Una de mis tías por el lado paterno se fue a Chile ya hace 2 años. Le va bien trabajando de conserje pero con
deberes específicos no tan forzados como la conserjería venezolana y de otros
países. Obvio, tiene sus gastos como en cualquier país y como cualquier
familia. Y se esfuerza por enviar un algo a sus hermanos y sobrinos, entre los
que me cuento.
No se le pide, no se le
exige, lo hace porque ella quiere y con esfuerzo y calma, ha podido. Y disfruta.
Quizá ha lavado pocetas, no le preguntaré eso, y de haberlo hecho, sigue
mandando efectivo, que es un paliativo.
Porque como dijo un amigo,
“al nosotros enviarlo, hasta un dólar hoy en Venezuela es como que echarlo en un pozo sin fondo”, situación
verdadera que también horroriza a venezolanos que vienen de visita al ver los
precios y comparar costos y cantidades, con las ciudades donde viven. Una de
ellas de Inglaterra, una ciudad muy cara.
En el trayecto del año nos
regaló 50 dólares americanos. Los mismos los dejamos en calidad de ahorro y
apegados a nuestro plan de ir comprando 1 o 2 artículos diarios y equilibrar el
menú semanal, para recuperar peso que perdimos (más de 13 kilos cada uno, madre,
padre y yo).
Hoy, último sábado de
diciembre, por no contar con bolívares gracias a que el banco que utilizo (100%
banco), ha tenido problemas con su plataforma que debita pero no queda
registrado, me dejó en estado de agonía financiera.
Por eso apelé a 10 dólares
de tal ahorro, y con el mismo compré lo que necesitaba y lo que no, ya que
quedó en fracciones y en el lugar no tenían divisas para dar vuelto y no daban
vuelto en bolívares. ¡Y vaya que hay que averiguar para ver quién está canjeando a mejor tasa!
Con eso compré
420 gramos de Carne
molida
760 gramos de Carne
para guisar
316 gramos de Queso
llanero
1
riñón
3
bistec de hígado
Tuve
que comprar medio kilo de costilla para completar esa parte de la compra.
1
kilo de harina de maíz
2
kilos de azúcar
1
litro de aceite, brasilero
1
pasta de medio kilo
Y
completar lo que faltaba con 2 sobres de Fructus.
Eso para nosotros 3 es una
semana aproximadamente. Claro, quedan unas reservas de las semanas anteriores. Frutas,
vegetales y hortalizas sí las compro con efectivo de última reserva en un
mercadito popular.
Lo
que noté con ello
A muchos adultos y niños
he escuchado decir cosas como “¿25 dólares?, ¡está barato!, o “¡mejor en
dólares que en bolívares porque es menos! ¿?
Y el asunto es la
síntesis. La gente cree que paga menos por una reacción psicológica dual. Lo primero
es que ven en un billete una compra grande como las que hacíamos con el bolívar
hace muchos muchos años. Y eso les da una sensación de falsa seguridad
financiera que extrapolan a todo el país. Tremendo error
Lo otro es que saben que
el dólar aumenta y cuando baja, sigue siendo ayuda para comprar varias cosas,
no una, varias. Hasta con 1 dólar compran 2 o 3 panes tipo canilla y eso les da
satisfacción, por eso el asidero al dólar.
Pero para todos no es el
dólar, porque lo que vivimos no es una dolarización sino un permiso de porte de
dólares, algo que Hugo Chávez literalmente prohibió e hizo virtual en las
Tarjetas de Crédito Visa, MasterCard o American Express, lo que mostraba que no
era para todos, pues no estuvieron unidas a las tarjetas de Débito Electrum,
Suiche 7B y Maestro.
No todos tienen familiares
que les envíen dólares, me consta. No todos saben o acceden a los fulanos
petros, mismos que ya comenzaron a disparar a la hiperinflación al hacer mayor
la demanda de efectivo, puesto que la gente está pagando un extra en sus
compras con el mismo, para obtener ese vuelto. El dólar paralelo o dólar today y el BCV, lo
confirman.
No todos saben ni acceden
a las criptos o PayPal. No todos están verdaderamente bancarizados (ya estamos
en la tasa más baja, por más que os bancos del régimen siguen y siguen
afiliando personas).
Quienes tienen dólares es
porque supieron invertir, pueden traer de fuera, los tenían guardados pero no
los usaban porque era penado el mostrarlos. Ahora están libres los dólares
pero, ¿hasta cuándo estaremos en éste ojo de huracán?
Porque sin inversión
privada, sin recuperación de la industria nacional, sin la necesaria confianza
en todos los ámbitos, los dólares se van a gastar.
Y con un cambio de Parlamento
al lado rojo, pues Dios nos ampare porque volveremos hacia atrás, ese es el
plan, no más vean a Argentina.
Toca entonces unir
fuerzas, avispar a los diputados opositores, avispar a Trump y CI, dejar de
estar reprochando sobre “abstencionismo viejo, falta de colaboración, abstencionismo
nuevo, grupos paralelos, sólo atacar a la oposición y nada de aportes al menos
para nivelar, etc.”, para que el dólar o sea usado y adquirido como en Ecuador o
mejor aún, volvamos a nuestro bolívar que tanto queremos.
Muchas gracias, tía, por
ayudarnos para unos días más, que su labor sea liviana en esfuerzo y su mente y alma se alivianen de la angustia de pensar lo que acá sucede, porque eso no es justo para nadie, menos para quien ha emigrado.
Seguiremos acá gustosos, porque hay que librar más
batallas nobles contra seres impíos. Y sí el dólar hoy va a ayudar sin dominarnos,
pues bienvenido es.
Lcdo.
Argenis Serrano - @Periodistech