Tomo como premisa este
tuit del colega periodista y excelente referente, Licenciado Alex Vallenilla
para presentar mi caso:
Y nadie puede decir que no era previsible, esta dolarización de facto, que de alguna manera genera estabilidad, aumento de la oferta de bienes y "llenado de anaqueles". Porque se dijo con muchísima anticipación.— alex vallenilla (@alexvallenilla) December 5, 2019
Muy cierto y ajustado a la
realidad. Pero –se atravesó un bendito pero-, lo que muchos niegan ver y otros
obligan a callar, es que esto se presenta como sí (comparación): tomáramos un
estante oxidado y lo pintáramos directamente. Se ve presentable y es lo que el
público verá y se le acercará. Pero al no añadirle un anticorrosivo, pronto
volverá a mostrar los daños iniciales y dando mayores pérdidas.
Así mismo nos está
sucediendo con el libre tránsito de dólares y algunos permisos adicionales en importación
y libre tránsito para aparentar opulencia, estabilidad y normalidad. Y en él se
ha introducido el factor dólar, con algo que no es dolarización, sino autorización
para usar los que tengas a bien conseguir.
Ello ha ayudado a
despertar negocios pero no por la mano del psuv, sino por ahorros específicos
en cuentas en el extranjero, familiares que envían, uso de criptomonedas y ya
con el trueque de servicios o bienes. Sí, trueque, porque a muchos les ofrecen
un aproximado en dólares y lo toman, pues saben que aún es indetenible su
subida.
He visto personas que
tenían sus ventas de comida, ropa, accesorios cerrados y los han reabierto. Tanto
por los pagos en dólares como por el servicio de pago móvil, que ha minimizado
el efecto de la baja cantidad de bolívares.
También los puntos no homologados
que han sido una tabla de salvación ante los burocráticos y costosos trámites
por los tradicionales en los bancos.
Porque acá no se gana en
dólares, la excusa de las sanciones ha cortado la posibilidad de usar cuentas
en moneda extranjera; la estupidez de los “billetes doblados, con una raya o
arrugados” que quita las ganas a muchos de comprar con dólares salvo con
personas muy cercanas a su círculo. Y bueno, la falta de producción, interés,
unificación con el mundo, disfrazarse de liberales siendo más bien anarquistas
y populistas sin palabra.
Tener dólares resuelve
unas cuantas comidas, pero no trae estabilidad, no abre el abanico de
posibilidades, invita a la deuda y ésta crece anclada a los intereses según el
precio del dólar; ya estamos en precios internacionales pero no así en sueldos.
Los del psuv no le dicen
claro a su gente que el dólar Venezuela hoy desplazó al bolívar, porque saben
que se les cae el tinglado. Ya lo usan y defienden, pero el arte de cambiar
palabras ha servido en la manipulación. Por eso no hay estallido social, la
gente aguanta la carne a 3 dólares (así ha estado por meses), con un bolívar
oficial en paridad que llega a superar al dólar today (dólar paralelo) o dólar
bitcoin.
Otra
cosa, relativa
La gente cobra en dólares
como si fuesen los usureros más grandes de la historia. Con lo de no dar ni
tener vuelto, redondean a su favor, revisando a cada instante a cuánto está el
dólar y pensándolo en una semana después. Eso encarece más al que tenga dólares
o bolívares y sigue creando una nueva brecha rico – pobre en otra versión
espuria del socialismo.
La vida que se ve en
negocios y locales es bien merecida; pero no es la tranquilidad, equidad y
estabilidad que todos los venezolanos ameritan. Y se siguen viendo en las
calles la misma y mayor cantidad de necesitados.
Porque el dólar afecta a
todo el mundo, ayuda a todo el mundo, mueve a todo el mundo. Pero el dólar en
Venezuela hoy no lo tiene todo el mundo.
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech
Lcdo. Argenis Serrano - @Periodistech