Picapedrero
Extraviados
en la historia según Héctor Alonso López
La realidad ignorada acaba tomándose su
venganza...
(José
Ortega y Gasset)
Es
la conclusión a que arribo, al leer el ensayo "Ante el paisaje en ruinas,
un testimonio de la barbarie" escrito por Héctor Alonso López, de la
última generación de Acción Democrática degollada, pero con dignidad. Se trata
de una interpretación de nuestro pasado y presente, de acuerdo al concepto que
de la historia tuvo el filósofo alemán Walter Benjamín, en la línea del
materialismo histórico, en visión contraria a la de Marx con su “Ángel de la
Historia” solo que no sabemos de qué estirpe era su Ángel, si del cielo o del
infierno. López se interroga ¿Qué nos pasó? Un gran venezolano nos
lo dijo muchos años atrás. Don Mario Briceño Iragorry...En los distintos
ordenes el progreso no hemos hechos sino sustituir un fracaso por otro fracaso”
Sostiene
López, que “Venezuela se está desmoronando y transita la senda estrecha de la
destrucción y el abismo. Ni los muertos están seguros en sus sepulturas. La
coyuntura es una agónica encrucijada de caminos”. En sus reflexiones, confiesa
su responsabilidad que le absuelven en AD, con el testimonio de sus críticas y
propuesta por el que se le expulsarían, pero no, para negociar inocultables
modo de vivir y menos putrefactas complicidades, convencido que
<>
López
encuentra el quiebre: <>
“No
puedo dejar de recordar que pertenezco a una generación que fue protagonista --
nos dice -- y en ellos se pasea, con el nombre de contemporáneos.
Fuimos políticos destacados del partido. Paradójicamente, ya no estamos en él.
Unos cuantos hemos llegado a tiempos de descuento otros, increíblemente
confortados en butacas de “La Casa Amarilla” y pone el dedo
en la llaga, al delatar a “Una dirigencia que tiene por nombre de
bajo perfil político, sin proyección social o influencia académica”
Más
claro no puede estar, quien se formó para el relevo generacional que otros le
negarían y con él, la lista es larga y tiene dolientes, solo que Héctor Alonso
López si está consciente de sus interrogantes, ahora, ¿por qué no subir
la cuesta? Una cosa es el venezolano extraviado en su historia y otra los
secuestradores de su buena fe, con la que se puede derribar al liderazgo de
papelillo. A Juan Guaido, hay que precisarle los propósitos de la unidad en
transición, modificando la normativa política del país en amplio consenso que
incluye a sus partidos para deshacerse de lo que el mismo Héctor Alonso llama
"política de utilería" muy puntualmente, en cuanto al
“financiamiento” político, por donde se benefician ciertos dirigentes.
De
nuevo, HAL se interroga: ¿Cómo hemos llegado a la debacle y a la eventual
disolución nacional? Intentar responder a esa interrogante es mi homenaje a la
fiesta de la memoria, ahora y en la hora en que Acción Democrática celebra el
nuevo aniversario de una larga existencia... y más contundente no puede ser el
admitir que:
<> y de allí <>.
“Debemos
asumir nuestras responsabilidades” sostiene HAL, y concluye de nuevo con
Benjamín...“No hay documento de cultura que no lo sea al mismo tiempo de
barbarie”, para lo cual, “Nuestra primera obligación es pensar con valentía,
sin pereza en el corazón” -- por encima de ángeles -- parafraseando a Goethe,
diríamos nosotros
¡Tomémosle
la palabra!
Jorge
Ramos Guerra