escuela a vela.
Ahora si pensé… Di rienda suelta a mis conocimientos para exponer todo lo que había leído y conocía sobre buques escuela a vela. Mencioné los nombres de una docena de ellos, los países al cual pertenecían y las misiones que tenían:
Ahora si pensé… Di rienda suelta a mis conocimientos para exponer todo lo que había leído y conocía sobre buques escuela a vela. Mencioné los nombres de una docena de ellos, los países al cual pertenecían y las misiones que tenían:
El Gloria de Colombia, el Guayas de Ecuador, el
Libertad de Argentina, el Esmeralda de Chile, el Eagle de Estados Unidos; por
los países americanos. El Juan Sebastián De Elcano de España, el Amerigo Vespuccio
de Italia, el Cristian Radich de Noruega, el Krusenstern y el Tovarich de
Rusia, el Sagres de Portugal, la infortunada historia del Niobe y del Pamir de
Alemania; la tradición marinera, el trabajo en equipo, las costumbres navales,
la formación del hombre de mar…
Hasta que me dijo:
-Está muy bien.
Se dirigió al teléfono, marcó y luego dijo:
-Magín, ¿qué te parece si dotamos a la Marina de un buque escuela a vela?.
Colocó el amplificador de voz y se escuchaba:
Se dirigió al teléfono, marcó y luego dijo:
-Magín, ¿qué te parece si dotamos a la Marina de un buque escuela a vela?.
Colocó el amplificador de voz y se escuchaba:
-Caramba Ministro, me parece una excelente idea.
-Bueno, en mi despacho está el Capitán de Fragata Chacín Sánchez.
-¿Quién, el Director del Observatorio?.
-El mismo…
-Quisiera que lo recibieras para que te explique su idea y después hablamos nosotros. ¿Cuándo lo puedes recibir?.
-Bueno, en mi despacho está el Capitán de Fragata Chacín Sánchez.
-¿Quién, el Director del Observatorio?.
-El mismo…
-Quisiera que lo recibieras para que te explique su idea y después hablamos nosotros. ¿Cuándo lo puedes recibir?.
Eran aproximadamente las 11:45 horas del jueves 9 de
marzo de 1978.
-Que venga esta misma tarde, lo espero a las 15:00 horas.
Dirigiéndose a mí, el señor Ministro de la Defensa expresó:
Dirigiéndose a mí, el señor Ministro de la Defensa expresó:
-La idea está vigente, hable con su Comandante General
y venga a verme el próximo martes a las 14:00 horas, porque tenemos que
continuar esta conversación.
Llamó a su ayudante y ordenó:
-Póngame en agenda para el próximo martes a las 14:00
horas, recibir al Capitán de Fragata Chacín.
Se despidió, no sin antes recordarme la entrevista con el
Comandante General de la Marina, el Vicealmirante Magín La Grave Fry.
A las 15:00 horas de ese mismo día, me presenté en la
sede de la Comandancia General, en San Bernardino. Me recibió el Vicealmirante
La Grave Fry, y su primera pregunta no se hizo esperar.
-¿Cómo es ese asunto del buque escuela?.
Sentado frente a su escritorio le relaté la gran
experiencia vivida esa mañana…
Al finalizar la conversación ordenó:
-Siga muy de cerca esa gran idea y atienda con especial
esmero las instrucciones del Ministro de la Defensa.
Me mantiene informado.
Con el honor y la emoción que me embargaba, no habría orden mejor cumplida…
Con el honor y la emoción que me embargaba, no habría orden mejor cumplida…
Los días, las horas, los minutos, los segundos; el interminable fin de semana
entre el 9 y el 14 de marzo de 1978. Parecía el muchacho que espera y ahora la
Navidad, que tarda más que la paciencia misma, la ansiedad consume de manera
acelerada las lecturas y consultas realizadas. Se piensa que decir y como
expresarlo, se sigue pensando, se duerme pensando, se sueña, se aspira y se
vive para convertir en realidad el dia en el cual la Marina cuente en su haber,
un buque escuela a vela…
La entrevista transcurrió en un ambiente de gran
cordialidad, el señor Ministro de la Defensa quedó plenamente convencido de la
importancia de un buque escuela a vela para la formación de los futuros
oficiales navales.
Pero algo quedaba pendiente!…
Pero algo quedaba pendiente!…
Me pregunta el General de División (Av) Fernando
Paredes Bello, en actitud de meditación:
-¿Qué podemos hacer para lograr que el ciudadano
Presidente de la República, autorice las gestiones que conduzcan a la
contratación del buque escuela para la Marina?.
A lo cual respondí:
A lo cual respondí:
-Eso tiene una excelente vía para lograrse. El próximo
24 de Julio, como usted sabe muy bien, de acuerdo al Plan Operativo Vigente de
la Marina para el año 1978, se realizará la conmemoración del 155° Aniversario
de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y Día de la Marina, en cuyo programa
está previsto el tradicional desfile naval y donde estarán presentes unidades
de varios países americanos especialmente invitados, entre ellos se contempla
la asistencia del Buque Escuela Esmeralda de la República de Chile y el Buque
Escuela Guayas de la República del Ecuador, este último recién construido y en
ejecución de su primer crucero de instrucción.
-Este evento que tendrá como escenario la ciudad del
“Sol Amada” de acuerdo con la programación elaborada al efecto, contara con la
presencia del ciudadano Presidente de la República; estará de nuestra parte
presentar la situación donde se realce la presencia de los Buques Escuela
mencionados, y que estos últimos contribuyan realizando una demostración de las
habilidades marineras que los caracteriza. De esa coordinación me encargare de
manera personal, solamente necesitaré la designación como oficial de enlace con
los buques escuela asistentes.
En esta forma finalizó la entrevista, me agradeció la
sugerencia, la información aportada y expresé:
-Nos veremos en el Desfile Naval del 24 de Julio, en el Lago de Maracaibo.
-Nos veremos en el Desfile Naval del 24 de Julio, en el Lago de Maracaibo.
Después de varias audiencias y conversaciones relativas al buque escuela con el
Vicealmirante Magín La Grave Fry, Comandante General de la Marina, fui
designado Oficial de Enlace para recibir al Buque Escuela Guayas de la Armada
de la República del Ecuador, que realizaba para la fecha su primer crucero de
instrucción, y quien confirmó su asistencia al desfile naval, evento al que no
asistió el Buque Escuela Esmeralda de la República de Chile.
El Buque Escuela ecuatoriano recala a Punto Fijo, Estado Falcón, el miércoles
19 de julio de 1978, utiliza el lugar como puerto alterno, maquilla y arrancha
el buque; prepara su entrada al Lago de Maracaibo, después de navegar con el
viento a un largo el Golfo de Venezuela.
En Punto Fijo, ensenada de Las Piedras, hice los
primeros comentarios al Capitán de Navío Aníbal Carrillo Páez, Comandante del
Guayas. Muy entusiasmado me solicitó información sobre el Lago de Maracaibo:
viento, mareas, corrientes, una descripción y carta náutica del sitio de
desfile. Acordamos que le tendría toda la información disponible a su arribo.
El domingo 23 de julio, a bordo del Guayas, atracado en
el puerto de Maracaibo, cuando analizábamos la información disponible, el
Capitán de Navío Carrillo Páez, me comentó:
-Anoche me dormí con preocupación y soñé con esta gran oportunidad, así que
suspende todas tus inquietudes, haremos lo necesario para lograr que el
ciudadano Presidente de la hermana República de Venezuela, se motive de tal
manera, que el próximo buque escuela que navegue las rutas del Lago de
Maracaibo, sea el buque escuela venezolano.
-A propósito, ¿cómo se va a llamar?.
-¿Por quién vamos a bregar?, -¡Por el Simón Bolívar!, le contesté. Honrando la
tradición naval, brindamos por el Buque Escuela Simón Bolívar (la Marina de
Venezuela aún no había decidido cuál sería el nombre del buque escuela).
-Pero eso sí, necesito que el Guayas sea ubicado en este sitio de fondeo, el
más a sotavento al oeste del grupo de buques participantes.
-Ese puesto de fondeo lo tiene asignado el destructor norteamericano.
-Bueno a ver cómo te las arreglas, el Guayas necesita esa posición de
fondeo.
Antes de continuar con el estudio del área de maniobra;
salí a toda vela con el fin de localizar al Capitán de Fragata José Velazco
Collazo. Después de realizar un plan de búsqueda, lo encontré y le propuse el
cambio de fondeadero.
Me contestó que era imposible, porque todos los buques participantes en el
desfile naval habían sido informados sobre el particular, y era el Comandante
de la Escuadra el único autorizado para efectuar cualquier cambio de último
momento.
Pensando que… “Dios concede la victoria a la
constancia” como dijo Bolívar, insistí:
-Bueno… Vamos a plantear la situación al Comandante de la Escuadra y se le
informa que debido a su especial característica, el Buque Escuela Guayas, en su
posición actual de fondeo afrontará dificultades durante el desfile naval, por
tener limitaciones y riesgo en la maniobra.
-¿Cómo es la cosa?, Expresó Velazco.
-Podemos ir a bordo del Guayas y preguntarle las razones que tiene su
Comandante para solicitar el cambio de fondeadero.
Medita Velazco Collazo:
-Tiene suerte el Buque Escuela Guayas.
-¿No será nuestra Marina la sortaria?
-Tiene suerte el Buque Escuela Guayas.
-¿No será nuestra Marina la sortaria?
-El destructor norteamericano tiene previsto su arribo para esta tarde, esto
hace factible el cambio de fondeadero, déjame plantearle esta rotación al
Comandante de la Escuadra.
Para un buen marino pocas palabras bastan, al
transcurrir de algunos minutos, regresó.
- ¡Afirmativo!, expresó Velazco Collazo.
- ¡Gracias José!, esto tiene un gran significado. Muchas gracias.
- ¡Afirmativo!, expresó Velazco Collazo.
- ¡Gracias José!, esto tiene un gran significado. Muchas gracias.
*Recordarás con emoción, el desfile naval que vamos a
presenciar, el día de mañana 24 de Julio de 1978.*
Regresé a bordo del Guayas con la buena noticia.
-
¡Excelente!, expresó el Comandante del Buque Escuela. Ahora vamos a planificar
en forma.
Analizamos las posibilidades del viento. En el mes de
julio los días son de calma en el Lago de Maracaibo, pero ocurren sus
excepciones, especialmente después de mediodía.
-Mañana será un día bueno comenté.
-Eso espero, expresó el Capitán de Navío Carrillo Páez.
-Eso espero, expresó el Capitán de Navío Carrillo Páez.
Continuamos.
Se consideró la marea.
-Estará en llenante… Sin embargo la corriente a las
14:00 será hacia el norte, dije.
Se planificó la maniobra que realizaría el Buque
Escuela Guayas, durante los actos del día siguiente.
Pero lo más importante:
El Capitán de Navío Carrillo Páez, guardaba su mejor
carta bajo la manga, el gran detalle, lo más significativo fue instruido en el
último momento.
La relación de acaecimientos será descrita a
continuación:
Durante el crepúsculo del 23 de julio, se dieron inicio
a los preparativos conducentes a poner el Buque Escuela Guayas en plenitud de
condiciones y alistamiento para participar en el desfile naval conmemorativo
del 1550 Aniversario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y Día de la
Marina de Guerra de la República de Venezuela.
A las 09:30 horas del día siguiente se zarpó hacia el
fondeadero. A las 11:00 horas el Buque Escuela Guayas se encontraba fondeado en
la posición más al oeste de la flota que participaría en el desfile naval.
Sería el último buque en levar ancla y presentar su saludo a las autoridades
del Ejecutivo Nacional e invitados especiales que se encontrarían a bordo del
Buque Presidencial, el Isla de Aves.
A bordo del Buque Escuela Guayas se imparten las
instrucciones de maniobra, se realiza un ejercicio de práctica, luego se ordena
a toda la tripulación en sus puestos de maniobra, se disponen los últimos
detalles…
La navegación entre el puesto de fondeo y el Buque Presidencial será realizada
a vela, portando todo el aparejo.
A las 14:00 horas se inicia el desfile naval, las
unidades invitadas maniobran y cada una al pasar frente a las autoridades del
Ejecutivo Nacional, con toda su tripulación en posición de honores, presentan
su saludo, levantando su gorra con la mano derecha y mencionando a todo pulmón
el nombre del país que representan. Los buques venezolanos que desfilaron a
continuación hicieron lo mismo y exclamaron tres veces: “el saludo a la voz”.
-¡Venezuela!… ¡viva!…
-¡Venezuela!… ¡viva!…
-¡Venezuela!… ¡viva!…
-¡Venezuela!… ¡viva!…
-¡Venezuela!… ¡viva!…
Esto sucedía en un lapso de aproximadamente 20 segundos.
En la posición final de la formación, no obstante
tratarse de un invitado especial, el Buque Escuela Guayas se dispone a
presentar su saludo como última unidad en participar en el desfile naval. Fue
una situación especial por tratarse de un buque escuela con propulsión a vela,
por tal condición requería mayor espacio de maniobra y la ruta despejada de
otros buques que pudieran ponerlo en riesgo durante su navegación.
-¡Rol de maniobra!
Vibró la orden del Comandante, Capitán de Navío Carrillo Páez, en toda la jarcia del Buque Escuela de la hermana República del Ecuador…
-¡Posición de honores!… -¡Subida por alto!… -¡Levar el ancla!…
Cuando aún quedaba medio grillete de cadena en el agua, se ordenó:
Vibró la orden del Comandante, Capitán de Navío Carrillo Páez, en toda la jarcia del Buque Escuela de la hermana República del Ecuador…
-¡Posición de honores!… -¡Subida por alto!… -¡Levar el ancla!…
Cuando aún quedaba medio grillete de cadena en el agua, se ordenó:
-¡Largar tomadores de las velas cuadras!…
-¡Trinquete y mayor bracear una cuarta a estribor!…
Finalizada esta labor, los cadetes ocuparon sus puestos de maniobra en las vergas del trinquete, mayor y botavara del mesana; pero esta vez sin sus cabos o andariveles de seguridad (quitamiedo), porque el aparejo sería dado…
-¡Trinquete y mayor bracear una cuarta a estribor!…
Finalizada esta labor, los cadetes ocuparon sus puestos de maniobra en las vergas del trinquete, mayor y botavara del mesana; pero esta vez sin sus cabos o andariveles de seguridad (quitamiedo), porque el aparejo sería dado…
-¡Ancla a pique… Se escuchó a proal…-¡Iza y caza foques, estáis, proeles y
popeles!… La proa del Guayas se orientó hacia estribor.
-¡Caza escotas trinquete y mayor!…
-¡Timón al medio!…
-¡Así derecho timonel!…-¡Rumbo uno ocho cero!…
Soplaba brisa entablada del noreste con una velocidad promedio de diez nudos.
-¡Ancla asegurada!
-¡Caza escotas trinquete y mayor!…
-¡Timón al medio!…
-¡Así derecho timonel!…-¡Rumbo uno ocho cero!…
Soplaba brisa entablada del noreste con una velocidad promedio de diez nudos.
-¡Ancla asegurada!
El Buque Escuela Guayas, maniobró como si fuese movido por una fuerza poderosa.
Daba la impresión que el esfuerzo lo producía un solo hombre. Todas las órdenes
fueron ejecutadas de forma sincronizada…
El Guayas portó el viento por su costado de babor y
comenzó a deslizarse en el “manto azul de ondulado terciopelo” que dijera
Baralt, cuyo color se tornó esmeralda con el atardecer marabino. Las aguas del
Lago, el viento y la dinámica de mareas y corrientes, entendieron lo que el
Buque Escuela Guayas y su tripulación pretendían ejecutar: estaban tomando la
iniciativa para que la hermana República de Venezuela encargarse la
construcción del Buque Escuela Simón Bolívar. Esa misma sintonía: tripulación,
buque; confirma la opinión que en muchas ocasiones he definido… los buques
tienen alma y se comportan acorde al sentimiento y cariño que los hombres de mar
aportan cada día en sus maniobras y mantenimiento.
El Buque Escuela Guayas imitaba en esos momentos el vuelo rasante de una
gaviota.
Deseaba demostrar lo que representaba con plenitud
marinera, porque se pretendía algo muy especial. En esos instantes quien
reinaba en el Lago de Maracaibo, de manera impresionante, era el Buque Escuela
Guayas de la Armada de la República del Ecuador. Su silueta adquirió un
atractivo deslumbrante y sus blancas velas semejaban alas que planeaban la
entablada brisa, que las mantenía infladas de emoción. Con moderada escora a
estribor, el Buque Escuela
Guayas se aproxima de manera sutil al buque
presidencial, el viento sopla del estenoreste, la voz de mando del Comandante rompe el silencio:
Guayas se aproxima de manera sutil al buque
presidencial, el viento sopla del estenoreste, la voz de mando del Comandante rompe el silencio:
-¡Timonel al rumbo dos dos, cero!… ¡Por estribor!…
El timonel repite:
-Rumbo dos dos, cero. Por estribor…
El timonel repite:
-Rumbo dos dos, cero. Por estribor…
La expectativa es hermosa y obligante, se escucha la
pitada marinera y el mismo Comandante Capitán de Navío Carrillo Páez ordena:
-¡Saludo a la voz por el costado de estribor!.
Surge el porte marcial de oficiales, suboficiales,
cadetes y marineros quienes a una sola voz exclaman a todo pulmón:
-¡Venezuela!… ¡vival…
-¡Venezuela!… ¡vival…
-¡Venezuela!… ¡vival…
-¡Venezuela!… ¡vival…
Y concentrando toda la energía:
-¡Simón Bolívar!… ¡viva!
Mientras levantaban la gorra con su mano derecha…
Allí estuvo el derroche del gran secreto que guardaba el Comandante del Buque Escuela Guayas de la Armada de la República del Ecuador, esa última frase:
-¡Simón Bolívar!… ¡viva! Tronó cual poderoso cañón que logra un blanco certero.
-¡Simón Bolívar!… ¡viva!
Mientras levantaban la gorra con su mano derecha…
Allí estuvo el derroche del gran secreto que guardaba el Comandante del Buque Escuela Guayas de la Armada de la República del Ecuador, esa última frase:
-¡Simón Bolívar!… ¡viva! Tronó cual poderoso cañón que logra un blanco certero.
La maniobra fue ejecutada con precisión y maestría, en
aproximadamente 25 minutos, tiempo en el cual nos transportamos al mundo de las
ilusiones y fantasías marineras.
La emoción que sentíamos todos los que tuvimos la suerte de estar a bordo del
Buque Escuela Guayas, se transformó en un derroche de alegría, de hermandad y
entusiasmo marinero…
El Guayas, también lo manifestaba.
Engalanado con todo su aparejo portaba la brisa que silbaba al atravesar
la jarcia, navegando con el viento a un largo…
El Buque Escuela mantuvo su rumbo, no derivó.
El Buque Escuela mantuvo su rumbo, no derivó.
El desfile ante las autoridades del Ejecutivo Nacional
y personalidades invitadas se realizó a una distancia aproximada de cien
metros, muy estrecha para este tipo de maniobra; pero era necesario, y fue
efectiva…
Logró su objetivo…
¡Bolívar!… ¡viva!…
Logró su objetivo…
¡Bolívar!… ¡viva!…
Las crónicas y testimonios posteriores, tales como los obtenidos del Doctor
Elías Osorio Belisario, Consultor Jurídico de la Marina; y el Capitán de
Fragata Germán Romero Ocando, Edecán del Presidente de la República; presentes
a bordo del Isla de Aves y en posición muy cerca de las autoridades, revelaron
que la maniobra ejecutada por el Buque Escuela Guayas, durante la revista
naval, emocionó a las autoridades del Ejecutivo Nacional. Esto ocurrió de tal
manera que el General de División Fernando Paredes Bello, Ministro de la
Defensa, dirigiéndose al ciudadano Presidente de la República de Venezuela
exclamó con especial motivación:
-Señor Presidente, ese es la clase de buque que
requiere nuestra Marina para la formación de los futuros oficiales navales de
Venezuela…
Era tal la expectativa del momento, que el ciudadano
Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, de forma inmediata respondió:
-Elabore la cuenta Ministro.
Los comentarios entre las autoridades presenciales no
se hicieron esperar, el espíritu del Buque Escuela Guayas embriagó de
entusiasmo a los que tuvieron el privilegio de apreciar una actuación marinera
de altura, que sembró en el corazón de la Marina de Venezuela, las ansias de
enarbolar el Pabellón Patrio en el Buque Escuela que fortalecerá la educación
naval y el conocimiento del medio marino de nuestros cadetes, navegando con el
viento… Navegando a vela…
Mientras los acontecimientos se diluyen, con el soplar
de la brisa lacustre y el sol declina lentamente en la búsqueda de su ocaso, el
Buque Escuela Guayas atraca de nuevo en los muelles del puerto marabino.
Las sorpresas no han concluido… El ciudadano General de
División Fernando Paredes Bello, Ministro de la Defensa, y el ciudadano
Vicealmirante Magín La Grave Fry, Comandante General, esperan en el muelle
hasta el final de la maniobra de atraque y suben a bordo del Buque Escuela,
recibiendo los honores correspondientes a sus altas investiduras.
En el portalón de la nave el Capitán de Navío Aníbal
Carrillo Páez y su plana mayor, reciben a las autoridades visitantes…
-¡Bienvenidos a bordo!; es un honor para la Armada de
la República del Ecuador la presencia de tan dignas autoridades de la República
de Venezuela a bordo del Buque Escuela Guayas.
Fue una visita no programada…
Las felicitaciones muy bien merecidas no se hicieron esperar…
Se intercambian saludos…
-Fue una excelente maniobra, reciba usted y su tripulación una calurosa
felicitación, expresó el Ministro de la Defensa…
El Comandante General manifestó:
El Comandante General manifestó:
-Capitán de Navío Carrillo Páez, usted enorgullece el gentilicio de marino:
Bravo Zulú…
El Capitán de Navío Carrillo Páez invitó a la cámara de
oficiales del Buque Escuela, lo hizo con insistencia, porque las autoridades
querían retirarse; pero aceptaron pasar un instante a la cámara. Las copas
dispuestas de un exquisito vino blanco bien frío esperaban a los visitantes.
-Permítanme mi General de División y mi Vicealmirante,
ofrecer este brindis por el Buque Escuela Simón Bolívar, de la hermana
República de Venezuela, expresó el Capitán de Navío Aníbal Carillo Páez…
El Comandante General de la Marina, miró a un simple
espectador de tan hermoso momento… Y dijo: -¡Simón Bolívar!…
El Ministro de la Defensa intervino:
-¡Simón Bolívar!.. Que mejor nombre para nuestro Buque Escuela.
¡Se llamará Simón Bolívar! Este será un homenaje en la
fecha aniversaria de su nacimiento…
Y brindamos por el Buque Escuela de la República de Venezuela, el Simón Bolívar.
Y brindamos por el Buque Escuela de la República de Venezuela, el Simón Bolívar.
La visita fue fugaz como la brisa del ocaso que
refresca la ciudad cuna del General Rafael Urdaneta, héroe de Valencia…
*“General: defenderéis a Valencia hasta morir”…, le ordenó el Libertador.
Ninguna otra orden fue mejor cumplida…*
En la bitácora del Buque Escuela Guayas los registros
se escriben para la historia.
Acaeció un 24 de Julio de 1978, fecha aniversaria de los 195 años del natalicio del Padre de la Patria, El Libertador Simón Bolívar, conmemoración de los 155 años de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y Día de la Marina de Guerra de la República de Venezuela.
Acaeció un 24 de Julio de 1978, fecha aniversaria de los 195 años del natalicio del Padre de la Patria, El Libertador Simón Bolívar, conmemoración de los 155 años de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y Día de la Marina de Guerra de la República de Venezuela.
Que mejor manera de dar relevancia a este irrepetible acontecimiento que
transcribir a continuación la primera estrofa de la letra del Himno del Estado
Zulia, escrita por Udón Pérez; honrando a los marinos:
La luz con que el relámpago tenaz del Catatumbo del nauta fija el rumbo cual límpido farol; el alba de los trópicos, la hoguera que deslumbra cuando el zenit encumbra la cuadriga del sol…
No emulan de tus glorias el fúlgido arrebol.
La luz con que el relámpago tenaz del Catatumbo del nauta fija el rumbo cual límpido farol; el alba de los trópicos, la hoguera que deslumbra cuando el zenit encumbra la cuadriga del sol…
No emulan de tus glorias el fúlgido arrebol.
Así comienza la historia.
Nace una estrella de primera magnitud, la más brillante
en la constelación de la Marina de Guerra de la República de Venezuela: el
Buque Escuela Simón Bolívar.
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